Capitulo #1

5.4K 134 15
                                    

   

    Arabella

   Me levanté perezosamente de mi cama ya que estaba sumida en el mundo de los sueños, soñaba con un apuesto chico de cabello muy oscuro y ojos azules como el agua pero eran muy claros y tenía una piel tan pálida, más pálida que la mía. Su mirada era tan intensa que te penetraba con tan solo mirarte, sentías que se te erizaba la piel al mirar tan espectaculares ojos. A pesar de la pérdida de mi padre mis sueños no se fueron abajo, aún sueño con ser una gran y famosa pianista. Y sobre el chico de mis sueños, tan solo es eso, un simple y bonito sueño. No es la primera vez que sueño con tan semejante hombre, no, no, no, todas las noches sueño con el y simplemente con el mismo hombre.

   Me levanté como una zombie de mi cama para ir rumbo al baño y luego despertar a Donovan. Hice pis, me enjuagué la cara con jabón y fui rumbo al cuarto de Donovan. El pobre dormía como si no lo hubiese echo en años y su cuarto era un vertedero, estaba muy sucio y las paredes estaban llenas de fotos de lobos y unas cuantas mujeres desnudas con unas orejas puntiagudas y colas en sus traseros.

" Enfermo " pensé al mirar tan semejante estupidez.

-Arriba playboy, tienes escuela y hoy es mi primer día en la escuela de música, no quiero llegar tarde y tampoco quiero que tu lo hagas- le desperté mientras le quitaba las sábanas y le besaba la mejilla.

-Cinco minutos más, por favor- respondió perezosamente.

-Lo siento muñeco- hablé un poco incrédula.

Donovan no se levantaba y ya me estaba poniendo de muy mal humor.

-¡He dicho que te levantes Donovan!- grité con todas mis fuerzas haciendo que el brincase del susto.

-Allí voy- respondió mientras se levantaba de la cama peresozamente y besaba mi mejilla.

-Gracias- respondí molesta.

-Pero no creas que iré muy seguido solo por seguir tus órdenes- habló sarcásticamente.

-¿Estas de mal humor? ¡Total, siempre estas de mal humor!- exclamé alzando las manos, largándome del cuarto.

-Insoportable- gritó Donovan desde el baño de su cuarto.

-¡Gracias, también te amo!- grité mientras bajaba las escaleras para avisarle a Nana, nuestra empleada, que preparara el desayuno.

   Vivíamos en una gran mansión que nos dejó nuestro padre y era tan grande que un día traté de limpiarla yo solita. Empezé a limpiar a las 6:00 am y terminé a las 3:00 am. ¿Muy grande, no? Por esa misma razón contraté unos cuantos empleados pero la mas importante que es como si fuera nuestra madre era Nana que llevaba muchos años en la casa.

-Nana, buenos días- hablé amablemente mientras la abrazaba y le besaba la mejilla.

   Nana era una hermosa mujer de 36 años. Su cabello café oscuro era larguísimo y ondulado. Sus ojos eran tan hermosos, eran azules como el agua del mar y su tez era palida.

-Buenos días princesa- respondió Nana devolviéndome cada gesto que le daba.

-¿Qué preparastes de desayuno?- pregunté ansiosa mientras acariciaba mi pancita ya que estaba rugiendo como un león.

- Tostadas francesas con mermelada y leche con chocolate- respondió mientras apretaba mis mejillas dulcemente.

-¡Mi favorito! ¡Eres la mejor!- exclamé.

Ambas reímos y por un momento nos quedamos en silencio al notar la presencia de Donovan.

- ¿Que? ¿Acaso tengo monos en la cara? - habló Donovan incrédulo.

Crónicas de Arabella (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora