The Devil's Angel

Capitulo 12

Otros cien años habían pasado desde el último suceso que hubo entre el diablo y el ángel.

Al momento en el que tuvieron sexo, fue tan increíble para ambos, tanto que lo hacían casi todo el tiempo, la rutina seguía siendo la misma, pasear, conversar, cocinar juntos y a esa rutina agregaron el sexo, al igual que el sexo oral ya que a Katsuki le agradaba el sabor de su ángel.

Katsuki podía sentir que ya vivía con tranquilidad. Seguía siendo el más fuerte del infierno, los demonios le temían, seguía haciendo de las suyas causando terror y tenía un bello angel que estaba en su cuarto a la espera de él.

Pero no crean que es alguien malo que la deja encerrada mientras el sale del lugar, le gusta llevarla con él, ponerla en su hombro y decirle sobre sus culturas.

Que todos los demonios vean el hermoso ángel que tenía sobre él, la única que podía tocarlo, llevarle la contraria y tenerlo en la palma de su mano. Que las demonios tengan envidia de su inocente, no tan inocente, angel, con su cara angelical y su bello y pequeño cuerpo.

Adora salir a volar con ella, cuando llegaban a lo más alto que podían, Katsuki suele soltarla para que Senju sintiera como si estuviera volando por si misma y cuando está por llegar al suelo, la agarra para volver a hacer lo mismo.

El sexo entre ellos fue lo mejor ya que Senju se había acostumbrado por completo al cuerpo de Katsuki y él podía meter por completo su pene sin miedo a nada, en estos cien años y con su método de a poco, funcionó y ya podían disfrutar como siempre.

Eso sí, pobre del demonio que se atreva a ver a su ángel desnudo a su Merced, el diablo le arranca los ojos, lo hacen en su cuarto, en los pasillos, en la cocina y en la oficina del diablo pero no debe haber nadie ahí porque Katsuki así lo quiere y si alguien, sea demonio hembra o macho, pasa por ahí no vive para contarlo.

•••

Habían terminado de tener sexo por lo que se encontraban durmiendo cuando un aroma peculiar llamo la atención del diablo.

Furioso se levantó de la cama al percibir el aroma de otro demonio en su cuarto, se encargaría de torturar y descuartizar al engendro que se atrevío a entrar en su zona y encima con su pequeño ángel desnuda.

Katsuki se coloco unos pantalones y comenzó a oler todo el lugar, era claro que había otro demonio ahí pero él no podía verlo y ahora que lo piensa bien, y con la cabeza de arriba, ese aroma ya estaba desde hace una semana en su cuarto.

Se acercó hasta donde el aroma era más fuerte y lo sintió en su ángel. Furioso de que algún demonio haya decidido dejar su aroma en Senju o que ella misma haya estado con otro demonio a sus espaldas, se acercó a ella enojado.

—Oye.--- Katsuki la mueve con fuerza despertandola.--- Levántate ya.

—¿Katsuki?

—¿Puedes explicarme porque mierda tienes un aroma a otro demonio? ¿Te estuviste revolcando con otro demonio a mi jodida espalda?

—¿Huelo a otro demonio?--- Senju comenzó a oler su cuerpo intentando percibir dicho aroma.--- No lo entiendo diablo, huelo a flores ¿Los demonios huelen a flores?

Katsuki la mira incrédulo y sin creerse lo que acaba de decir, suelta un suspiro y mira a su ángel quien aún le miraba expectante y sin entender que estaba pasando.

—Levantate.--- Senju asiente emocionada y se levanta enfrente de él sin importarle estar desnuda, Katsuki comienza a pasar su nariz por todo su cuerpo hasta que llega al vientre de ella donde el aroma a demonio era mas fuerte.--- Imposible.

—¿Imposible? No lo entiendo diablo ¿Hice algo malo?

—No, creo que fui yo el idiota que acaba de cagarla.

Katsuki va hasta su armario tomando su capa y la envuelve con ella para tapar su desnudes, no tenía tiempo para ayudarla a vestirse o ver qué se podía poner. El diablo la toma en brazos y la lleva hacia el cuarto de su hermano mayor, quien para su buena suerte, estaba solo mirando unos pergaminos.

—¿Bro?

Katsuki dejo a Senju sentada en el borde de la cama y acercó a su hermano a ella.

—Huele su vientre, solo su vientre.--- Remarcó lo último con voz dura cargada de celos, no quería que su hermano comience a oler a su ángel.

Kirishima confundido se agachó y olió el vientre a Senju sintiendo un leve aroma de demonio.

—Huele a demonio.

—Si.

—Pues... ¿Debería oler a otra cosa? No estoy entiendo.

—No es mi aroma imbécil ¿Porque crees que un ángel huele a demonio?

—Pues yo diría que la marcaste con tu aroma o que también podría ser... Oh.

—Si idiota "oh" A ti te gusta leer ¿Cómo mierda es esto posible? Casi no hay embarazos entre demonios acá y como mierda es posible que haya entre un ángel y el diablo.

—Yo no estoy entendiendo nada.

Ambos demonios miran al ángel en la cama quien se cubría bien con su capa, Katsuki le dijo que el mostrarse desnudos solo debía ser entre ellos, asi cómo Katsuki anda desnudo solo frente a ella, ella debe hacer lo mismo.

—Oh, pues que tendrán un bebé.

—¿Un bebé?

—Asi es.--- Kirishima sonríe emocionado, volverá a ser tío y podrá convivir con el pequeño, no como con sus otros sobrinos que los ve una vez cada año en la cena de la familia real ya que son todos mayores.

—¿Te refieres a un pequeño ser idéntico a mi o a Katsuki con pequeñas alas blancas llenas de plumas.

—O alas rojas con negras hechas de cartílagos.

—¡Eso es tan lindo! Un bebé mío y del diablo.--- Senju sonríe mientras acariciaba su vientre.

En cambio Katsuki estaba haciendo una mueca de asco, no le hacía gracia para nada tener un bebé, lo dejo muy en claro a Senju que a él no le agradaba la idea porque los demonios eran muy territoriales hasta el punto que podría llegar a desterrarlo a él y quedarse con Senju, y no de la manera maternal.

Después de todo, ellos no tienen reglas ahí pero Katsuki no sé dejaría ganar facilmente, si tiene que matar a su hijo, lo haría.

Por otro lado, si nacía un pequeño angelito idéntica a la suya, mataría a todo aquel que lo viera con lujuria o quiera hacer algo no apropiado, lo cuidaría con toda su vida.

Si llega a tener demonios, esperaba que fuera como sus sobrinos quienes tienen un gran respeto por su hermano mayor y a Izuku la ven como su madre y cuidan con su alma.

Solo le queda esperar e ir afilando su espada por si veía como una amenaza al bebé y así degollarlo a penas Nazca. Luego vería que excusa le da a su angelito.