Prólogo

32 7 7
                                    


Mi respiración está cada vez más acelerada.

El viento choca contra mi rostro elevando mi cabello desordenándolo, mientras me sudan las manos sin parar.

Respiro hondo y ya sé que es la hora... Ya era la hora de mi final.

Lentamente coloco un pie encima de las barandas del puente viendo un poco borroso por las lágrimas que abundan mis ojos. Un terrible trueno suena y se muestra un relámpago ... Cierro mis ojos al fin decidida ... Quiero morir

Ya era la hora y ...

- ¡Espera! -escucho una voz masculina gritando a mis espaldas. Pienso que me está deteniendo, pero no; En su voz se escucha desesperación y miedo. Lentamente volteo hacia donde han hablado y lo veo: -¡No me mates!, no lo hagas por favor. -él suplica.

Hay un chico tirado en el suelo, golpeado y mal herido, mientras otro está apuntándole con un arma justo en su cabeza.

Mierda

Quedo paralizada sin saber que hacer. El chico que está apuntándole no me ha visto gracias a Dios ya que está totalmente concentrado en su objetivo. Él viste totalmente de negro y su cara está cubierta por una tela negra.

¿Quién eres chico de negro? ¿Por qué quiere matar a esa persona? ¿Por qué siento que ya lo has hecho antes?

Lentamente bajo mis pies de la baranda y me quedo parada mirándolos atentamente, hasta que otro relámpago se muestra en el cielo y justo en ese momento el hombre de negro disparó... El chico cayó al suelo y un charco de sangre se formó, supe ahí entonces que él había muerto.

Asustada y sin saber que hacer, comienzo a retroceder evitando que aquel me mirase, pero para mi mala suerte, choco con un cuerpo y me paralizo al instante. Me quedo inmóvil mientras siento su respiración cerca de mi oído que me hace estremecer solo con sentirlo.

El hombre de negro ni siquiera se había percatado de mi presencia, sin embargo ahora me importaba más la persona que está atrás de mí; no sé quién es, así que intento voltearme. En ese instante pensé que me mataría, pero no, lo que hizo fue colocar sus manos en mis hombros evitando que me volteara y con tan solo ese contacto se me erizo la piel.

Sentí que se acercó más a mi rostro y me susurró al oído. Su aliento chocando con mi oreja enviando corrientes eléctricas a todo mi cuerpo.

Mierda... ¿Por qué me siento bien?

-¿Qué haces aquí?- me habla y suspiro hondo cuando escucho su voz ronca, que con tan solo oírlo me estremeció.

No pude responderle, no encuentro mi voz, estoy perdida en la suya.

Vuelvo a mirar hacia donde se encontraba el chico de negro, sin embargo ya no se encuentra ahí.

-Mierda. -susurro para mí misma cuando tampoco siento las manos de aquel hombre con voz temerosa y electrificante.

¿Dónde están? ¿Qué sucedió?

Mira atrás de ti

Me giro lentamente y los encuentro a los dos apuntándome cada uno con una pistola.

En ese momento supe que estaba en problemas, y lo más probable es que muera, pero no pensé que fuera de aquella manera.

|♤|

Ángela Noreña.

Bueno este es el prólogo , va a ser interesante se los prometo.

Pueden votar y comentar se los agradecería.

Bienvenidos a nuestro sueño eterno del cual es difícil despertar.

Sueño Eterno [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora