Cap. 27

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Horo llegó a casa, esperando algún regaño por parte de Byakuya ya que Aoi le había dicho que él fue a buscarla, sin embargo nada pasó. Byakuya estaba normal, serio como siempre, incluso cenaron y se fueron a dormir como si nada hubiera pasado.
A la mañana siguiente, Horo despertó muy temprano, incluso Byakuya aún seguía dormido; se puso su uniforme y su placa de teniente. Para eso Byakuya ya se había despertado y se vestía para ir a trabajar; con una gran, gran y extraña sonrisa orgullosa en su rostro.
Se despidieron como cada día y cada quien se fue a su escuadrón.

Al llegar a su escuadrón, Horo notó muchas miradas desconcertadas y de pronto se sintió fuera de lugar. A lo lejos se podía percibir la silueta de su capitán peliblanco, sentado en una silla y con la cabeza agachada; a su lado estaba Aoi, como si tratará de consolarlo, con una fingida cara de preocupación.
Aoi volteó y vio a Horo a lo lejos, entonces camino hacia ella y le sonrió al llegar a su lado.
Aoi: Esto es mío (se acercó y prácticamente arrancó la placa de teniente del brazo dd Horo).
Horo: Que demonios?!
Horo trató de quitársela, y justo cuando las cosas se ponian serias una mano palida detuvo el brazo de Horo.
Horo: (casi murmurando) Capitán...
Ukitake: Si te quedas aquí llegaras tarde a tu escuadrón (su tono era serio pero teñido de rabia).
Horo: pero, de que habla? Yo soy la teniente de éste escuadrón, no de otro.
Aoi: corrección! (Una infame sonrisa se dibuja en su rostro) ahora yo soy la teniente y tú no más que la tercera oficial del sexto escuadrón.
Horo: disculpa? Estás loca!
Ukitake: Horo, ella tiene razón; ahora ya no eres parte de esta división del gotei 13.
Horo miraba a Ukitake con ojos temblorosos, incluso ella ya estaba llorando, con las manos temblando y el corazón roto; Byakuya, pensó.
Horo utilizó shumpo y llegó a la oficina de su esposo, ahí, él se miraba orgulloso, de pie frente a ella.
Horo: Tú (le da una bofetada que por alguna razón él parecía haber esperado).
Byakuya: Ya te sientes mejor?
Horo: Tú, maldito hijo de puta, por que hiciste esto?! (Horo lo tomo por los hombros).
Byakuya: (quitandosela de encima) No vuelvas a hablarme de esa manera! Quien te crees que soy?.
Horo: a mi me importa un carajo quien seas, quiero que me digas por qué hiciste esto. (Horo empezaba a sollozar).
Byakuya: Te dije que no te queria cerca de él.
Horo no podia entender nada, absolutamente nada de lo que Byakuya decía. O sea que todo era por celos, pero ¿con que derecho podría meterse en su vida?.
Byakuya: agradece que solo te cambié de escuadrón y no de trabajo; bien pude hacer que dejaras de ser shinigami.
Horo: pero serás idiota (ella empezó a llorar) no debiste hacer eso, a demás, como te enteraste que seguía saliendo con él?
Byakuya: cuando llegué a tu oficina Aoi...
Horo lo interrumpió.
Horo: Aoi, Aoi y más Aoi. Qué te traes con esa, que cada problema lleva su nombre?
Byakuya: ella es solo una buena persona que me dice lo que debe decirme.
Horo: si, y también falta que también se acueste contigo , y que también se case contigo.
La mirada de Byakuya cambió drasticamente.
Byakuya: eso no pasaría, porqué ella no se metería con un hombre casado, porqué incluso ella tiene más respeto por mí que tú.
Horo: Qué tratas de decirme? Dices que no te respeto?
Byakuya: posiblemente.
Horo: Tú estás completamente loco, me estás insultando, diciendo que soy una cualquiera!
Byakuya: no deberías ponerte así, al menos que te quede el saco.
Horo: Byakuya (se acercó más a él y le miro a los ojos) tú realmente desconfias de mí? Me refiero a que si de verdad te dejas llevar por esa rubia.
Byakuya no contestó.
Horo: Éramos tan felices, o no?
Byakuya: Tú nunca fuiste feliz conmigo.
Esa frase se clavó en el corazón de ella, llenandola de frío hielo, congelando su alma.
Byakuya: al principio pensé que podríamos intentarlo, pero me di cuenta de algo; nunca dejaste de amar a Jushiro.
Horo no contestó, porqué muy en el fondo sabía que era verdad.
Byakuya: por miedo te pedí que no te acercaras a él, pero fue inevitable.
Horo: Byakuya, no digas esas cosas...
Byakuya: en mi clan me matarán por decir esto (agacha la cabeza y suspira) Horo, quiero divorciarme de ti.
Horo casi sintió que se desmayaba.
Horo: (a la defensiva) no puedes hacer eso, por nuestro hijo!
Byakuya: ya basta (se cubre la cara con la mano de forma desesperada) ni siquiera estoy seguro de que ese hijo sea mío!
Horo: Qué a caso crees que soy una facil que se acuesta con muchos?
Byakuya: eso lo sabremos cuando el bebé nazca con cabello blanco.
Horo empezó a sollozar, y salió disparada de la oficina.
Aoi, era su único pensamiento.

