𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍

1.5K 104 52
                                    



Capitulo 24.

Naruto P.O.V.

Toda mi atención estaba centrada en ella.

La veía desde el borde de la cama, no podía apartar la mirada de ella quien corría por la habitación de un lado a otro en busca de sus cosas y su equipaje para su misión. Quería que todo estuviera listo y perfecto para la hora de su partida.

En cambio yo, me retorcía hacia mis adentros mientras la observaba, no podía con la ansiedad que me daba el hecho de perderla de vista un solo segundo.

La preocupación no se iba, es más, iba en aumento cada vez que volteaba a ver el reloj y la hora de su partida estaba cada vez más cerca.

Pase mis manos por mi cara tratando de apartar esos pensamientos de mi atrofiada cabeza, de verdad sentirme así era exhaustivo.

Levante mi vista de nuevo hacia ella y continué observándola con detenimiento, no creyendo que de verdad había cedido ante ella.

Mientras la observaba, en ella podía ver una niña emocionada, irradiaba emoción y completa felicidad y aunque estuviera preocupado, el hecho de que ella se emocionara de esta manera me hacía verdaderamente feliz.

Y es que como en miles de ocasiones he dicho y seguiré diciendo, yo solo busco su completa felicidad, aunque no puedo evitar el hecho de que esto me preocupe demasiado.

Y no se si este miedo tan grande sea producto de mi paranoia, supongo un poco que si, pero es que de verdad no puedo evitarlo. Por más que quiero y trato de relajarme no puedo, menos desde que acepte que ella fuera en esa misión.

Y se que puede ser que esté mal que reaccione de esta manera ante el hecho de que Hinata vaya a una misión, se que es algo que eventualmente pasaría, no podría quitarle el derecho de hacer algo para lo que se preparo toda su vida, como ella misma me dijo, antes de ser mi esposa es una Kunoichi de esta aldea y es algo que tengo que respetar.

Pero el hecho de que sea justamente a esta misión tan confusa y sin ninguna pista a la que irá, me causa un agobio y miedo terrible y créame que no dudo ni un segundo de ella, se que lo hará increíble, créanme que confío ciegamente en mi mujer para esto.

Pero justamente es eso lo que me preocupa, el hecho de que sea mi mujer.

Y se de sobra que no debo de pensar de esta manera, debo de confiar en que esta misión solo es una misión de reconocimiento, búsqueda y rastreo. Esta misión es solo para eso, para buscar pistas.

Pero no puedo evitar que la incertidumbre de enviarla a una misión de este tipo sin saber exactamente qué pasa me golpee la espalda y haga que todos mis miedos y preocupaciones salgan a flote carcomiéndome el alma.

Jodeeer, toda esta situación me revuelve el estómago.

-Por favor no me veas de esa manera- dijo volteándose en mi dirección captando mi atención.

Suspiré pasándome las manos por la cara tratando de relajarme.

-¿De que manera?- pregunte haciéndome el tonto -no te veo de ninguna manera- claro que puedo imaginarme cual es mi cara en estos momentos. Una mueca de total preocupación.

Ella solo hizo una mueca y negó con la cabeza -me ves con una cara de espanto, como si no fuera a regre...-

-No. Ni de coña te atrevas a decir eso, que cambio de opinión en este momento- la interrumpi impidiendo que terminara. Eso que pensaba decir no podía escucharlo ni de broma.

Seguí con la mirada clavada en ella, la vi levantarse y caminar en mi dirección. Se hincó frente a mi quedando a mi altura y pegó su frente a la mía, mientras que con sus manos acariciaba mi rostro. Yo solo cerré los ojos y me dejé llevar por la paz que me ofrecía su cercanía y su contacto.

¿𝑫𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂𝒔 𝒕𝒖́?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora