Inseguridades.

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Paris.

Vivir con parejas es demasiado complicado.

Vivir con tus amigos es genial pero, cuando ellos se consiguen sus parejas y quieren integrarlos al grupo... es demasiado complicado. No me mal entiendan, me cae muy bien Jenn y Blue pero debo admitir que han cambiado a Phillip y Steve.

Aparte que Rafe y Lilly en su matrimonio no oficial nos están llevando al infierno. Rafe no habla con nadie pues Lilly era lo único que lo conectaba con nosotros y Lilly no viene aquí. La extraño.

Daniel ha venido unas cuantas veces y se ha quedado a dormir también, el y Rafe hablan mucho y no entra en mi cabeza de que tanto pueden hablar. Dean está algo celoso, no solo de Rafe, sino también de Artie.

Artie me contó que fue a Escocia a unos "asuntos personales", a lo que yo solo pude reírme, todos sabemos lo enamorado que Dean tiene a Artie pero, desde que Daniel pasa mas tiempo aquí, Artie ha dejado de prestarle atención a Dean, así que ahora Dean y yo nos hemos vuelto más cercanos.

—¿Has visitado a Lilly?— Dean me pregunta mientras le quito la cáscara a unas granadas.

—No... no he tenido tiempo ¿tú?

—Tampoco...

—Creo que Carlo si la ha visitado pero no estoy segura...

—¿Nadie más ha ido a visitarla?— pregunta Dean algo preocupado y me detengo a pensar por un momento. Steve y Blue se fueron a New York por unos días, Jenn y Philip están en su luna de miel de novios, Artie simplemente no se le ha cruzado por la mente visitar a Lilly y yo no he tenido tiempo por el trabajo.

—Creo que no...— digo por fin. Carlo aparece en la entrada de la cocina, se ha dejado crecer el cabello y esta mas bronceado, lleva el mismo outfit de siempre, pantalones blancos holgados y una camiseta color crema.

—¡Carlo!— Dean exclama— ¿Has ido a visitar a Lilly?— Carlo se acerca al bowl en donde estamos dejando las semillas de las granadas y toma un puño para metérselas a la boca.

—Un par de veces, solo para ayudarla a instalar unas cosas— dice con la boca llena.

—¿Y Rafe descubrió en donde vive?— decido preguntar sin mirarlo.

—No... tampoco se ve muy deseoso de hacerlo.

—Iré con Lilly hoy— digo decidida y me pongo de pie.

—¿Te llevo?— Carlo se ofrece y eso hace que mi corazón se detenga por un momento.

—Por favor— digo en voz baja. Aún no compro mi auto y el apartamento de Lilly esta como a unos 30 minutos de la casa.

Una vez en el auto el ambiente no es incomodo pero si tenso.

Tengo que confesarlo. Me acosté con Carlo la noche que regresó de Italia, y la noche siguiente y la siguiente. Estuve un año enamorada de él, me mentiría si digo que ya no estoy enamorada de él pero, mi orgullo es más grande que mi amor por él, me humilló, me trató de una manera tan pobre que hizo cuestionarme mi verdadero valor, me prometí no caer en él de nuevo.

—También puedo pasar por ti si quieres...— dice nervioso.

—Me quedaré a dormir no te preocupes.

—Bien... si necesitan algo no duden en llamarme— dice y yo solo asiento— Paris, por favor...— dice después— No te entiendo...

—¿Qué?

—No te entiendo...— repite— No me hablas ni para desearme feliz cumpleaños y cuando regreso te escabulles a mi habitación en medio de la noche, me tratas como cuando éramos novios pero llega el día y apenas me miras... ¿que es lo que quieres de mi?— su voz suena cansada, yo solo estoy mirando hacia la carretera. En silencio— Sabes que lo de Lilly ya se me pasó, solo estaba confundido... te quiero a ti.

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