¿𝑫𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂𝒔 𝒕𝒖́?

𝑪𝑶𝑵𝑭𝑼𝑺𝑰𝑶𝑵𝑬𝑺

Capítulo 10.

Naruto P.O.V

-Bienvenida a casa Hinata- dije abriendo la puerta permitiendo que ella pasara.

La sonrisa en su cara me parecía lo más lindo que había visto, sus ojos brillaban haciendo que yo no pudiera apartar la mirada de su cara. Se veía irreal. De verdad me gustaba mucho esta mujer, no podía negarlo.

-Gracias Naruto esto es demasiado- dijo volteando en mi dirección con su típica sonrisa tímida. De verdad que podría perderme en esa sonrisa tan bonita de ella.

Su sonrisa cada vez se agrandaba más a medida que inspeccionábamos la casa.

-Es lo que te mereces Hinata- y era cierto, es lo menos que podía darle a una princesa como ella. Mientras sea mi esposa quiero que esté lo más cómoda posible. Quiero que se sienta bien a mi lado. Ella solo se ruborizó aún más agachando su rostro.

-Muy bien pues este será nuestro nuevo hogar, espero que el tiempo que estés aquí estés cómoda- dije recordando mi promesa de dejarla libre, haciendo a mi corazón estrujarse.

¿De verdad quería dejarla libre?.

Esa pregunta no dejaba de rondar por mi cabeza. Joder claro que la dejaría libre independientemente de lo que yo quiera o no, es lo justo, no puedo obligarla a algo que claramente no quiere.

Pude ver como solo agacho la cabeza ante mi comentario. De seguro es lo que anhela, su libertad.

-Puedes decorarla como tú desees, eres la señora de esta casa- dije rápidamente cambiando de tema. De verdad me gustaría que Hinata le diera un toque más hogareño a esta gran casa.

Seguíamos recorriendo la casa que es sumamente espaciosa. Nos dirigimos al segundo piso que constaba de 2 habitaciones.

Una era la habitación principal que sería la de ella. Ya había pedido que trajeran sus cosas con anterioridad. Y la otra sería mi habitación.

Se preguntarán porque no dormiremos en la misma habitación si ya lo hicimos en nuestra luna de miel.

Debo confesar que no podría, el poco autocontrol que me queda terminaría yéndose a la mierda si pasó una noche más con ella, y de verdad no estoy dispuesto a que eso pase, no estoy dispuesto a cagarla de esa manera.

Aparte que no quiero incomodarla, ella necesita tu espacio y sobre todo yo que no puedo tenerla cerca porque de solo verla ya estoy pensando en empotrarla contra la pared.

-Bueno Hinata el cuarto principal será el tuyo, yo me quedaré en otro- ella me veía extrañada, por lo que me apresuré a decir -creo que será lo más cómodo- no comentó nada, lo que me confirmó que estaba más que de acuerdo con mi decisión.

-Na... Naruto, no me parece correcto que tu duermas en el otro cuarto, me gustaría ser yo la que duerma en el, esta es tu casa tu...- pero no la deje terminar.

-No está en discusión Hinata, ya mande a traer todas tus cosas a esa habitación, la cual será la tuya- me acerque lentamente a ella tomando su perfecto rostro entre mis manos, quería dejarle claro que todo lo mío es de ella, hasta yo si ella lo quisiera, joder esta mujer me vuelve loco de verdad.

Podía sentir su nerviosismo, pero no me importaba, quería dejarle las cosas claras.

-Y que te quedé claro que mientras seas mi esposa esta casa es tan tuya como mia ¿de acuerdo?- ella sólo desvió la mirada a otro lado -veme a los ojos por favor- le pedí deseando que clavara sus perfectos ojos perla en mi. Esos ojos son mi perdición.