Tras abrir el casino, la gente empezaba a entrar a olas masivas, por algo tenía tanto dinero.
Pasaron aproximadamente 2 horas, ya eran las 8 de la noche y el santo de Borja no aparecía. Mientras tanto, subió lentamente la escalera del casino y cruzó un par de puertas para llegar a una azotea que estaba ubicada en el último piso. La vista era sumamente hermosa, miles de luces que reflejaban su ciudad, las estrellas estaban más brillantes que nunca y la luna estaba nueva, el cielo estaba completamente despejado. Su mirada bicolor se perdió entre los cuerpos celestes que deslumbraban en el cielo; su mente estaba en blanco. El rojo carmesí y el azul celeste de sus ojos reflejaban la belleza de la noche. Su paz mental fue interrumpida por el leve sonido de pasos lentos, no era bullicioso el ruido, solo que él estaba tan concentrado que el simple sonido de una mosca podía desconcentrarlo.
Los pasos se hicieron cada vez más cercanos, hasta el punto que se escucharon en la misma habitación que se encontraba Quackity. Él ya tenía una idea de quien podía tratarse, y si, no le erró al pensar que se trataba de esa persona, Luzu Borja.
- Eh, permiso... - este se encontraba un poco avergonzado ya que Alex se veía en una tranquilidad interrumpida - si quieres que me vaya, me voy, no te molestes.
- Ora, Lusu - suspiró - No te preocupes, estaba distraído jsjs.
- Ouh, bueno - este tenía puesta la capucha de su sudadera, haciendo que Quackity no pudiera ver su cara - que preciosa vista...
- Si estás así por lo de la tarde, no te preocupes, si quieres olvidar, olvídalo sin penas... - este miró a Luzu - yo no quiero olvidarlo.
- Alex, yo tampoco quiero olvidar... - Luzu estaba sonrojado - te quiero mucho.
- Yo también te quiero, lusu. - este le sonrío con cara de alivio.
- Alex... - este se acerco al mencionado, quedando cara a cara y con una mano le tomó del mentón - llevo tiempo estando enamorado de ti. Amo cada parte de ti, quiero estar contigo y causarte una sonrisa todos los días. Daría mi vida para verte feliz, tu simple saludo me hace sentirme bien. Tú me haces feliz, estaría contigo cada segundo de mi vida. La vida es corta y quiero pasarla con alguien a quien amo, y estoy seguro que te amo mucho más que a nada en esta galaxia. Te juro que si me das una sola posibilidad de ser algo más que tu amigo, te voy a hacer sentir bien, igual de bien que tú me haces sentir. No creo que sea el mejor momento para decirte todo esto, pero quería que lo sepas, quiero que sepas que te amo, Alex. - Este estaba muy nervioso por la reacción del otro.
- Tu puta madre, Luzu - sus ojos se empezaron a cristalizar y luego a sacar lagrimas como si fuera una cascada - nunca me dijeron algo tan hermoso.
- Ay, por dios, no llores - Luzu abrazó a Quackity y empezó a consolarlo.
- Yo también te amo; gracias. - susurró Quackity en el oído de Luzu.
- Alex, ¿me darías el placer de ser tu novio?
- Cómo decirte que no, Lusu. - este se acercó al mayor y unió sus cálidos labios con los fríos de Borja, el otro le correspondió el beso suavemente.
Luzu colocó sus manos al rededor de las caderas de Quackity y este abrazó al otro por el cuello. Las lagrimas de Alex mojaban las mejillas del contrario y Luzu llevó una de sus manos a la mejilla izquierda del otro, empezando a acariciar su cicatriz. Después de estar así por 2 minutos y 10 segundos, se separaron por la falta de aire. Pero se quedaron abrazados por bastante tiempo más, mientras eran alumbrados por la luz de la luna posicionada al frente de ellos.
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Hasta yo me emocioné.

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LAS NEVADAS // Luckity
FanfictionEn esta historia, les voy a contar como un joven millonario se enamora de un heroe de karmaland