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Riki tenia una mueca de asco en la cara, mientras su mejor amigo suspiraba como un tonto.

Habia pasado una semana del recital, y Sunoo se habia encargado de recordarselo a Riki cada dia.
Se sentia alegre de ver a su amigo salir por fin con el chico que le gustaba hace meses, pero tambien no queria que se ilusionara tanto, Sunoo amaba muy facilmente y eso asustaba a Riki, que el rubio no reciba el mismo amor y lo lastimen.

-Ni-ki, pasame la botella.-le pidió Sunoo mientras se quitaba el resto de tierra de sus manos.

Habia trasplantado sus rayito de sol con exito, y estando bajo el sol por tantos minutos lo tenia con la garganta cerca.

-Ah...-solto aliviado, cerrando la botella mientras su amigo lo miraba.-¿Que es esa cara Nishimura?

En respuesta, Riki le tiro con el peluche de Toto, que le pego en la pierna, aunque fue tan suave que Sunoo ni lo sintio.

-Cállate, Park.

-Infantil.-Sunoo puso los ojos en blanco, y le dio una mirada a su colorido jardin.-Hablo en serio, ¿en que piensas tanto?

-En que eres un tonto.-dijo con honestidad Riki, riendose un poco de la mala cara de su amigo, para terminar en un suspiro.

-Tranquilo Ni-ki, estara todo bien.-Sunoo se acerco y le revolvio el cabello castaño, lo conocia muy bien, después de todo eran mejores amigos desde niños.-No hay razón de que te preocupes.

-Espero que tengas razón.-murmuro luego de soltar un suspiro Riki, cerrando los ojos.

-Vamos a comer algo.-le dio un empujoncito el rubio, y entraron adentro de la casa Kim.

-Oye, ¿Y el peluche de Toto?-escucharon al hermano de Sunoo, Beomgyu, quejandose.

-Ni-ki.....

˖ 𝐌𝐞𝐝𝐢𝐚𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞s𖥨• SunsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora