𝐄𝐋 𝐌𝐔𝐍𝐃𝐎 𝐀 𝐌𝐈𝐒 𝐏𝐈𝐄𝐒

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Capítulo 29.

Naruto P.O.V

"Si no quieres que mande a tu preciosa mujercita y a tu hijo..."

"A tu preciosa mujercita y a tu hijo..."

"A tu hijo..."

"Hijo..."

A mi hijo...

Hinata está embarazada.

En un solo segundo el mundo a mi alrededor se había desmoronado a mis pies. Todos mis planes y lo que creía se habían esfumado. Mis sentidos desaparecieron. Todo a mi alrededor se volvió negro, y una desesperación abrasadora me atrapó como un incendio furioso, quemando cada fibra de mi ser.

Mis puños se cerraron con tanta fuerza que sentí que mis uñas se clavaban en mis palmas haciéndome daño, pero el dolor físico era insignificante en comparación con la tormenta de emociones que se libraba dentro de mí. Un grito silencioso retumbó en mi cabeza mientras la ira, la tristeza y el miedo se mezclaban en un torbellino incontrolable.

Sin pensar, sin considerar las consecuencias, golpeé la pared más cercana con un puñetazo furioso haciendo retumbar todo a mi alrededor. El sonido del impacto resonó en la habitación, pero apenas lo noté, se que los demás si, ya que comenzaron a hacerme preguntas que fui incapaz de responder o si quiera procesar.

-Está embarazada...- susurre, dejando escapar la amarga verdad que me había golpeado como un rayo. Mis pensamientos se centraron en mi mujer y el pequeño ser que llevaba en su vientre.

Joder ¿como había permitido que esto sucediera?

Mi mente estaba atrapada en un torbellino de pensamientos oscuros y mi corazón latía con una furia incontenible. Quería matar a cada ser que estuviera a mi alrededor.

Quería hacerlos pagar.

"Tu preciosa mujer fue la que me encontró" me dije a mí mismo en un susurro recordando las palabras escritas en ese maldito papel.

La cueva...

-¡Hey te estoy hablando!- gritó Shikmaru logrando por fin captar mi atención.

Lo voltee a ver con una mirada envenenada. Puedo sentir como con cada puto segundo que pasa, mi cuerpo se envenena más de rabia y desesperación.

Puedo sentir a Kurama de la misma manera que yo.

Con impotencia aventé la misera carta para que pudiera entender el porqué de lo que de mis acciones.

Observe como su expresión cambió al leer el contenido. Había entendido.

-Hey escúchame, ni siquiera sabemos si es verdad, ¿qué tal si esto es lo que el quiere lograr?- vi como de poco a poco comenzaba a ponerse delante de la puerta tratando de evitar lo inevitable.

-Quítate, no estoy de humor y no quiero hacerte daño, no me obligues- pero mi amenaza pareció importarle muy poco ya que se aferró más a la puerta.

-Ni siquiera lo has asimilado, por favor, no sabemos tampoco si es verdad. Piénsalo bien, es una jugada maestra el decirte que Hinata está embarazada-

-¡Mierda Shikamaru! No me sorprendería para nada que fuera cierto. No recuerdo cuando fue la última vez que nos cuidamos-

-Joder no pensé que fueran tan irresponsables, pensé que no querían hijos toda...-

-¿Está embarazada?- interrumpio el vejete con voz temblorosa detrás de mi.

-No lo sabia y supongo que ella tampoco...- dije con voz destrozada, cayendo en cuenta de la realidad. Sentía una impotencia grandísima y muchas ganas de llorar.

¿𝑫𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂𝒔 𝒕𝒖́?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora