VI

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Capítulo VI: Muy mala idea

Despertar con la boca seca y un dolor punzante en la cadera realmente no era mejor sentimiento, pero maldita sea, hubiera sido mejor que despertar totalmente relajado con su hermano menor en sus brazos, haber hecho lo que hizo fue en retrospectiva una mala idea, no, fue muy mala idea, ahora estaba jodido, en varios sentidos, acarició la cabeza de Leo con cuidado pensando en, ¡¿Qué haría ahora?!

Se enderezó con suavidad y miró a un Leo profundamente dormido, sintió una gran oleada de culpa zumbar en su cabeza cuando pensó en lo que habían hecho, Leonardo era su hermano menor, no estaban biológicamente relacionados, pero aún así habían crecido juntos, de cierta manera aún lo seguía viendo como un niño pequeño, claro que "ese niño" en cuestión había acomodado sus intestinos hace unas horas.

Se dió palmaditas en el rostro mentalmente cuando salió de su trance, tenía que limpiar el desastre que habían hecho, si tenía suerte nadie escucho lo había pasado, luego hablaría con Leo, podrían olvidar el asunto y nadie saldría lastimado, miro el reloj digital que tenía en su habitación, eran las 4:45 de la mañana, bien, al menos tenía tiempo antes de que alguno de sus hermanos o su padre despertaran.

Tenía que llevar a Leo a su habitación, y volver a vestirlo, al moverse comenzó a sudar frío, ¿Alguien los había escuchado?, sacudió la cabeza y se puso en marcha otra vez y mientras más tiempo pasaba sentía como si estuviera escondiendo las pruebas de un crimen, arreglo rápidamente la cama, limpio y vistió a Leo con su característica pijama azul para colocarlo en su cama, casi parecía que se vino y se fue ya que no se despertó bajo ningún movimiento que hizo.

Con casi todo resuelto fue al baño, tenía que asearse para intentar quitar el olor y fluidos que de seguro tenía impregnados en su cuerpo, se miro en el espejo, inhaló con fuerza al mirar a profundidad, era un desastre, Leo lo había dejado su cuello y hombros llenos de mordidas.

— Mierda... — soltó con voz ahogada, tendría un largo día, afortunadamente su factor de curación haría que eso desapareciera en algunas horas, tenía un poco de suerte, ¡Gracias Barry!

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Parpadeo varías veces, entre su bruma de sueño podía escuchar fragmentos de la conversación de sus hermanos, levantándose perezosamente al intuir hacia donde iba la situación, indeciso en ir con Donnie, su habitación era la más lejana, de seguro no escucharía nada ahí, tomando finalmente la decisión de ir al vagón de su hermano de caparazón blando cuando escuchó la puerta de Raph abrirse, realmente no necesitaba esa clase de sonidos acompañando su noche.

Podía ver luces tenues salir de las ventanas de la habitación de Don, lo que indicaba que seguía despierto, deslizó la puerta con cuidado, entrando y cerrando detrás de él, el mayor lo miro fijamente cuando ingreso, sin estar seguro de que decir, pero finalmente hablando cuando volvió a quedar frente a la pantalla de su computador.

— Pensé que seguías enojado conmigo.

— No estaba enojado, solo no me gusta que me traten como si fuera un niño pequeño...sobre todo cuando eres tú — se acercó lentamente a Don sentándose a tientas sobre sus piernas, quedando frente a frente.

— Mikey, esto es importante...yo realmente...

Al escuchar el tono de voz de su hermano sabía que algo no estaba bien, miro la pantalla de la computadora curioso de que era lo que estaba pasando, observando como lo que sea que estuviera haciendo ya había llegado al 100%.

Raph y Mikey... ¿¡Son hembras!? [Leonardo x Rafael & Donnie x Mikey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora