𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟒: "𝐄𝐧𝐠𝐫𝐞í𝐝𝐚"; 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞.
𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐨𝐦𝐧𝐢𝐬𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞
El crepúsculo ya se había vuelto dominante hace horas para infortunio de cualquier trabajador neoyorquino; no para aquellos vagos y embriagados hombres y mujeres que bailaban en la azotea del refinado Hotel York. O al menos el acogedor ambiente, las fugaces risas y los besos húmedos de los clientes, despreocupaban a Jennie Kim de cualquier problema semanal que le atosigase la conciencia. Utilizaba su singular y majestuosa feminización asiática a favor de sus anhelos, y bien sabía lo capaz que era de provocar respuestas en los demás masculinos. Aunque la noche del veintiocho, solo le interesaba captar la atención de alguien de un género en el que jamás procuró volcar su seducción.
Jennie disolvió sus dudas dentro de su garganta, como si tragar eliminase los nervios que se acentuaban en su estómago. Jennie Kim... una mujer cuyo porte significaba la alianza entre lo accesible y lo deseable; conservaba la sensatez de saber que la seducción era innatamente ambigua y que pondría en riesgo sus emociones, si deseaba capturar las de Lalisa. Respiró, volviendo consciente el tipo de relación que deseaba entablar con la pelinegra, con su objeto de deseo.
Lalisa no se escapaba fuera de ese círculo concéntrico que la mente de Jennie había creado para separarla de cualquier expresión sentimental que pudiese comenzar a sentir sobre la menor. Jennie había analizado inconscientemente la manera de atraparla, sin engancharse ella en el embrollo emocional; había creado una especie de barrera emocional que se limitaba a lo sexual, al video porno lésbico. Lo que Jennie Kim no sabía, era que Lalisa no tendría nada que perder; Lalisa destilaba seguridad y no le espantaba deber enrollarse con una mujer que le atrajera. Y Jennie, ¿qué perdía por entrometerse con una mujer?
—Espero que hayas pedido un trago a mi favor la otra madrugada, me hubiese parecido muy vulgar que no lo hicieras, realmente me gustaría verte vaciar mis bolsillos. ¿Sabes?, hay muchas mujeres que se dan cuenta de que son lesbianas luego de un par de copas alentadoras. —Sonrío Lalisa ampliamente, después de verla apoyarse sobre el lustrado tablero de la barra. Jennie esquivó las palabras de la morena, ignorando su presencia, sus palabras e incluso la adictiva mirada que la caracterizaba—. ¿Eh, te conquistó la timidez antes que yo?
—No soy lesbiana, cállate que pueden oírte. —La regañó, aún sin mirarla, provocando una leve sonrisa espontánea en el rostro de la mujer más joven. Lalisa cantó: "lesbiana, oh, lesbiana en desarrollo", picoteando su paciencia con entretenimiento—. Cierra la boca, joder. Ya te he dicho que no soy lesbiana. —Le aclaró, ¿qué necesidad tenía todo el mundo de suponer su sexualidad? Lalisa solo reía internamente. La madrugada del fin de semana anterior, Jennie había gritado a los cuatro vientos que era heterosexual, y no entendía la necesidad de deber susurrar lo contrario, encontraba explícito que su única atracción eran los masculinos, los pectorales fornidos y las barbas tupidas y perfectamente recortadas. Irónicamente.
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"Video porno lésbico": Jenlisa.
Fanfiction"¿Qué o quién define tu sexualidad? Jennie Kim es una neoyorquina de pocas palabras. Bae Joohyun (Irene) y Roseanne Park (Rosé), la retaron a grabar un video porno lésbico, después de haber desaprovechado el responder una simple verdad sobre su excé...