Capítulo 1: "Inconforme", parte I.

638 24 4
                                    

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏: "𝐈𝐧𝐜𝐨𝐧𝐟𝐨𝐫𝐦𝐞"; 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞.

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏: "𝐈𝐧𝐜𝐨𝐧𝐟𝐨𝐫𝐦𝐞"; 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐨𝐦𝐧𝐢𝐬𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞

La pelinegra parecía ajena de la melodía que hace regocijar a los clientes del Upstairs At The York aquella madrugada. El reflejo luminoso, suave y sutil de la refinada estantería repleta de tragos y botellas, golpeaba su pálida piel, tiñéndola y haciendo deslumbrar los incoloros vellos de su antebrazo, delimitando las venas que se disponían por la superficie de su piel y evidenciando el hastío que convertía a su rostro en la representación carnal del agobio. Observaba los segundos consumirse en su áureo reloj; jurando que el reloj asimismo se consumía gradualmente y, a medida que las unidades temporales avanzaban, deseaba escapar de allí con un mayor clamor interno.

Ladeó la mirada, vigilando los movimientos de Jisoo, que luchaba impaciente por evitar que la tela viscosa de su crural vestido se despegase de la pálida piel de sus muslos, revelando sus bragas. "¿Qué le ocurre a Jisoo?" Repiqueteó sus dedos en la madera oscura, sus largas uñas incrustándose en el mostrador, simultáneamente grababa en los vacíos de su inconsciente los acabados de los ornamentados muebles; ella no era experta en decoración, pero el ambiente le agradaba, a pesar de Jisoo bailando sobre una mesa que, a duras penas, soportaba sus huesos. "¿La habrán drogado?", pensó, pues la duda no la abandonaba y sus ojos no se alejaban de la mujer, en un acto instintivo de protección. "¿Debería hacerle compañía?", preguntó a su conciencia, creando un monólogo interior que sació con una respuesta interna negativa en un principio. Decidió observarla en la soledad de la distancia.

—Realmente no tengo expectativas puestas sobre ustedes, no creo que logren madurar algún día —arguyó Jennie, consumida por el ruido acústico del entorno—. Yo creía que la etapa hormonal de la gente disminuía acorde al crecimiento, yo creía.

—¡No hay ninguna contra en el sexo, Jennie Kim! —Las palabras fluyeron desde los labios de Joohyun—. Vas bajo un seudónimo; deja de negarte al disfrute de la vida, fluye, fluye en tu juventud y sé libre hormonalmente. Además... mírala. —Carraspeó Irene coquetamente desde la otra punta del bar, bebiendo tragos largos de su Sea Breeze y señalando con su dedo acusador a la atractiva mujer pelinegra que se diferenciaba de la multitud agitada. Jennie alejó el dedo de Irene, aprisionándolo entre los suyos y apartándolo violentamente de la dirección donde radicaba la atención del grupo—. Estoy segura de que no vino aquí únicamente para saciar sus necesidades visuales. 

—Pues yo creo que ya tiene a otra, miren cómo se la come con la mirada. No la juzgo, en absoluto —intervino Chaeyoung, inclinando la cabeza sutilmente, en la dirección donde se enfocaban los ojos de Lalisa; las mujeres enfocaron la vista en Jisoo, creando un nexo acompañado de la mirada de Lalisa. Jisoo bailaba sobre un sillón, intentando brincar hacia una mesilla, abandonando cualquier atisbo de preocupación ajena a lo festivo y adrenalínico. Rosé mordió su labio, bufando al sentir que un menester sexual se apoderaba de ella—. Puedo distraerla, si lo requieren las fuerzas mayores.

"Video porno lésbico": Jenlisa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora