Marqué - Hyunghyuk

Capítulo 7

 Persiguió al pequeño en sus dos pies, vio como el menor caía pegándose con una piedra, se acerco a él y vio su tobillo sangrado, tomo la pata y la sobo.

—Vamos a casa— dijo y al ver que el menor no se transformaba lo cargo, era tan liviano de lobo como de humano, no batallo ya que el cuerpo era pequeño, al llegar a la camioneta la abrió con un poco de esfuerzo y coloco al menor en la parte trasera, el lobo estaba muy concentrándolo viendo, cuando cerró la puerta el menor se bajo el asiento y se coloco su cabeza en el porta-vasos que estaba entre los asientos delanteros, el mayor al entrar vio eso y sonrió, el menor gruño pidiendo atención.

El camino fue corto, mientras que con una mano manejaba la otra mano del mayor acariciaba la cabeza de pelaje blanco.

Al llegar el mayor abrió y el menor salió corriendo hacia la puerta donde se quedo parado esperando que abrieron cosa que no tardo en suceder, una beta abrió y el menor corrió dentro, el mayor entro y vio la cara de confusión de la chica pero lo ignoro, camino hasta donde estaba su habitación y al entrar vio a el lobo blanco acostado sobre la alfombra se agacho y acaricio el pelaje suave.

—Pequeño, transfórmate en el baño, en un momento te traigo unas prendas —el lobo no tardo en pararse e ir al baño.

Le entrego unas prendas cuidando de no ver demás al pequeño que sentía la inseguridad de este, el menor salió con un pants completo color azul celeste, cojeaba y el mayor lo cargo sin aviso haciendo que el menor soltara un grito.

Lo acostó sobre la mesa y levanto la parte baja del pantalón del conjunto del pequeño dejando a la vista una raspada, el menor aun no desarrollaba muchas cosas suspiro y llevo su boca a la raspada y empezó a lamer y vio como su saliva curaba completamente, bajo la prenda y toco el cabello mojado del menor quien tenía las mejillas rojas.

—Eres un niño— dijo y el menor solo lo vio con los ojos abiertos.

Habían pasado tres horas y ambos ya comidos estaban sobre la cama, estaba haciendo un frío infernal por lo que el menor estaba muy pegado al cuerpo del mayor.

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Hoseok estaba entrando en un club, necesitaba tomar, se sentía terrible, habían marcado a su amigo, quien era menor qué el, y él seguía sin una marca y Hyunwoo le había dado a entender que ya no lo quería ver en una llamada, estaba mal, triste y no tenia con quien ir.

Al entrar lo primero que vio en la zona VIP fue al Alfa besando a un omega que estaba sobre sus piernas, su corazón se oprimió y al fin las lagrimas que se estaba guardando salieron, había sido una idiotez ir ahí, salió sin tomar una gota de alcohol, no tomo taxi, corrió en su forma lobuna por las partes oscuras, corrió hasta llegar a una colina que estaba muy lejos, demasiado, no había ciudad, solo arboles, viendo la luna, sintió como todo su cuerpo se estremecía, le dolía mucho ser tan rechazado, sabía que el apellido Lee no era muy querido pero esto era peor, eran pocos los Alfas que se le acercaban y los que lo hacían nuca querían nada serio, creían que él era como sus padres que prostituían y se prostituían, pero él no sabía nada de ellos, y quien pensó que si lo quería terminó siendo igual a los demás, lo había hecho sentir como un gigoló y no lo era, sus lagrimas corrían, sentía a opresión en su pecho y un nudo en la garganta, ya no quería seguir así, no quería sufrir más, no quería regresar, sintió la presencia de un lobo, por la ausencia de olor supuso que era beta, se coloco a su lado.

—Cariño ven conmigo, será mejor que estar aquí, solo y sufriendo —dijo la beta sonrió y asintió, caminaron adentrándose en el interior del bosque.

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Hyunwoo estando en el club sintió algo extraño, su alfa trataba de decirle algo, no entendía y se rindió tratando de entender y siguió gozando de la presencia de ese omega, aunque en el fondo extrañaba a él omega de ojos azules como el océano.