Raph y Mikey... ¿¡Son hembras!? [Leonardo x Rafael & Donnie x Mikey]

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Capítulo I: Un olor inusual

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Masturbación

Cambió de posición para dormir una docena de veces, pero nada era cómodo. No estaba seguro de cuánto tiempo pasó desde que se acostó por primera vez, se sentía como si hubieran pasado horas y al mismo tiempo solo unos minutos.

Levantó sus mantas y miro el leve bulto que se formó en sus pantalones de pijama, pasó una mano por su rostro, "¿Por qué?" se preguntó sosteniendo sus mantas con frustración.

Estaba sufriendo, encerrado en su habitación cubriéndose con sus mantas por si alguien entraba de imprevisto, cosa casi improbable teniendo en cuenta la hora, aún así estaba avergonzado, tenía una dura erección que parecía no querer bajar o ceder de alguna manera bombeaba lo suficientemente lento como para no balancear su cama.

Dios, si ese era el castigo por ser un idiota toda su vida quería pedir perdón de rodillas para acabar con esta tortura, no sabía el porque de su reciente excitación siendo las 2 de la madrugada, intentaba hacerlo de la forma más silenciosa posible, por su mente pasaba el recuerdo de cuando se dejó llevar y al día siguiente Donatello le dijo molesto "León tócate despacio, necesito dormir".

Impulsado solo por la necesidad de correrse, pensó en varias cosas pero no logro mejorar la situación, con la mente más relajada meditó que realmente no quería ensuciar su cama, empujando la situación a pasar varios escenarios no eróticos para que la erección desapareciera, frunció el ceño para sí mismo, niebla se acercaba sigilosamente a su mente, su cabeza comenzaba a dar vueltas, podía reconocer una espiral mental a una milla de distancia.

Debía detenerse o se vería obligado a soportar la miseria de sus recuerdos terribles y odiosos, ya había sido demasiado tarde cuando revivió los horribles recuerdos del Krang y todo lo que habían pasado por su culpa; Rafael dándole su cápsula de escape, Rafael siendo controlado por el Krang, Rafael luchando contra él y el miedo que tuvo de perder a su hermano en ese momento regreso, sudor frio le recorrió la nuca, saco su cabeza de entre las mantas y tomo aire desesperadamente, la erección desapareció totalmente lo cual era medianamente gratificante.

Se levantó de su cama de forma rápida, arrepentido cuando el dolor brotando de las grietas en su caparazón lo sacudió con fuerza, se encamino a la habitación de su hermano mayor para ver cómo estaba y asegurarse de que estuviera bien, ya habían pasado meses desde todo el caos con los Krangs y Casey, pero aún recordaba las palabras del joven, sus hermanos muertos, un escalofrío recorrió su cuerpo, mientras deslizaba la puerta sin hacer ruido y entraba de forma discreta a la habitación, mientras cerraba con cuidado.

Parpadeo múltiples veces, apretando sus manos ligeramente, si bien el cambio abrupto al subterráneo abandonado dónde vivían actualmente era mejor en términos de higiene, se percató de algo raro, un olor dulce, que no era realmente fuerte pero sacudió algo dentro de su sistema, decidió ignorarlo acercándose sigiloso a la cama del mayor, deslizándose de manera habil en la habitación, vio a Rafael durmiendo, con el pecho subiendo y bajando de modo tranquilo, más tranquilo subió a la cama, recostandose encima del plastrón de su hermano, cerro sus párpados, relajándose, escuchando los suaves latidos de su corazón.

Sabía que Rafael no diría nada si lo encontraba ahí por la mañana, no sería la primera vez de todos modos, y tampoco sería el único de sus hermanos en hacerlo, tras la pelea contra esos horribles aliens Miguel Ángel no quería dormir solo, corriendo por las noches a colarse en las habitaciones de sus hermanos, sobre todo en la de Donatello o en las últimas semanas, Rafa.

Enderezo su cuerpo, mirando fijamente a su hermano, sus ojos se posaron en la cicatriz que tenía en el hombro, bajando hacía la grieta en su pecho, subió su mirada hacia el rostro de su hermano, acaricio suavemente con sus nudillos la leve cicatriz que tenía bajo su ojo, retiro la mano inmediatamente cuando Raph movió la cabeza ligeramente ante el toque, volviendo con cuidado a su posición original, no podía entender como Rafael no estaba enojado con él, todo lo que había obtenido del mayor tras la pelea había sido apoyo y cariño, no lo merecía.