Un Error De 7 Días [Versión sin +18]

Capítulo 4 - Día 1. Parte 1

Al despertar me di cuenta de que ya era muy tarde, no recordaba la última vez que dormí tanto, mi vida se había resumido en hacer por mis hermanos y mi padre lo que mi mamá ya no podía hacer.

Me levanté, tenía energía de sobra para el día de hoy y no tengo idea de en qué usarla, me dirigí al baño y fui directa al jacuzzi, lo dejé llenando en lo que iba al vestidor y escogía mi oufit, encontré un bonito top blanco entre la ropa que ellos habían traído que combinaba con un pants rojo que tengo y mis tenis blancos, agarré eso y mi ropa interior, sentí una presencia extraña en el cuarto, pero al voltearme no había nada.
Me estoy volviendo loca...

¿Más?

Sacudí la cabeza dispersando el pensamiento y fui directo al baño, el jacuzzi ya se había llenado y acerqué los productos que iba a ocupar, descubrí que había una bomba de baño así que decidí ponerla en la bañera, agarré el dispositivo de música y puse mis mejores canciones, me sentía plena, en paz.

Me sumergí en el agua, la letra de Feeling Good sonaba mientras me imaginaba bailándola y mis sentidos se sumieron solamente en eso, lo que se sentían las notas resbalando por mi piel mientras me movía con gracia y estilo en medio de un baile sensual... no había nada más en el universo que me hiciera sentir mejor, mi parte favorita
llegó y con ella el clímax de mis emociones...

It's a new dawn

It's a new day

It's a new life

For me

An i'm feeling good

Las notas del final de la canción fueron acabando con mi escenario mental junto con mi baile, siempre quise bailar y me considero buena en ello, pero desde que mamá enfermó, mis planes fueron sumergidos a un segundo plano.

Estuve ahí más tiempo del necesario, en algún punto sentí que me observaban y decidí que ya era hora de salir e ir a desayunar.

Me cambié lo más rápido que pude y recordando el croquis de ayer, bajé al
vestíbulo, el reloj de las escaleras marcaba la 1:05pm – Adiós al desayuno – como la Sra. Clarie había dicho, la cuenta regresiva había empezado.

Fui directo a la cocina y decidí prepararme un poco de fruta y unos huevos revueltos con jamón, ya habría tiempo de comer algo mejor en la cena, a parte,estoy completamente sola, no hay horarios, no hay prisa, solo yo y lo que quiera
hacer.

Se me ocurrió que sería una buena idea dar un recorrido por la casa, así que tomé el papel de la entrada y empecé a darme un auto recorrido, puse música a máximo volumen y empecé a caminar, escuchar música es algo que no podía hacer seguido en mi casa, no solo porque mis gustos y los de mi familia eran diferentes, también era porque me daba pena poner una canción y que la empezaran a criticar o que supieran que estaba en mi playlist, así que ahora que estoy sola, puedo darme el lujo de hacerlo.

Pasé por el vestíbulo principal y era muy grande, algo sucio y un poco sobrio, debió ser un castillo muy habitado en sus tiempos, tenía unos grandes sillones y un piano – Siempre quise aprender piano – pasé al establo y una de las puertas estaba abierta, según recuerdo solo debe haber 1 caballo y la puerta abierta se ve como si acabara de salir alguien con él para montarlo, unos cubículos después, estaba un hermoso caballo blanco con el pelo negro, era grande y perfectamente peinado, lo acaricié por encima y entre de nuevo a la casa.

Sinceramente no me importaba mucho la planta baja, en el mapa se veía una
piscina techada pero me interesaba más la parte de arriba, subí y empecé a andar por los cuartos, había más de 6 en una sola hilera todas con la puerta cerrada, excepto la última, se me hizo extraño así que fui directa a ella pero una puerta antes, un ruido me sobresaltó así que entré en ella, la puerta hizo un extraño chirrido llamó mi atención, al intentar ingresar el piso tronó y caí hacia la planta baja, me golpeé muy fuerte la cabeza con algo demasiado duro y se escuchó el sonido de vidrios rotos – Seguramente rompí algo – en cuanto caí sentí que algo
se me clavaba en la cabeza y de inmediato perdí el conocimiento.

No sé cuánto tiempo estuve inconsciente, pero al despertar tenía un terrible dolor de cabeza me levanté del suelo y a mi alrededor estaba la sala – Vale ya recordé que pasó – por el rabillo del ojo vi una sombra pasar hacia el baño de la planta baja y decidí seguirla aún mareada por el golpe.

Al llegar al baño me encontré la espalda de un chico, no le podía ver la cara, pero era musculoso, se nota que va al gimnasio y lleva una camisa blanca con unos pantalones negros, sostiene en su mano un pañuelo y a su lado hay un botiquín, tranquilamente abre el grifo y mete el pañuelo en él, con eso logro ver que su camisa la trae arremangada hasta los codos, no me había figado pero su cabello es corto de atrás y color negro...

-- No debiste pararte con ese golpe – Dios!!! Su voz es fría y grave, no suena a ser alguien mucho mayor que yo, pero el que notara así mi presencia y el hecho de no estar sola, me confunde a grandes niveles, bueno, eso y que me acabo de golpear la cabeza.

-- ¿Eh? – es lo único que logro articular, estoy demasiado mareada.

Él se da vuelta y...

¡OH POR DIOS!

Su cabello negro es algo largo en la frente, sus ojos son grises y sus facciones afiladas, tiene un poco de barba y de verdad que se parece a uno de mis crushes literarios, tiene la camisa abierta de arriba dejando ver su pecho, es demasiado alto por lo que debo alzar la cara para verlo, tiene una de sus perfectas cejas pobladas arqueada hacia arriba y se cruza de brazos.

No sé qué me pasa en el momento, pero semejante impresión me hace marearme más, un dolor de cabeza se instala punzante y me llevo una mano ella, pero al final, me termino desmayando, no sin antes sentir sus fuertes brazos y grandes manos a mi alrededor para sostenerme.