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-LOS DOS SON UNOS IMBÉCILES INFANTILES YA ME TIENEN ARTA!!!

después de dos días en soledad había explotado, tanto Tobirama cómo Itachi eran un par de machitos con las hormonas alborotadas y ya no los podía soportar más, si desidia cocinar uno de ellos me arrebataba las cosas para que yo durmiera, si quera ir a darme un baño, ambos eran leones cuidando a una hembra en celo, insoportables, ya no quería verlos más, me aleje en el subterráneo después de gritarles lo imbéciles que ambos eran, mi pierna ya estaba casi fusionada con el metal, nosé que tipo de tecnología me habían implantado pero debía descubrirlo, aprovecharia alejarme para investigar la prótesis metálica que había en mi pierna, pero dos hombres con cerebro de calamar me empezaron a seguir

-miren se los voy a decir en una forma en que la entiendan... Quiero ... Estar... Sola, ambos me asfixian y quiero un momento para mi

Los mire, de la manera más pasiente que podía pero ya quería darles patadas con mi pierna robótica, Tobirama also las manos en posición de rendimiento y se dio la vuelta, Itachi coloco ojitos de cachorro pero también se fue con el rabo entre las patas, aproveche para aislarme un poco camine lo suficiente para encontrar un hueco bastante grande para colocar algunas de mis cosas de investigación, lo que siempre llevaba en un enorme mochila con instrumentos médicos, armas, herramientas y cachivaches útiles, me sente en el piso abrí mi mochila, encendí una lámpara recargable por el sol, entonces comencé a examinar mi propio cuerpo cosa que no había querido hacer por el trauma que aun me generaba verme mutilada, en el tiempo que había estado con Sasori aprendí de todo un poco, aunque fue más de medicina también aprendí de mecánica de autos y motos, como también de tecnología robótica

Entre más analizaba el aparato menos lo entendía, el metal se había encarnado con la piel que había ya dando algo ilógico y es que fue esto lo que me llevo a investigar, ya que no era normal el hecho de que ya pudiera correr y caminar casi de manera perfecta

-AHHH MALDITA SEA NO ENTIENDO

- si quieres puedo ayudarte se de tecnología

Me gire como la chica del exorcista lentamente hacia Itachi

-no, largo

-ok ok no te molesto mas, pero ten talves te sirva esto

Me extendió unos viejos cuadernos

-que es?

-son de Sasori los encontré hace poco cuando regrese a la base donde te lleve hace tiempo, estuve ahí cuando fuiste a buscar a Shisui

-gracias, largo

El se rió y se fue agitando una mano

Leer algo que le pertenecía a mi maestro me llenaba de nostalgia y alegría, su forma de expresión tan particular y única, sus dibujos tan realistas y perfectos Sasori fue para mí como un hermano mayor estricto pero que me lleno de conocimiento valioso y mucho respeto, con Tobirama hay es una atracción fatal pero con Sasori solo fue respeto y admiración, entre sus diarios había mucho del conocimiento que yo ya sabía pero haye uno donde explico la elaboración de los comunicadores hologafricos y algo de armas y unas bases sobre... prótesis

Entonces Sasori fue el de la idea? Era eso o había otro genio, es cierto que las prótesis que se ven aquí no estaban terminadas o perfeccionadas cómo está la que yo llevaba justamente en mi pierna pero es obvio de que mucha la infraestructura fue idea de mi maestro .... Talves solo me equivoqué, pero utilizando un destornillador pude abrir parte de la prótesis y empezar a observar un poco de el esqueleto de la misma, entonces vi como habían cables unidos, casi cosidos a perfección a las venas de el muñon, que yacía encarnado con el metal y cada cosa de la pierna, había un material entre todo como un tipo de líquido extraño color verde vejiga, acaso ese líquido era la clave? El líquido entraba a mi torrente sanguíneo, más la poca iluminación que tenía no ayudaba, me levanté tome las herramientas y camine nuevamente hacia la salida, subí por la escalera y salí completamente al exterior, claro está con cuidado de no ser vista por nadie, era medio día y estaba frío, había nevado en la noche y aún había nieve, caminé hacia las termales me senté cerhy comencé a examinar mejor, entonces pude sacar de ese líquido extraño, una pequeña pero perfecta cantidad, no tenía un microscopio pero por lo que podía ver, oler y probar porque si, probe ese líquido extraño, es que era sangre, mi sangre y otra cosa, ya había hecho lo que quería

Campo de GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora