—Qadesh—La voz del doctor Harrow resonó en el silencio de la habitación. Una enfermera rubia que estaba sentada ante él.—Enfermera entiendo que su trabajo aquí ha sido arduo y muy bueno.
—Doctor...—la enfermera Qadesh pasó saliva preocupada por la situación.
—Ha hecho lo mejor que puede, pero el señor Lockley no parece mejorar ¿entiende eso?
Qadesh soltó un hondo suspiro apoyandose en el respaldo de la silla del consultorio. Tomaba de la mano a su paciente: un hombre pelinegro con rizos desordenados, vestido de una bata roja para identificarlo como paciente con problemas de ira. Este permanecía con la cabeza baja, babeando debido a la deshidratacion debido a que estaba cedado para que no se pusiera violento y tenía una cinta en el tabique de la nariz, debido a que se había lastimado.
—Qadesh—Volvió a hablar el doctor Harrow—La idea era que lo ayudaras a mejorar, no que alimentaras sus fantasías. Ya habiamos logrado eliminar a sus personalidades Marc y Steven, que creó de niño, y ahora ¿se rompe la nariz porque subió al techo por decir que era un caballero lunar? Por dios, Qadi, si incluso dice que eres una diosa. Entiendo que lo diga por sentido figurado, pero no le estás ayudando. Se te asignará al señor Russell como tu unico paciente a cargo y nada más.
—Pero...¡Doctor, Jake es mi responsabilidad! —Exclamó la enfermera limpiando la saliva de su paciente.—Por favor, Jake y yo ya teníamos algo. Ya habiamos avanzado...
—Si y en eso que tanto tenían terminó en un hijo ¿como crees que tu hijo de 13 años va a reaccionar al saber que tuviste un hijo con un paciente psiquiatrico?
La enfermera no dijo nada, solo se quedó callada, sorprendida ¿cuando habia tenido un hijo? Miró a Jake–su paciente–Que apretaba su mano aferrandose a ella y solo riendo bajo ante las palabras del psiquiatra. Alzó la mirada, viendolo con una sonrisa desquiciada y su pupila derecha dilatada y con un tic en su parpado inferior derecho. Amenazó al doctor que no le hablara así a la enfermera y solo se levantó. Harrow volvió a mencionar que todo lo que había vivido no era mas que su simple cabeza: no existía un Marc Spector, ni un Steven Grant. No tenía una hija llamada Diatrice, pero si un hijo, cuyo nombre era Demmian y esperaba a su madre en recepción.
Nunca fue un avatar de dios egipcio, todo había sido creado por su mente en su día a día en el hospital y que había tenido una aventura con su enfermera, a quien embarazó hace trece años(lo que llevaba encerrado en aquel hospital). Jake se miró las manos y miró al enorme ventanal a su costado donde se reflejaba. No encontraba a sus otros dos alters y eso lo desesperó demasiado. Cayó de su silla bastante asustado y abrazandose de las piernas de su enfermera, quien solo le acariciaba el cabello sin aún entender que sucedía realmente.
Sentó a Lockley en su silla de ruedas y ambos caminaron a recepción, hasta que su mirada se encontró con un precioso niño rubio de ojos oscuros, quien solo les sonrió.
—Hola mami—El pequeño Demmian saludó con la mano viendo a su madre trabajando.
Jake extendió la mano para tocar a su hijo, quien al tener la mano de su padre en la cara solo lo miró dudoso, pero dejando que su padre lo analizara bien con el tacto. Lockley alzó la mirada a Qadesh, quien solo se encogió de hombros y le indicó a su hijo que la siguiera, hasta que de por debajo de su bata de trabajo sacó un arma y se la entregó a su hijo, quien empezó a dispararles a todos, mientras ella llevaba a su paciente por el largo pasillo hasta la salida.
—Hoy te toca perder—Dijo Qadesh al doctor Harrow, quien los miraba de pie en la entrada, para despues el menor les disparara.
Un auto estaba afuera esperandolos: una enorme limusina blanca que estaba siendo conducida por un hombre alto, delgado, de cabello castaño hasta los hombros y la voz ronca.
—Tardaste siglos—Dijo el chofer mientras ayudaba a la enfermera a subir a Jake a la limusina.
—Tenemos mas de 3000 años, no tienes que quejarte—Qadesh suspiró subiendo a su hijo al auto, para encender un cigarrillo y tirarlo en el pavimento. Subió al auto y miró a Jake, quien no entendía nada, pero una sonrisa psicopata se dibujó en su rostro al reconocer a las personas a su al rededor.
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EL LLANTO DEL NILO(Mr Lockley segunda temporada)
FanfictionHan pasado 13 años del corto romance de Jake Lockley y la diosa Qadesh. Un viejo enemigo está acechando y hará todo lo posible para arrebatar la felicidad de la familia Spector y de la diosa de la belleza