Capítulo 04

178 26 0
                                    

Cada vez que recordaba los sucesos del día anterior, sus reacciones se dividían entre una risa descarada y una oleada de vergüenza descomunal.

¿En qué cabeza había cabido toda la mierda que había soltado contra su suegro?

Jaehyun sí era un idiota, pero incluso él sabía que había sido demasiado bajo usar a su esposo sólo para fastidiarlo.

Al menos ya no tenía que ocultar su desagrado.

Como todos los días, preparó un desayuno balanceado y lo llevó a la habitación del mayor, quien le recibió con una mirada furiosa.

- Buenos días, Jaehyun - saludó como si nada.

- ¿Por qué no te has largado de mi casa? -

- ¿No te aburres de decirlo? - hizo una mueca - sé que crees que puedes hacerlo por ti mismo, bobito. Pero no puedes. Necesitas comer -

- ¿Qué te hace pensar que voy a comer algo de lo que me sirvas? -

- No tienes opción - rodó los ojos, agachándose para alcanzar la tabla junto a la cama.

- No lo quiero -

- Ya te dije que no tienes opción -

- ¿Al menos preparaste algo decente? - retó - lo de ayer sabía asqueroso -

- ¿No te gusta el sabor de mi saliva? Es el ingrediente mágico -

- ¿Estás diciéndome que ahora estoy contagiado de alguna de las mierdas que tienen las prostitutas como tú? -

- Precisamente - sonrió, sentándose junto a él - di "ah" -

- Dame eso - bramó, arrebatándole el tenedor - vete de aquí. No necesito que te quedes a ver cómo me alimento -

- No iré a ningún lado - negó rotundamente - tengo que asegurarme de que de hecho estés comiendo. Te ves más pálido -

- Es porque no he salido a trabajar - sacudió la cabeza - no he recibido la luz del sol - dijo con la comida a medio masticar - tú deberías saberlo más que nadie -

- ¿No conoces las salas de bronceado? -

- Idiota -

- Toma tus medicinas - pidió cansado, alcanzándole un bote de píldoras.

- ¿A ti qué te importa si lo hago? -

- No me importa - dijo con ojos aburridos - por mí no estarías aquí, pero no quiero que Jeno se ponga triste -

- Claro - bufó divertido - ¿luego quién llenará tu joyero? -

- Exactamente - sonrió.

Jaehyun lo miró poco impresionado.

- No me preocupa mi hijo - negó - es un chico listo. En cuanto se dé cuenta de que no vales nada, te pedirá el divorcio e irá en busca de alguien digno de formar una familia -

- Cuidado, Jaehyun. Te estás ahogando en tu bilis -

- Su infidelidad tiene sentido ahora - murmuró.

- Claro - rodó los ojos.

- Y pensar que lo sermoneé cuando me dijo - masticó con dificultad - "tienes que respetar tu relación" - resopló - debí saber que sólo se trataba de ti -

- Vete a la mierda - espetó, levantándose para salir a pasos furiosos.

Se encaminó rápidamente a su habitación para tomar su teléfono con los dedos temblorosos, apenas logrando marcar el número que sabía de memoria.

- Hola, angelito -

- ¿Me engañaste? - enfrentó tan pronto el otro respondió.

Silencio.

- ¿Cenaste pesado de nuevo? -

- ¿Lo hiciste? - insistió.

- ¡No! - estaba claramente indignado - ¿cómo si quiera puedes sugerirlo? Desde que te fuiste, no he hecho más que trabajar -

- No me refiero a ahora. Me refiero a antes -

- No - repitió molesto - nunca te he engañado. ¿De dónde sacaste toda esa mierda? -

El castaño sorbió su nariz, recibiendo un suspiro en respuesta.

- Perdóname, bebé - pidió tranquilo - nunca te he engañado y nunca lo haría. Te amo - dijo con voz suave

- Ya sé - admitió triste - solamente pensé que pudiste haberlo hecho -

- Te lo dijo mi papá ¿no? -

- Yo tampoco ayudé - mordió sus uñas - yo como que fui grosero con él. Supongo que se hartó, y me dijo eso para que me alejara -

- Hablaré con él -

- No - pidió de inmediato.

Por supuesto que no.

Jeno no debía enterarse de toda la mierda que Jaemin había soltado contra su progenitor.

Estaba mejor así.

- ¿Estás seguro? Puedo pedirle que sea menos duro -

- No te preocupes, mi amor. Estoy aprendiendo a manejarlo - sinceró.

- Como quieras - rió - quiero que sepas que cortaste completamente mi inspiración -

Jaemin sonrió tímido.

- ¿Viste la foto? - miró su reflejo frente a él - ¿qué te pareció? -

- Eres tan caliente - susurró con la voz enronquecida - quisiera estar contigo en este momento -

- ¿En serio? - se dejó caer en la cama - ¿qué harías conmigo? -

- ¡Jaemin! -

- No puedes estar hablando en serio - gruñó levantándose.

- ¿Todo bien? -

- Tu papá está llamándome -

- ¿Crees que esté bien? - preguntó preocupado.

- Sí -

- ¿Puedes ir a revisar? - sonaba inseguro - tal vez le duele la pierna, ¿crees que le duela? Él es muy orgulloso y nunca lo diría en voz alta -

- ¡Jaemin! -

- ¡Voy! - frotó sus ojos - te llamaré más tarde, mi amor -

- Gracias por esto -

- No agradezcas. Me lo debes - dijo colgando la llamada.

Se encaminó nuevamente a la habitación de su suegro y se detuvo en la puerta.

- ¿Qué es lo que quieres? -

- Que le cuelgues a tu amante y te lleves esos platos sucios -

Suspiró profundamente.

Su matrimonio no valía tanto la pena.

Just the two of usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora