Raph y Mikey... ¿¡Son hembras!? [Leonardo x Rafael & Donnie x Mikey]

VII

Capítulo VII: Culpa

+18 Sexo de confort

Siente el deseo de llorar cuando Raphael simplemente lo besa, sus besos son tímidos y dulces, el tiempo cambia mientras se besan, en un momento se vuelve extenuante, los labios, los dientes y las lenguas chocan.

Luego es dulzura, un beso tierno y sostenido en su labio inferior, sus pensamientos intentan abrirse paso una o dos veces, pero se desvanecen, eventualmente, Raph acaricia su cabeza mientras él se inclina para descansar en su pecho, escuchando el latido distante de su corazón, sorprendiéndose cuando después de unos minutos el cuerpo de Raphael empezó a temblar con intensidad.

- ¿Raph?, ¿Qué pasa?, ¡¿Raphie?!

- Estoy... Estoy bien Leo - tomo aire intentando calmarse, Leo se había alejado un poco lo que le dio espacio para intentar relajarse pero aún así, el golpe llegó cuando sintió las ligeras cicatrices que su hermano tenía en el cuello, el efecto narcótico del amor tiene sus límites después de todo, siente tanta culpa que se queda sin aliento y apaga la euforia por un momento.

Por un momento no sabe que hacer exactamente, tan asustado como había estaba se había levantado abruptamente de la cama de Raph, casi cayendo, solo casi, y es entonces cuando su hermano lo mira confundido,

- Ven a la cama - Raph susurra y él empieza a temblar, sube a la cama con cuidado, sacando una risa suave de su hermano cuando batalla un poco con los botones de su pijama y entonces él está en sus brazos, y Raph está en los suyos.

Se besan mientras sus manos se deslizan por el rostro de Raph, él lo mira mientras su mano traza las a tientas su hombro, acariciando la cicatriz, sin desearlo se detiene tensando su cuerpo ante la sensación y la culpa que esta desencadena.

Sabe que Raph tan intuitivo como suele ser nota eso así que besa su mejilla, acaricia con su nariz de arriba a abajo por su mandíbula, como si intentará distraerlo por un momento, un poco más relajado, lentamente se acuesta encima de su hermano mayor.

Las luz tenue de las lámparas que Raph tiene en su habitación hacen que todo en general parezca un sueño, y vaya que lo era, si alguien le hubiera dicho a su yo de 14 años que en algunos años se encontraría en esa situación no lo hubiera creído, era demasiado fantasioso, demasiado irreal, pero el dulce toque a lo largo de su mejilla, le dicen que es real, Raph quiere esto, él lo quiere.

Si se despierta ahora en su propia cama, nunca se recuperará del todo. Si eso era un sueño, odiará dormir por el resto de su vida.

Coloca su mano entre las piernas de su hermano y cierra los ojos cuando siente lo húmedo que estaba, Raphael vuelve a besarlo mientras lo guía entre sus muslos, diciéndole en silencio lo que quiere.

- Raph... - gimotea, el interior es tan cálido y húmedo que está seguro de que se derretirá. El dulce aroma de su hermano lo envuelve otra vez, besa todo el cuello, ocasionalmente lamiendo la piel con cuidado, provocando pequeños jadeos y gemidos, con cada jadeo puede sentir como la entrada se contrae y lo succiona más adentro.

Se inclina hacia atrás para estudiar las facciones de su hermano, ojos cerrados, con los labios posiblemente magullados debajo de una de sus manos cubriendo los sonidos que salían de su boca apoyando su peso sobre uno de sus codos, un cosquilleo placentero lo atraviesa mientras disfruta la vista, incluso en una escena inmoral como esta, Raph se ve tan hermoso, su corazón se aprieta, y tiene que luchar contra un estremecimiento violento. Sus caderas tiemblan por el esfuerzo de tratar de no comenzar a golpear descuidadamente el calor húmedo, toma aire y comienza a entrar y salir, tan suavemente como puede.