Día 2 de marzo

203 22 5
                                    

Una semana después la mamá de Nath había ido a verme, aun no se veía nada bien, pero parecía que empezaba a entender que Nathaly no regresaría.
Me llevó a la habitación de la que había sido mi mejor amiga y me entrego un par de cosas que al parecer iban dirigidas a mi. Una carta, y objetos que significaban mucho para nosotras, fotografías y esas cosas. 

Me senté en la orilla de la cama y abrí el pequeño sobre que contenía la carta.

Amiga: 

No dejes que te atrape, te torturará hasta matarte, o hasta que tu misma te quites la vida, como lo haré ahora yo.  Dile a mi madre que la amo, también a papá, diles que esto lo hice porque ya no aguantaba más. Él nunca dejó de observarme, siempre estaba ahí. Huye! Que no te haga lo mismo a ti, escóndete antes de que sea tarde. Por favor, cuídate, te voy a extrañar, no importa en que lugar esté ahora, siempre seras mi mejor amiga. 

Atte. Nath

¿De que iba todo esto? ¿Quién va a encontrarme? ¿Por qué mi amiga no fue más clara?, Si alguien le hacía daño, pudo decirnos, a cualquiera de los que la rodeábamos, pudimos ayudarla, no tenía que irse y dejarnos aquí a todos destrozados,

Confundida guardé la carta y las cosas y bajé a la sala, la mamá de Nath lloraba silenciosamente en el sofá mientras veía fotografías, me dolía en el alma que se torturara de esa manera, pero lo comprendía, perder a una hija para nadie sería sencillo.

Me acerque con titubeos, ya que no quería interrumpir el momento consigo misma, me miró y se secó las lagrimas rápidamente sonriéndome con melancolía, la abrace para darle consuelo.

--Debo marcharme. 

--Claro que si hija, espero que verte pronto, por favor cuídate mucho.

--Lo haré señora-- ahora todo el mundo me decía que me cuidara.

Salí de la casa de mi mejor amiga algo confundida, ¿qué era todo eso que me había escrito Nath?, ¿a qué se refería con "él"?

Caminaba a mi casa, pensando en como resolver aquel acertijo.

--Debes tener cuidado-- escuché tras de mi y me recorrió un escalofrío por la espalda, me giré y vi un hombre alto, con capucha, del cual solo pude distinguir los ojos.

--Disculpe ¿se le ofrece algo?, ¿nos conocemos?

--Tu, eres la siguiente.

Se dio la vuelta y caminó.

--¿La siguiente de que?-- grité confundida. Pero el hombre se perdió en unos cuantos segundos. 

¿Quién era ese loco? No le di importancia y seguí mi camino hasta llegar a casa.

Entre las cosas que la madre de Nath me había dado estaba su celular, al prenderlo, en la pantalla aparecía una foto de nosotras que provocó que una lagrima cayera por mi mejilla. 

lo dejé sobre el buró y fui a la cocina para cenar algo, en unos minutos escuché el celular de mi amiga sonar, ¿pero que diablos?, ¿por qué sonaría si todos saben que Nathaly está muerta? 

--Hola-- contesté.

--Tu, eres la siguiente.

--¿Quién mierda eres y que quieres?

Y colgaron. ¿Cómo se les ocurre jugar con bromitas estúpidas ahora?

Apagué el celular, cené y me dispuse a descansar, habían sido días muy duros, pero ahora cuando ya estaba en la cama, sonó mi celular. Maldita sea, ¿qué quieren?. Pero al contestar, esta vez nadie dijo nada al otro lado.

--Deja de molestarme imbécil-- grité.

Colgué bastante frustrada, apagué mi teléfono y me quedé dormida.

Tú, eres la siguiente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora