Si el día de ayer pensaba que era caótico, hoy es peor. Todo el mundo va corriendo a todos lados si siquiera mirar por dónde va. Probablemente haya sido el día que más insultos he escuchado en lo que llevo trabajando aquí.
He llegado más temprano de lo que debería ya que quería hablar con Marta. Lo que menos quiero es tener problemas y con Colin aquí eso esta asegurado. Así que le he pedido que por favor nunca nos ponga en el mismo equipo, que ha ser posible coincidamos lo menos posible.
Para mí suerte Marta es una mujer maravillosa y no ha echo muchas preguntas. Además, diciéndole que nos conocíamos de la cárcel, dedujo que nada bueno salió de esa experiencia.
Estábamos terminado de arreglar uno de los ventiladores para los nuevos despachos cuando uno de los taladros se rompió. Y, como siempre, mandan al novato. Así que me monté lo más rápido que pude en el ascensor para no hacer perder mucho tiempo a mis compañeros.
- ¡Dios, por los pelos! - dijo una persona entrando rápidamente en el ascensor, que estaba a punto de cerrarse
- Buenos días - dije sin levantar la mirada del suelo
- Buenos días - "dios mio, esa voz"
- Em hola - dije tímidamente
- Anda, hola. Perdona llevo un día muy ajetreado. ¿Usted trabaja aquí?
- Si
- Es la primera vez que lo veo
- Soy de mantenimiento
- Sí, sí. Por eso lo digo. Con todo el tema de la reforma este último año he conocido a prácticamente todo el personal de mantenimiento
- ¿Reforma?
- Es un tema privado
- Oh, disculpe entonces el atrevimiento - contesté
- No por favor. En realidad si trabaja aquí pronto se enterará, es como un secreto a voces - dijo sonriendo- "Dios como echaba de menos esa sonrisa" pensé
- Hace tan solo un mes que he llegado, supongo que esa reforma de la que habla ya esta más que terminada - respondí
- Si, de echo la apertura es este sábado
- Deduzco entonces que usted también trabaja aquí
- Madre mía que modales. Soy Alister Danot Thomas - dijo extendiendo su mano
- Derek - al tomar su mano una corriente eléctrica sacudió todo mi cuerpo. Nos miramos un segundo y por un momento sentí que los dos sentimos lo mismo. Pero aparto su mirada y retiró su mano
- ¿Derek....?
- Tan solo Derek
- Bueno Derek, ya nos veremos entonces - dijo mientras salía del ascensor
- No me ha dicho donde trabaja - le exclamé
- Planta 27
En ese momento giré bruscamente la cabeza en busca de los números del ascensor.
"Planta 27. A.D.T."
- ¿Quién eres ahora Alister? - me pregunté
Eran las dos y media y por fin este día tan agotador estaba a punto de terminar. Pero no todo podía salirme bien y para mi mala suerte y la de mis compañeros una nueva urgencia se presentó.
- Antes de que os vayáis - dijo Marta - es la planta 27
- Dios - dijo Laura
- Ya sabéis que todo lo que veáis u oigáis allí es confidencial. El sábado es la inauguración y todo debe de ser perfecto y sorpresa así que no quiero a nadie comentando absolutamente nada. Vais, ayudáis en lo que os digan y os vais, ¿de acuerdo?
- Si - dijimos al unisono
- ¿se puede saber qué es lo que hay en esa planta para que este todo el mundo tan nervioso?
- No se sabe. Dicen que puede ser la nueva sucursal de Danot lab
- ¿Y...?
- ¿No sabes quién es?
- Llevo preso los últimos años
- Es un ingeniero biomédico mundialmente reconocido, las empresas lo adoran. Es un genio
- Vaya...
- Y guapísimo - dijo Laura
- Y gay - replico uno de mis compañeros
- No se sabe
- No me jodas Laura. Siempre se le ha relacionado con chicos
- Pero el nunca ha dicho nada
- El nunca habla de su vida privada, que es distinto
- Bueno dejad el cotilleo que ya estamos aquí - dijo el jefe de equipo
La tensión se podía palpar en el ambiente y cuando las puertas del ascensor se abrieron sentí como todos contuvimos la respiración. Aquello era sencillamente espectacular. Un gran hall se abría ante nuestro ojos nada mas salir del ascensor. Una gran mesa redonda central con un cartel arriba indicando secretaria es lo primero que te encontrabas. Y rodeando esa mesa se extendían cinco largos pasillos.
Laboratorios, despachos, sala de juntas, laboratorio central...todo eso y miles de carteles más se extendían por toda la planta.
Conformen nos fueron diciendo todo lo que había que hacer nos fuimos dividiendo. Eran las tres de la tarde y ninguno queríamos estar ahí mucho tiempo.
Yo, junto con dos de mis compañeros nos fuimos a la sala de juntas donde debíamos de arreglar un par de ventanas y una de las puertas automáticas. Para nuestra mala suerte un grupo de hombre perfectamente vestidos entre los cuales se encontraba Alister, estaban allí por lo que debíamos trabajar con ellos en la sala.
- ¿Te acuerdas que te comente que había un hombre que había estado preso por asesinato y todo eso? Es el
Sentí la mirada de Alister sobre mí pero me negué a voltearme. No soportaría ver su cara inspeccionándome, juzgándome por ser un criminal.
- Señor - le dije al hombre al lado de Alister - ya he terminado
- ¿Seguro que lo has echo bien? - escuché las risas de los allí presentes
- No es la primera vez - respondí tajante
- Los cursos en la cárcel no son precisamente garantía - comencé a apretar fuertemente mis manos intentando controlar la ira. Todos me miraban y en sus caras podías ver como disfrutaban de la humillación
- He trabajado con mis compañeros en más ocasiones. Aprendi de ellos - dije en lugar de darle el merecido puñetazo
- Vete y tu - dijo señalando a mi compañero - revisa el trabajo de este
Salí prácticamente corriendo de allí y me encerré en el primer baño que encontré sin importarme si podía o no estar allí. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan indefenso como ahora. He experimentado peores humillaciones pero en la cárcel e incluso en mi vida pasada las cosas eran distintas, podía defenderme. Pero aquí era solo ver, air y callar. Cada uno de los insultos, miradas y humillaciones tenia que guardármelas y eso me estaba ahogando.
Estaba mareado, con ganas de vomitar y sintiendo cómo el mundo se desvanecía a mis pies. Como pude me desabroche el uniforme en busca de aire, pero este no llegaba.
Estaba teniendo un ataque de ansiedad.
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Todo vuelve
RomanceLa mayoría de los exconvictos solo quieren una nueva oportunidad en la vida. Reinserción en la sociedad le llaman. Un grupo de exconvictos son obligados a realizar trabajos sociales como oportunidad de integración en la sociedad. La vida no puede se...