Epílogo

422 44 6
                                    


Esa última semana fue un caos total, estaban tan llenos de tarea y proyectos que solo de pensar en su futuro de universitarios les provocaba unas tremendas ganas de llorar.

También estaban cansados, tanto que durante su primera semana de novios solo se habían visto en su trayecto de ida y regreso a la escuela. Era frustrante, molesto y sobre todo desilusionador.

La única buena noticia en todos esos días (además de su noviazgo) habían sido sus casi excelentes notas, las cuales habían hecho tan felices a sus respectivos padres que tendrían permisos casi ilimitados para salir de casa, siempre y cuando fuera solamente con su reciente novio.

Todo era tontamente perfecto para su joven vida. Y lo amaban.

ꟷ No entiendo cómo le hace NamJoon para repartir exitosamente su tiempo entre SeokJin, la escuela y su vida social. Es un ídolo, debo aprender de él ꟷmurmuró HoSeok estando recostado sobre las piernas de su novio frente a la puerta de la residencia Park. JiMin rió y dejó de peinar los cabellos castaños para sacar su celular y mirar la hora.

Por fin era viernes por la tarde, los exámenes habían acabado esa mañana y ya tenían tiempo para compartir juntos, aunque sinceramente, la única diferencia con los meses anteriores, era que HoSeok se negaba a separar sus labios del rostro del pelinegro. Era un sinvergüenza, pero al menos hacía sonreír a JiMin y eso valía totalmente la pena.

ꟷNovio hyung ꟷle llamó una vez dejó de tomarle fotos, HoSeok sonrió y lo miró desde abajoꟷ, ¿quieres salir mañana conmigo? Podemos ir al parque a jugar en los columpios e ir a visitar a YiXing hyung en su nuevo trabajo en el bar del centro ¿quieres ir?

El castaño asintió, sintiéndose estúpidamente feliz por volver a sentir las pequeñas manitos de su novio sobre su cabello, mientras hablaban sobre sus calificaciones y lo miserable que había sido esa semana sin hablarse o almorzar juntos.

Se mantuvieron así, recostados debajo de la ventana principal en la fachada de la casa hasta que el sol comenzó a esconderse y su ahora suegro llegó junto a su cuñado. No iba a mentir, el hermano de JiMin todavía le daba miedo solo por ser casi diez centímetros más alto que él. Por otra parte, sus suegros eran unas personas tan dulces que sin temor alguno se permitió darles un abrazo y rechazarles su invitación a cenar.

ꟷEntonces nos vemos mañana, ¿sí? ꟷmurmuró JiMin sin intención de soltar la cintura del mayor, apretándola tan fuerte que HoSeok solo se limitó a abrazarlo de vuelta mientras se movía con él de un lado a otro, fingiendo bailar.

ꟷPor supuesto, ya quiero tener mi primera cita oficial como tu novio.

ꟷHemos tenido tantas citas, que la única diferencia serán los besos ꟷdijo estando de puntitas para darle una serie de besitos en los labios que hubieran sido correspondidos, de no ser por el gruñón hermano mayor que los miraba de pie desde la puerta.

Un par de minutos después, cuando el chaparrito dejó de besarlo y se metió a su casa, HoSeok pudo partir a su propio hogar, sintiendo que volaba junto a las estrellas que resplandecían en el cielo sobre su camino.

El día siguiente pasó bastante rápido, desde que llegaron al parque poco antes del mediodía, hasta unos minutos antes de la hora de la comida, donde volvieron a la casa de los Park solo para alimentarse y volver a salir.

YiXing iba a estar esperándolos en la puerta de su bar (de su familia, mejor dicho) para que pudieran entrar gratis, y disfrutar de todo lo posible.

Y al menos JiMin lo hizo, mientras se reía del dramatismo de su novio que le contaba todo de lo que se acordaba de aquel día del vídeo, resaltando el vergonzoso episodio de «vomité tanto, JiMinnie, que de verdad no quiero acercarme al alcohol hasta que sea nuestro segundo aniversario».

JiMin no sabía si sonreír por la adorable expresión llena de vergüenza de su novio, o suspirar porque el chico los veía estando juntos por dos años completos. Le quería tanto y estaba tan emocionado, que no lo pensó mucho y simplemente se inclinó un poquito para darle un beso, provocando sin querer que dejara de hablar.

— ¿Bailamos? —murmuró, apenas alejándose y tomándole de las mejillas sonrojadas. HoSeok apretó los labios, en un inútil intento de evitar el tierno sonrojo que cubría sus mejillas y negó.

— Mejor dame más besos —pidió HoSeok, abriendo un solo ojo.

— Te puedo dar más besos mientras bailamos.

— No sé bailar —respondió al momento, inclinándose con la intención de volver a juntar sus labios con los del menor.

JiMin lo esquivó descaradamente, recibiendo el besito de su novio sobre su mejilla—. Ajá. Y yo soy más alto que NamJoonie hyung.

HoSeok se echó a reír mientras se levantaba y sujetaba con fuerza la manito de su chico para ir al centro de la pista de baile luminosa.

Park JiMin cumplió lo que había prometido y besó a su novio después de cada vuelta o paso coordinado a la perfección que los hacía parecer la sombra del otro.

Aquella primera noche bailaron mucho y se divirtieron aún más, tanto, que igual que cenicienta olvidaron que tenían que volver a casa antes de la media noche y tuvieron que esperar en la fría calle hasta el que señor Park, junto a su hijo mayor fueran a recogerlos.

Ambos enamorados estaban tan cansados que al acomodarse dentro del cálido auto, JiMin se deslizó hasta los brazos de su novio y se quedó tan dormido que ChanYeol tuvo que cargarlo hasta su habitación, dejando también a un HoSeok aturdido y medio dormido con una manta sobre el sillón de la sala.

Al día siguiente, ChanYeol no podía sentirse molesto por lo irresponsables que habían sido, y todo porque su madre y los dos mocosos habían preparado el desayuno más rico del mundo.

No podía hacer mucho. No cuando su hermano parecía mantener un tonto y eterno sonrojo en sus mejillas al mismo tiempo que HoSeok sonreía como estúpido cada que sus manos se rozaban por un par de segundos.

Suspiró y se revolvió el cabello. Tomó su taza de café y se dijo que tenía que resignarse pronto, porque seguramente esto no duraría un par de meses.

-

Fin.

¿Bailamos? -- HopeMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora