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¿ESTABA EN UNA FIESTA? SÍ ¿Como había terminado ahí? No tenía ni puta idea.

   Mentira.

Bueno, si sabía cómo había terminado allí y es que se había dejado arrastrar por Chris y por siguiente por Cam. Y es que aquello era en lo único que ese par coincidía, salir de fiesta y arrastrar a Grant con ellos, aunque el actor se negara.

No tenía idea de dónde estaba. Bueno, sabía que estaba en alguna parte de Los Ángeles en una casa gigante y preciosa a la que en su vida aspiraría porque se sentiría solo en ella. Por el lugar no había tanta gente como la que pensó habría en un comienzo. Eso sí, divisaba a un par de famosos que consideraba mucho más jovenes que él.

Joder, se sentía como un abuelo.

Estaba completamente solo, sentado en uno de los taburetes que se encontraba situado en la barra de tragos. Observaba constantemente a su alrededor en busca de sus amigos quienes desaparecieron en el segundo en que pisaron la estancia.

—Hola Grant.

El actor dió un salto del susto en el momento en que alguien pronunció su nombre rompiendo su burbuja mental de silencio.

Se llevó una mano al pecho.

—Joder Hailee, casi me matas —masculló al darse cuenta de quien se trataba.

Hailee Steinfeld. Había conocido a la castaña hacia un par de años debido a las grabaciones de The Flash, puesto que la chica salió en un par de episodios. Luego la había visto otro par de veces y es que ella y Lidia solían escribir juntas.

Solían escribir juntas canciones como Let Me Go.

Joder, ya supéralo.

—¿Cómo has estado? —cuestionó ella con una sonrisa.

—Podría estar mejor —admitió dándole un trago a su bebida—. ¿Y tu?

—Encabronada si te soy sincera —confesó.

—¿Y eso?

—Estoy teniendo un par de problemas con mi disquera y no me dejan sacar música, y como si fuera poco recibí esta invitación de Lidia y Shawn por el estreno de la canción y aquí estoy —murmuró.

Grant le observó con los ojos abiertos y se ahogó con su bebida al procesar las palabras de Hailee.

—¿Esta fiesta es de Lidia? —inquirió híperventilado.

Hailee asintió lentamente observándole con cuidado.

—Digo, no realmente. Es de Shawn, pero Lidia fue una de escritoras principales de la canción entonces... —balbuceó—. Grant, ¿Estás bien?

—Sí... solo... necesito aire —murmuró.

Que les den... pensó Grant en cuanto recordó quienes le habían arrastrado allí.

Intentó salir al patio, pero al detenerse un momento en el gran ventanal que daba a este se dió cuenta que no era la opción más viable. Quería estar solo, no rodeado de toda esa gente. Quería irse a casa.

A pesar de no querer verles las caras en ese momento, con la mirada buscó a Cameron y a Chris, pero no encontró a ninguno.

Sin darle muchas vueltas al asunto comenzó a caminar. Adentró una de sus manos al bolsillo de su jean, sintiendo ahí las llaves de su auto.

Cuando sus amigos propusieron juntarse en LA para pasar unos días de calidad juntos creyó que sí, tal vez saldrían, pero no que le llevarían directo a la fiesta de la chica que le rompió el corazón y a quién para variar aún extrañaba.

De saber que le llevarían allí mejor se hubiera quedado en Vancouver... muy bien, igual hubiera ido a la fiesta, pero por lo menos se habría preparado.

Y es que una cosa era aparecer de la nada comentando en las publicaciones de la escritora, como si absolutamente nada hubiera ocurrido, y otra muy distinta era enfrentarse a ella sin preparación previa.

—Joder —masculló por lo bajo.

Su celular comenzó a sonar en el bolsillo de su chaqueta, y a regañadientes lo sacó de allí excusándose con que podría ser alguien importante.

Era Chris. Sin dudarlo declinó la llamada, mientras leía la cantidad de textos de parte de Cameron en dónde su amigo le preguntaba dónde demonios se encontraba.

Estaba tan sumido caminando mientras leía los mensajes con el ceño fruncido que no vió a la persona que venía frente a él, quien iba igual de concentrada en su celular.

Un quejido de parte de ambos se escuchó.

—Oh mierda —masculló ella.

Grant alzó su cabeza reconociendo aquella voz. Frente a él la chica se agachaba para recoger ambos celulares.

—Lo siento much... Hey, Grant —le sonrió Lina.

—Hola Lina —le sonrió ligeramente.

La pelinegra le sonrió y se colgó de su cuello dándole un abrazo.

—Es muy bueno volver a verte, chico de las mallas —se burló.

Grant rió cortamente.

—También es bueno volver a verte, chica golpeadora de paparazzis —se burló él de vuelta.

—¡Oye! —le golpeó el hombro—. ¡En mi defensa me estaban acosando!

—Siempre quisiste hacerlo, no te hagas.

—Eso es algo que no negaré ni afirmaré —se cruzó de brazos.

Grant rió. Lina era todo un caso. Siempre lo había sido. Y eso que no estaba junto a Lidia, porque cuando lo estaban eran un dúo imparable...

Lidia... mierda.

—¿Qué haces por aquí?

—Bueno...

—¡Lina! ¡Al fin llegas!

Oh mierda...

En un par de segundos una nueva presencia llegó. Grant la escaneó con la mirada y ella ni siquiera había reparado en su presencia.

Cuando finalmente lo hizo, ambos se quedaron en silencio. Observándose mutuamente. Sus respiraciones fluctuaron, y sus corazones comenzaron a ir con mayor velocidad, casi como si se encontraran en medio de un maratón.

—Grant... —murmuró, casi ahogándose con las palabras que pronunciaban el nombre del actor.

Él pestañeó, casi volviendo a la realidad. Frunció su ceño, negándose a acercarse y abrazarle como hubiera hecho si las circunstancias fueran otras, por lo que dió un paso atrás.

Esta vez fue él quien se marchó. Y Lidia no pudo culparlo por ello.












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AUTOR'S NOTE

dUdE- pobre grant
traicionado por quienes
más confiaba

y obvio, no podía dejar pasar
la oportunidad de mencionar
a mi mujer Hailee







©️ 2022 | PRFCTGUSTIN

✓ LET ME GO; Grant GustinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora