Capítulo II; consejos.

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─── ¿Debería seguirle la corriente?

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─── ¿Debería seguirle la corriente?

Quackity se encontraba junto a Vegetta, lo sentía más cercano para ser el que le pidiera consejos, no podía evitar sentir que él sabía más que los demás.

─── ¿Te sientes realmente cómodo con él? Luzu a veces es raro. ─── comentó cruzándose de brazos y acomodandose en el sofá.

─── O sea si, pero, como tu dijiste, es algo raro. ─── afirmó.

Prosiguió a contarle lo del día anterior, simplemente no entendía que sentía. Según el patito; era solo un amigo por el que sentía mariposas, le gustaba de cierto modo, pero no lo entendía del todo.

─── Debe ser la confusión, deberías dar el primer paso; él nunca lo hará. ─── confirmó el de ojos morados.

─── Primero debería saber que siente por mi. No quiero arruinar nuestra amistad ─── Quackity dejó salir un suspiro, algo cansado. ───, me moriría si eso sucediera.

─── Ojalá y no sea pronto. ─── Simplemente lo tomó cómo una broma.

─── ¡En serio! ─── Le reprochó el menor, sólo soltó unas risas suaves, entendiendo el que no le había gustado la broma.

─── Ya ya, modo serio.

─── Quizás, ¿estare haciendo algo mal?

Y mientras el mayor lo escuchaba para poder aconsejarle adecuadamente, habían ciertos ojos carmesí vigilando la escena desde lejos, no entendía de lo que estaba hablando porque claramente no los escuchaba.

La duda de que porque estába pidiéndole ayuda al de orbes violeta lo estába carcomiendo por dentro; ¿él no era suficiente para el patito? odiaba ese pensamiento.

¿Cómo siquiera podía pasar la idea de tenerlo entre sus brazos por el resto de la eternidad?... hasta que la muerte los separe es una idea; adoraba verlo sonreír, vivir junto a él era un objetivo. Oh si, iban a hacerlo sea como sea.

─── Tengo que apresuarme. ─── susurró observando cómo en la escena se adentraba alguien nuevo.

─── ¡Eh! ¿qué tal? no sueles venir aquí. ─── Rubius había entrado a la casa de Vegetta, nuevamente, sin invitación siquiera.

─── ¡Hombre, toca al menos la puerta!

─── Aha... ¿Qué sucede aquí?

─── No importa ─── Vegetta nuevamente suspiro. ───, ayudame a levantarle el ánimo a este niño.

─── Uhum. ¿Qué sucede? ¿problemas de amor? porque doctor corazón está aquí. ─── Se acercó lo suficiente al menor, pasando sus brazos por los hombros del chico, llegando a atraerlo bastante a él, haciendo que Quackity soltara ciertas risas.

─── Pero sueltalo, no vayas a asfixiarlo ¿no? ─── pensó en voz alta acercándose para separarlos.

La situación seguía con ciertas bromas que algunas veces se pasaban, mientras que Rubius se negaba a dejar salir al patito.

Y por mientras; el castaño hervía de los celos, siempre tratándolo de esa manera, parecía ser a propósito, ¿quería celarlo? ¿terminar muerto acaso?

─── Debo apresuarme, realmente debo. ─── exclamó en un susurro, ya sabía su próximo movimiento.

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