Capítulo 06

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- ¿Estás listo, mi amor? -

- Espera -

Por un momento no distinguió nada, y luego pudo ver a su hermoso esposo sonriéndole a través de la cámara.

- Te ves lindo - mordió su labio - ¿te hiciste algo? -

- No me he afeitado en dos días - tocó su rostro.

- Te ves tan sensual -

- Tú te ves sensual - lo observó completamente - déjame verte -

- ¿Qué quieres que haga? - canturreó juguetón.

- Abre tu camisa -

El menor sonrió y obedeció la orden, comenzando a acariciar de arriba a abajo su trabajado abdomen.

- Bien. Eso me gusta -

- Yo también quiero verte -

Sin necesidad de preguntar, Jeno se deshizo de su playera en un movimiento rápido y colocó la cámara a la altura de sus abdominales.

- ¿Quieres esto mi amor? -

Sintió su boca aguarse.

- Cariño, quisiera tanto estar contigo -

- Puedo hacer que sientas que estoy ahí - sonrió - mete tu mano en tus... -

- ¡Jaemin! -

Su sangre hirvió de rabia.

Puto.

Anciano.

Decrépito.

- No puede ser - respiró hondo - juro que ese hombre va a matarme -

- ¿Crees que esté bien? -

- Jeno... -

- Nana - hizo un puchero - ¿que tal si cayó? -

- Tu papá no se cayó - bramó, incorporándose para abotonar su camisa con desgano - solamente está fastidiándome -

- Pero irás a revisar ¿no? -

- Por supuesto que sí - lanzó un beso a la cámara - ¿te llamo después? -

- Lo retomaremos luego -

- No creo que me queden ganas - murmuró enojado.

Sintiéndose profundamente molesto, se encaminó a la habitación de su suegro, encontrando que el mayor lo esperaba a la orilla de la cama.

- ¿Ahora qué quieres? -

- Buenas noches - saludó sarcástico.

- Buenas noches - respondió - ¿qué quieres? -

- Mira, niño insolente. Realmente no te pediría esto de no ser absolutamente necesario, pero... -

Se detuvo a medias, limitándose a mirarlo avergonzado.

- ¿Pero? - presionó - el tiempo es oro, Jung -

- ¿Puedes ayudarme a tomar un baño? - dijo finalmente.

El joven lo miró perplejo.

- ¿Qué? ¿Por qué? -

- No logro colocar bien la estúpida bolsa y el otro día casi me mato en la regadera -

- ¿No puedes solamente no ducharte? - sugirió - estás enfermo. El mundo lo perdonará -

- Pensé que sí. Pero llevo solamente un día y me siento asqueroso. Además - negó - no puedo mantenerme así esta noche -

Just the two of usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora