Goku x Serafall

Capítulo XVII.

Todos los ojos se clavaban en el recién llegado, ahora sí se había vuelto el centro de atención. Su apariencia de por sí era bastante peculiar, pero con lo recién hecho ya no podría pasar desapercibido nunca más en tierras demoníacas.

¿Y cómo no?

La deseada reina demonio Serafall Leviathan lo había besado, en frente de seres sumamente importantes de la mitología y sin siquiera dudarlo demostrando una relación que ya tenía tiempo.

-Este lugar es muy grande Sera-tan, me costó mucho encontrarte -el joven Goku habló divertido mientras miraba los alrededores con leve interés.

-¿En serio? Me sorprende que no te hayas pedido con lo distraído que eres o que al menos no hayas causado algún alboroto -la Leviathan reía ante aquella idea alegre por estar conversando con el azabache.

-¿Qué me quieres decir? -preguntó el saiyan entrecerrando sus ojos causando las risas de Serafall.

-¡Naaada! -respondió la muchacha dando una media vuelta para posteriormente sostener la mano del Son- Simplemente me alegra verte aquí -mencionó con una tierna sonrisa.

-Ya veo, y eso que me costó un poco encontrarte -habló Goku rascando su nuca con su mano libre- Aunque también hice amigos -agregó mirando de reojo al Bael que también miraba incrédulo la interacción entre la Maou y Goku.

No creía que Goku le hubiera mentido sobre conocer a la diablesa, sabía de sobra lo amable que era esta, pero no se esperaba para nada el tipo de relación que estaban mostrando, sin dudas estaba impactado como muchos otros, aunque curiosamente alegre de ver feliz a la Leviathan.

-¿En serio? Me alegra oir eso -habló la azabache sonriente detallando a Goku- Oh, mira como tienes el rostro -mencionó la diablesa con leve asombro mientras sacaba un pañuelo blanco y comenzaba a frotar la mejilla del saiyan- Has estado comiendo bastante, ¿no es así? -preguntó la oji violenta recibiendo unas risas afirmativas de Goku.

-Me dio hambre buscarte -respondió el Son riendo.

Eso causó unas cuantas risas de la diablesa que tras terminar de limpiar el rostro de Goku sostuvo su mano con la suya propia nuevamente.

-¿Y qué es este lugar? Puedo sentir que hay muchas personas con un ki similar al tuyo, pero también hay distintos -preguntó curioso el Son mirando hacia la dirección del Dios nórdico Odin, quien tampoco lo perdía de vista, al igual que su asistente y Vlakyria.

-Estas en el inframundo, Goku -respondió la demonio asombrando un poco al saiyan que volvió a mirar a las personas.

-Ya veo, todos son demonios, esta es su casa -Goku chasqueó sus dedos captando todo a la perfección- ¿No crees que haya alguno fuerte que quiera pelear? -preguntó emocionado Goku bastante similar a un niño.

-Otra vez con eso, ¿por qué mejor no disfrutas la fiesta a mi lado? -preguntó de forma infantil la demonio abrazando uno de los brazos de Goku.

-Hmmm, está bien supongo, hay mucha comida -mencionó Goku calmando sus ansias de pelear, además aún estaba pendiente lo de Sairaorg- Además estoy más aliviado de verte bien, temía que estés como cuando te encontré -explicó Goku inocentemente cosa que causó que Serafall abra levemente sus ojos.

-"Él realmente estaba preocupado" -pensó mientras un rubor se apoderaba de sus mejillas acurrucandose más por el brazo de Goku quien notó esto.

-¿Te pasa algo Sera-tan? -preguntó levantando una ceja recibiendo una mirada de Serafall cuyos ojos parecían brillar de lo feliz que estaba.

-No, es que estoy feliz de verte -respondió con simpleza y esbozando una tierna sonrisa a Goku.

-Ya veo -fue la corta respuesta de Goku, no creyó que haya más de qué hablar.