¿𝑫𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂𝒔 𝒕𝒖́?

𝐀 𝐓𝐔 𝐋𝐀𝐃𝐎

Capítulo 14.

Naruto P.O.V.

-Repítelo de nuevo, repítelo de nuevo por favor- tome su cara entre mis manos si poder creerlo. Sus palabras me habían dejado atónito. Había dicho que me quería, Hinata había dicho que me quería.

Necesitaba que lo dijera de nuevo.

-Te... te... te quiero Naruto- repitió con su característico nerviosismo que me encantaba.

Jamas pensé que unas simples palabras pudieran acelerar mi corazón de esta manera, esta mujer con esas simples pero hermosas palabras me habían hecho el hombre más feliz del universo.

Era mía.

Era mía y me quería, era de ella y la quería. Con esas simples palabras ella me había marcado, con esas palabras ella se había marcado como mía. Ahora nadie en el mundo podrá apartarme de ella, tendrían que matarme si quisieran hacerlo.

Y sin pensarlo más tiempo estampé mis labios contra los de ella besándola con la necesidad de fundirme en ella, necesitaba sentirla cerca.

La besaba de una manera intensa. La deseaba, la deseaba más de lo que alguna vez pensé desear algo, me volvía loco y créanme que en estos momentos me importa muy poco el hecho de que voy tarde a mi misión.

Mi misión en estos momentos es demostrarle lo mucho que la deseo y sobre todo lo mucho que la quiero.

La quiero como a nada en el mundo...

-Veo que has encontrado lo que tanto inconscientemente has querido y deseado- abrí mis ojos como platos deteniendo por completo lo que estaba haciendo. Se me bajo la sangre hasta los pies, estaba en shock.

Cerré y abrí los ojos un segundo y todo mi alrededor de volvió negro.

Pero yo no podía dejar de pensar en esa voz, esa inconfundible voz.

Su voz me había descolocado por completo, mi corazón se detuvo por unos segundos para después comenzar a latir desenfrenado. Sentía mis lágrimas acumularse en mis ojos.

-Estoy tan feliz por ti- no podía creerlo, jamás pensé volver a escuchar esa voz de nuevo.

Me voltee rápido en dirección a donde provenía esa voz y no podía creerlo, jamás en mi vida pensé que volvería a verla. Mis lágrimas comenzaron a desbordarse de mis ojos.

-¿ma-ma- mamá?- la voz me temblaba, no podía creerlo, era mi madre quien estaba parada frente a mi con una gran y hermosa sonrisa.

-Naruto- dijo extendiendo sus brazos a lo que yo no lo pensé dos veces y corrí a ella para abrazarla. No entendía lo que pasaba pero tampoco pensaba averiguarlo, estaba con mi madre y no quería saber el porque, solo sabía que no quería irme.

-Estás tan grande ya- dijo separándome lentamente de ella, algo que no permití, sentir el calor de mi madre era algo que anhelaba y por nada del mundo quería dejar.

-No pensé que volvería a verte de nuevo- la abrace con mucha más fuerza. Jamás pensé que algo así volvería a suceder -¿acaso estoy muerto?- me separé de ella viéndola a los ojos. Negó con la cabeza riendo

- Estás en una especie de limbo- no entendía a qué se refería. Comenzó a acariciar mi cabello con ternura -pusiste todo tu empeño para volver a la aldea solo porque querías volver con ella- una punzada dolorosa recorrió todo mi cuerpo al recordar a mi esposa y sus ojos al verme desplomarme por lo sucedido.

-Hinata...- dije separándome lentamente de mi madre.

-Con que así se llama la mujer de tú recuerdo subido de tono eh- mi cara se puso caliente al instante, joder mi madre había visto eso, jamás me pensé en esta situación, era vergonzoso.