Por otra parte...

Aoi: bien, Capitán, es hora de la parte importante del plan.
Ukitake asintió y salió de su oficina.
Horo: Aoi! (Gritó con rabia al entrar justo despues de la partida de Ukitake).
Aoi: (fingiendo estar asustada) qu-que sucede Kuchiki-san?
Horo: al carajo con el Kuchiki; ¿Qué le hiciste a Byakuya?
Aoi: de que habla?
Horo: deja de hacerte la santa y dime: que tanto le dijiste?
Aoi: (cambió su expresión) La verdad.
Horo quedó callada.
Aoi: vaya, que idiota, ni siquiera tuve que trabajar tanto para lavarle el cerebro (rie) pero mira el lado bueno, ahora él no tendrá que procuparse por ti.
Horo: (rie sarcasticamente) siempre supe que me traería desgracia, pero vamos! Nadie recuerda que estoy embarazada?
Aoi: y eso que? (Hace una mueca).
Horo: bueno, terminemos con esto (sonríe y saca su espada).
Aoi: no tan rápido.
Horo sintió una punzada en el pecho y todo se volvió oscuro; ni se dio cuenta cuando Aoi le atravesó el pecho, justo en la cadena del destino o mejor dicho, en su saketsu.

Más tarde Ukitake regresó a su oficina; no había nadie, menos había rastro de Aoi, entonces escuchó un leve gemido. Al voltear vio a Horo tirada en el piso con un agujero en su pecho y sangre por todos lados.
Horo, medio moribunda solo pudo percibir que alguien gritaba su nombre, luego volvió a desmayarse.

Mayuri: Capitán Ukitake, hacer eso es demasiado, hasta para mí.
Ukitake: no importa, por favor, inténtelo.
Unohana: (poniendo una mano en el hombro de Ukitake) Ukitake-san, por favor calmense, recuerde que ella está embarazada, puede ser peor para ella.
Ukitake lo sabía, pero estaba demasiado desesperado para pensar.
Soi Fong: Capitán Kurotsuchi, no hay otra manera?
Mayuri: no, sin embargo necesitaremos demasiado reiatsu.

Mayuri, Unohana, Soi Fong y Ukitake estaban reunidos en el laboratorio de la décimo segunda división tratando de salvar a Horo, quien habia sido herida en su saketsu. La unica manera (siempre y cuando tuviera menos de doce horas la herida) era juntar una cantidad inmensa de reiatsu y actuar como si se tratase de transfusiones de sangre, pero debido a que era muy riesgoso y estaba embarazada sería aún más dificil.
Pronto se avisó el estado de la ex-teniente a todo el gotei 13.

Rukia: (llegando a su casa desesperada) Nii-sama! Horo...
Byakuya: (volteando a verla) ya lo sé.
Rukia: y no haras nada? Debemos ir a ayudarla, es tu esposa!
Byakuya: Ella ya no es mi esposa.
Rukia no comprendió lo que dijo, y no fue como si le importará.
Rukia: Pero, entonces hazlo por tu hijo!
Byakuya: ese bastardo no es mi hijo! (Gritó).

¡Me case con un capitán! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora