Capitulo 4: 🥀El bosque del Olvido🥀

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Una sombra humana se dirigía hacia los aposentos de la Reina Suprema en el Bosque Gryde, sus pasos eran suaves y silenciosos. Con su postura recta y su mirada al frente camina hacia el jardín lleno de flores y plantas, colores diversos rodeaban el jardín pero predominaba más el verde.
La Reina Suprema acariciaba cada una de sus rosas dándole vida y brillo, mientras que aquella dríade se dirigía hacia ella.

—¡Señora! Ha ocurrido una emergencia.

Deteniéndose con su mirada hacia el suelo le reporta a la reina.

—¡Ya sé sobre lo sucedido Dalia! Soy la reina me entero de todo lo que sucede en el bosque

Sonríe leve mientras da media vuelta dejando a sus plantas descansar, toca el hombro de Dalia y le informa.

—Reúne a todos, nos vemos en el Centro —ordena calmada, mientras su mirada reflejaba preocupación por Aurora.
—¡Si, su Majestad!

Dalia deja el lugar y obedece la orden de la reina.

***

Ella sabía lo que le esperaba al llegar al Centro del Bosque, aún sabiendo que no fue consciente de sus actos tenía que obedecer el castigo que le impondrían. Su cuerpo relajado y mirando al frente, su corazón aceleraba cada vez más fuerte con cada paso que daban sus pies.
Llegando, todas las habitantes del bosque la miraban como un bicho raro, pues todas ya tenían noción de lo que Aurora había hecho. Dalia la esperaba en la entrada de la Corte mientras que el Consejo estaba reunido adentro, procesando de que nivel sería castigada la Dríade.

***

—¿Señora? Propongo que sea castigada por tres días sin comida ni agua, atada en las mazmorras.
—¡Reina!, yo propongo que sus poderes sean extraídos hasta que usted lo desee.
La Corte estaba alborotada, el bullicio abundaba en ella. Varias dríades de altos rangos daban su opinión, eso alteraba a la reina ya que no tomaba una decisión en sí; muchas ideas pero ninguna era el castigo perfecto por tal traición. De momento un silencio total calló a todas.
Las Puertas de la Corte se abrían, Aurora esperaba en ella y caminaba hacia el puesto del acusado. Dalia detrás de ella como Escolta, podría ser prisionera, pero era su amiga y después de todo su trabajo era protegerla.
Ella solo se sentaba de forma derecha y correcta, después de todo su actitud no cambió. Comenzando el interrogatorio todos murmuraban mientras que la reina pedía silencio. El jurado formado por las Tres Dríades, en su antigüedad y experiencia estaban basadas las reglas de Gryde, ni la propia reina tenía control sobre ellas.

—¡Deidad Aurora! Espero que nos diga la verdad en todo momento. Si de lo contrario miente, su castigo será duplicado —explica la Jueza Suprema mientras la reina miraba al compás de las Consejeras.

Si su señoría —Aurora tragó en seco, nerviosa respondió sin duda alguna.

¿Podrías decirnos la razón por la cuál cruzaste el límite de Gryde?

—Un humano su Señoría

Todos asombrados por la respuesta de la driade empiezan a murmurar, mientras otros no se aguantaban y gritaban. La Reina Suprema solo suspiró, ella se preocubaba por Aurora, y sabía que la respuesta de su niña querida iba a tener muchas consecuencias traídas.
En un rincón de la Sala Aurora notó una presencia desde las sombras, era su Señora de los Cielos Artemisa presenciado la sentencia de la chica. Ella no podía creer lo que observaba con sus ojos, la presencia se desvaneció de un momento a otro.
—¿Señorita? ¿Señorita?

La Jueza Menornotaba a Aurora distraída, lo que hizo que repitiera su nombre innumerables veces.

—¿Eh? Ah perdón su Señoría, andaba distraída.

—¿Por qué motivo quería ver al humano? —pregunta la Jueza Menor.

—Lo lastimé la noche anterior porque este se encontraba en nuestro bosque. Como dríade protegí el bosque de aquel humano, pero a la vez me preocupé por el estado en el que lo dejé.

—¿Cómo debería preocuparte un humano niña? —una de los presentes grita.

—Ellos cruzaron nuestro bosque, se lo merecía o peor, ¡hasta la muerte! —exclama otra de ellas.

—¡SILENCIO! —grita la Jueza Mayor golpeando la mesa del Jurado. —Señorita Aurora, su penitencia será dictada.

Con los dedos entrelazados la Jueza Suprema dicta la penitencia de Aurora sin duda alguna.

—Cruzar los límites de Gryde se considera un crimen y traición a nuestro linaje y las leyes de nuestro bosque. Tenemos en cuenta que trataba de proteger el bosque que nos pertenece debido a la influencia de un humano, pero también tuvimos en cuenta que desafió una gran orden y pasó por alto las palabras de nuestra Reina Suprema. Usted será llevada al “Bosque del Olvido”, por tres días continuos sufrirá lo mismo que el hábitat de ese bosque sufre. Si no puede aguantar tal castigo, como el bosque, también quedará en el olvido y será convertida en un simple árbol seco que sufre por el resto de su existencia. ¡Eso es todo!

Ante dicha sentencia todas se levantan mientras salen murmurando.

“Después de todo es nuestra Jueza” “Es un buen castigo” “Así la señorita aprenderá”.

Eran las palabras de cada dríade mientras salían de la sala. La Reina Suprema se dirige hacia Aurora mientras que ella solo seguía en el asiento del acusado, toca su hombro y le dice:

—Sé que puedes hacerlo mi pequeña. —dando media vuelta la deja a custodia de Dalia.

—Perdóname hermana mía —Dalia se sentía culpable por ser quien  se encargaría de su vigilancia.

Aurora seguía sin pronunciar palabra, se sentía devastada por dentro aquel castigo era demasiado para ella. Una lágrima sale de pronto pese a que trataba de mantenerse lo más fuerte posible, aún así tenía sus emociones, que no podía ignorar.
Junto a Dalia y otras tres vigilantes Aurora fue llevada al "Bosque del Olvido" como era debido. Al llegar a el, una puerta que se forma de la nada se abre. Una vez que entras no se puede salir hasta que el condenado pase el castigo, ya sea que lo controle o que quede como uno de los árboles pertenecientes a este.

Al Aurora tocar tierra perteneciente a este bosque, los gritos de lamento empezaron a escucharse en todo el Bosque Gryde.

(Saga) Legado De Sangre I: Fuerza De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora