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Luzu se despertó a las 8 de la mañana, y levantó a Quackity para que se vaya a su casa, este se levantó sin chistar, lo saludo y se fue directo a su hogar. 

Luzu ya se había acostumbrado a escuchar la voz del chico, el era tan bueno y gracioso, se llevaban muy bien y le gustaría que por lo menos se hubiese quedado a almorzar. 
El joven de ojos escarlata fue traicionado por su ex pareja y tenía miedo de ser traicionado otra vez, pero tiene la esperanza de que Alex no lo traicionaría.   

Al pasar unas horas, el emo salió de su casa con su guitarra, caminó a paso lento hacía un arroyo cerca de varios rosales. Se sentó en la esquina del lago y empezó a tocar melodías, cada una más romántica que la otra. Hasta que su paz marcó un punto final cuando alguien le habló, era Alexby.

- Hola, Luzu. 

- Alexby, tío, ¿cómo estás? - respondió el emo bastante sorprendido por la aparición repentina de este.

- Estoy bastante bien, ¿y tú?

- Yo igual; ¿Qué querías?   

- Sé lo mucho que te gusta Quackity.

- ¿Qué-?

El otro salió corriendo y dejo recalculando al emo, ¿quién no estaría así? Literalmente, le habían dicho que le gustaba alguien de la nada; Luzu no podía negarlo, adoraba a Quackity, pero se conocían hace relativamente poco... ¿tres meses son pocos? creo que si. 

Después de que Luzu pensara bien todo, cantó la primera canción que le vino a la cabeza al pensar en Quackity.

- Yol, era un objeto esperando a ser ceniza, un día decidí hacerle caso a la briza, a irme resbalando detrás de tu camisa, no me convenció nadie, me convenció tu sonrisa...

- Ora, Lusuu, ¿a donde tan romántico? - Luzu pegó un salto de susto, ya dos veces en el mismo día, claramente tenía que irse a dormir. 

- Hola, quacks. 

- Gótico culon, te tengo una propuesta.

- Dimela

- Tu, yo, sala vip de mi casino, vino blanco, ¿qué opinas? 

- ¿Me estas invitando a follar, Alex? - el otro se quedo en blanco y se tapo la cara con ambas manos - Acepto, porqué no.

- Bueno, ¿A que hora puedes?

- Yo voy a estar ahí, te vas a dar cuenta, bonito. - Quackity se sentó al frente de él, haciendo que sus caras quedaran a milímetros.

- Con esos ojasos cualquiera se daría cuenta, Luzu.

- ¿Quieres verlos más de cerca? - este claramente no es un Luzu consciente de sus palabras.

- Claro - Alex se abalanzó arriba de Luzu sentándose arriba de su regazo,  Luzu no tardó en corresponder el beso, era un beso tierno pero encendido a la vez, el de ojos escarlata puso una mano en la cadera del chico y la otra en su cicatriz; claramente, ellos no estaban muy conscientes de sus actos. Ambos se separaron por la falta de aire, Quackity estaba muy nervioso y con los cachetes tan rojos como las rosas a su alrededor, Luzu estaba un poco menos nervioso que el otro, pero en su cara se formó una mueca de alegría y se empezó a reír, Alex hizo lo mismo.

- Perdóname, Quacks, me desubiqué un poco. 

- No te preocupes, yo empecé igual. - Quacks seguía sentado arriba del regazo de Luzu, hasta que sintió algo duro en la zona la cual estaba sentado, este se salió de encima casi al instante por la vergüenza - viejo criko 

- Tu padre será viejo, yo sigo siendo joven.

- Tienes 5 años más que yo... espera, ¿eres mi sugar daddy?

- Nop, aún no eres mío, entonces todavía no.

- ¿Aún? ¿Todavía? - este alzó una ceja. - Me tengo que ir a arreglar unas cosas a Las Nevadas, adiós - este le dio un beso en la mejilla, se levantó y se retiró a paso lento.

- Adiós, quacks.


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Siguiente capitulo: Seguramente alguna wea horny

LAS NEVADAS // LuckityWhere stories live. Discover now