Capitulo 15

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   Me gustaba mi nombre desde su boca y entonces recordé lo mucho que lo amaba, lo mucho que deseaba que me llamara a si todos los días. Hadassa estaba dentro del auto, supongo que también pensando si debía bajar de el o no. El y yo nos quedamos mirándonos fijamente, sin decir nada, no hacían falta las palabras si bastaba con eso, solo nuestra mirada, pero en medio de nuestro silencio volvió a retumbar en mi cabeza su voz. 

- Asher - pronuncio ella mi voz mientras entrelazaba su mano con la mía, pude ver el recorrido de sus ojos desde mi cara hasta mis manos - debemos irnos - dijo ella con recelo. 

- felicidades - entonces dijo el cuando entendió que ahora estaba frente a un hombre casado, ya lo sabía, no debía de sorprenderse, aunque una cosa es saberlo y otra es ver la realidad con tus ojos, Hadassa apretaba fuertes mis manos, era como quisiera a través de ella retenerme, como cuando se tiene miedo de que de repente esa persona se fuera a escapar de tu lado. 

- muchas gracias caballero - dijo ella mientras mis ojos se llenaban de lagrimas - ¿Quién es? - me pregunto bajo casi en el oído. 

- es - dije casi tartamudeando apenas sin poder hablar. 

- un viejo amigo - entonces se acercó a mi y yo podía sentir como mi corazón estaba a punto de estallar - me alegra verte - y me dio un abrazo y de nuevo volví a sentir que si, que estaba vivo, que el mundo volvía a tener sentido, sentí como si nada hubiera pasado entre nosotros, sentí que el tiempo se detenía en aquel justo momento, hasta que pude sentir como su mano se introducía en uno de mis bolsillos de la gabardina y entonces se separo - un placer saludarla señorita - le hizo un gesto amable y despidiéndose de mi se fue. 

  Yo quería correr detrás de el, aun me quede un rato de pie, viéndolo como poco a poco se iba alejando de mi. Las pulsaciones de mi corazón se dispararon, de repente volví a sentir esa sensación que solo el conseguía despertar en mi, si el hubiera querido justo en ese momento yo hubiese sido capaz de dejarlo todo por el, no me importaba donde, ni cuando, no me importaba mi familia, ni que pasaría con Hadassa, lo siento por ella, pero no quería nada mas que solo correr detrás de el. 

 Su brazo tirando de mi me empezaba a incomodar, después de verlo, después de estar con el, estar con Hadassa era lo que menos me apetecía en aquel momento, ir y portarme como su marido delante de su familia iba a ser una verdadera tortura aquella noche. Volvimos a montar en el auto y de nuevo mi mirada ausente de ella se volvió a perder tras las ventanas por las calles de un Berlín ahora mas triste que antes. 

- bienvenidos a casa queridos - exclamo la señora Cohen cuando nos vio llegar. 

- madre - respondió Hadassa fundiéndose en un eterno abrazo, como esa niña desamparada que busca refugio en los brazos de algún ser amado. 

- Asher - pronuncio mi nombre con menos efusividad, supongo que mi cara de pocos amigos le daba a entender que no deseaba estar allí. 

- suegra - respondí sin ganas. 

- entremos, la cena esta lista para ser servida, así no os coge tarde para volver a casa, la ciudad no es segura - comentó mientras rodeaba a su hija con su brazo y le daba besos en la cabeza - la casa no es la misma sin ti - le decía de forma cariñosa. 

 Al entrar una empleada se acercó ayudarnos con los abrigos, y entonces recordé que en mi bolsillo derecho había algo. 

- voy a pasar al baño un momento - dije ausentándome por unos minutos.

   Leí el papel de prisa, era una dirección con aquellas iniciales LCDLP, La casa de los prohibidos, volvían a reunirse y el quería que yo fuera, claro, ¿si no porque iba a dejar aquella carta en mi bolsillo? pero la fecha era justo para esa misma noche, no sabía como iba hacerlo, pero estaba claro que aquella noche me iría con el. Leer el papel me hizo sentir mejor y mas vivo que nunca, supongo que eso se vio reflejado en mi semblante al salir del baño y volver al comedor donde mi nueva familia me esperaba, de nuevo tuve esperanzas, si aquella noche al encontrarme con el el quería, sería la ultima que pasaría al lado de Hadassa. Salude al señor Cohen que amablemente me pregunto por mis estudios, mis padres, etc., parecía un buen hombre, pero algo dentro de el no me daba demasiada confianza, su madre era diferente, a ella se le veía venir, pero el padre de Hadassa era mas misterioso, mas silencioso y de vez en cuando lo pillaba mirándome, como si estuviera estudiando cada parte de mi, de mi comportamiento. 

La casa de los prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora