8. Trabajo

1 0 0
                                    

Cuando por fin llegué al trabajo saludé al personal y me puse a trabajar. Era la única cafetería cerca de ese lugar tan alejado por lo cual llegaba una buena cantidad de personas.
En la hora de descanso para la comida me senté afuera de la cafetería y se me acerca un chico de mi edad el cual también trabajaba en la cafetería.

- ¡Hola! Mucho gusto soy Tom.
- Mucho gusto Tom mi nombre es Athenea.
- Que lindo nombre, nunca te había visto antes.
- Acabo de mudarme aquí a la casa justo al centro del bosque- me río un poco.
- Oh se de cuál hablas, la casa del rarito ese.
- ¿Peter?
- Si ese, ¿Cómo te ha ido en esa casa?
- Pues todo muy normal.
- Ya veo- se genera un silencio incómodo por pocos segundos.
-Estira la mano con un papel en ella- te doy mi número así puedes llamarme cuando lo necesites.
- Gracias Tom tenemos que entrar ya a seguir trabajando. Entramos los dos juntos.
6:00 pm.
Llega la hora de salida, me puse a limpiar todo y me despedí de todos los empleados. Sentía que me moría de cansancio y sueño. Mientras caminaba entre el bosque para llegar a la casa ví una luz muy radiante a unos metros de la casa pero no puse atención, solo quería llegar a casa y recostarme. Entro a la casa y cuando voy a cerrar la puerta...
- Yo también entraré pequeña rata- abre la puerta y entra.
- No me llames así tonto.
- Como sea, te preguntaría como te fue en el trabajo pero la verdad no me importa.
- Cruzo los brazos y le digo- De todos modos no te iba a contar, ya hice un nuevo amigo por aquí y es más amable que tú.
- Me agarra de la mano y me dice- No me hables así, no es mi problema que seas insoportable.
- Me echo para atrás y digo con firmeza- Espero pronto irme de aquí el insoportable es otro deberías de hacer amigos tu también.
- ¿A ti que te importa lo que debo hacer?
- Exacto a mí no me importa lo que un gruñón y...
En medio de la discusión escuchamos que alguien llama a la puerta.

- Yo abro señor enojo.

Cuando abro la puerta me doy cuenta que era la señora Laura por lo cual me sentí aliviada ya no estaría sola con ese loco en casa.
- Buenas tardes señora Laura ¿Cómo le fue en el viaje de negocios?.
- Sabes que puedes decirme solo Laura.
- Oh es cierto, lo siento.
- No pasa nada mi niña, me fue muy bien el trabajo no es fácil pero está vez estuvo tranquilo.
- Me alegro por eso, le ayudaré con sus cosas.
- Gracias Athe te espero en la cocina para que me cuentes a mí tu día.
- Asiento con una sonrisa grande.
Subo y llevo las maletas a la habitación después salgo y bajo a la cocina.
- Listo
- Muchas gracias Athenea. Cuéntame ¿Cómo te fue hoy?
- Pues estoy trabajando en la cafetería que está aquí, estuvo cansado el día y aparte su ...
Me detengo y pienso si contarle o no sobre la discusión con Peter. Pero la señora Laura me saca de mis pensamientos.
- ¿Qué decías mi niña?
- Nada era todo lo que le iba a decir.
- ¿Estás segura? Si hay algún problema sabes que puedes contarme.
- No pasa nada no se preocupe, ahora que lo recuerdo ayer horneé un pastel, ¿Quiere un poco?
- ¡Claro! Me encantaría.

Saco el pastel del refrigerador y corto una gran rebanada para la señora Laura, la sirvo en un plato y lo pongo en la mesa. Y se escucha un:

- Hola madre has llegado.

Diablos me asusté un poco no recordaba que el estaba aquí también, no se a donde se habrá ido después de que yo abrí la puerta.

- Hola querido.
- No comas ese pastel sabe asqueroso.
- Pues eso no fue lo que dijiste ayer- lo miro con enojo.
- Peter no seas grosero eso no es cierto, el pastel está muy delicioso...




Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 06, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El brillo en el bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora