A la mañana siguiente se levantó más temprano solamente para asegurarse de que su suegro seguía durmiendo y prepararle un desayuno rápido que pudiera dejarle sin tener que cruzar palabra con él.
Preparó una generosa ración de frutas, un omelette, café y jugo.
Entró en completo silencio en la habitación para limpiar superficialmente, retiró el plato vacío de la noche anterior y colocó los alimentos en su lugar.
Decidió que era un bonito día, el clima era agradable y era hermoso allá afuera, por lo que se duchó y tomó las llaves de su auto para salir a pasear por el pueblo cercano.
A decir verdad le gustaba mucho.
Era un lugar pintoresco y familiar, la gente era amable y, pese a que todo alrededor era naturaleza, no podría recordar alguna vez que se hubiera cansado de admirarla.
Pasó al mercado y compró algunas verduras y carne para las sopas del señor Jung, surtió su receta en la farmacia, y se compró un helado.
Pensó que tal vez eso era lo que necesitaba el insípido de su suegro.
Un poco de azúcar.
Compró un bote de helado para él también y se sintió completamente satisfecho de anticipar la posible reacción.
¿A quién no le gustaba el helado?
Condujo rápidamente a la casa y se apresuró a guardar la despensa para correr escaleras arriba y entregarle lo que había conseguido.
Se desconoció completamente cuando el hombre tomó el recipiente y lo vació en el cubo de basura.
Ya había tenido suficiente.
- ¿Cuál es tu puto problema? - gruñó por lo bajo.
El otro lo miró incrédulo
- ¿Qué dijiste? -
- Me escuchaste - se acercó al basurero - ¿cuál es tu problema? -
- ¿Quién te crees para hablarme así? –
- ¿Quién te crees tú para tratarme así? - frunció el ceño - ¿no te agrado? Bien. Tú tampoco me agradas, y eso no me da derecho de ser un completo imbécil contigo -
- No entiendo cómo es que mi Jeno... -
- Supéralo - le interrumpió - estamos casados ¿recuerdas? - levantó su mano para mostrar su argolla - y no hubo nada que pudieras hacer para alejarlo de mí -
- Dios sabe que lo intenté -
- Pero no lo lograste -
- Habiendo tantas mujeres buenas en el mundo... -
- Bueno, tu hijo no quería a una mujer - sonrió altanero - me quería a mí - rió - debiste verlo rogando mi atención. Ni siquiera me tomó dos minutos -
- Me das asco - negó - ¿cómo es que engatusaste a mi muchacho? -
- Debería - se cruzó de brazos - si tan sólo hubieras estado ahí el día en que me vio en ese club. Estaba babeando por mí - siseó - no me costó mucho para tenerlo sobre la palma de mi mano. Ya sabes, un par de tragos, un baile sexy, y tu muchacho era mío -
Jaehyun negó decepcionado.
- Cualquiera en el mundo pudo tenerlo, pero tú sólo abriste las piernas -
- Cariño, hice más que eso - rió con descaro - a él le encanta. A él le encanto -
El mayor se tensó.
- Vete de mi casa -
- Ya dijiste eso - se encogió de hombros - pero aquí estoy, y aquí me voy a quedar, porque ¿adivina qué? somos familia -
- Te odio -
- Oh no - fingió un puchero - ¿y qué vas a hacer? ¿pedirle a Jeno que me deje? No está funcionando - apretó los labios - tal vez tienes razón, tal vez es la forma en que me muevo, o tal vez sólo mi sonrisa bonita, pero ambos sabemos que estoy aquí porque no tenía nada mejor que hacer -
- Sólo gastarte el dinero de mi hijo - resopló.
- Sólo gastarme el dinero de tu hijo - asintió de acuerdo
- ¿No te da vergüenza? - entornó los ojos - ver que se levanta cada día y se dirige a un pesado empleo solamente para cumplir tus caprichos de inútil mimado -
- No - negó - y yo no le pedí que lo hiciera. Él se ofreció. ¿Sabes por qué? Porque él hará todo lo que yo quiera cuando yo quiera -
Apenas y logró esquivar el plato que el hombre le lanzó, girándose a ver horrorizado los cristales en el suelo.
- Estás loco - dijo caminando hacia la puerta - y no creas que voy a limpiar tu mierda. Lo harás tú. Así tengas que arrastrarte para lograrlo - dijo abandonando la habitación.
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Just the two of us
FanficLo primero que hizo, fue arruinar las rosas del jardín. Pero se lo merecía. Su estúpido suegro merecía todo lo que le pasara todo ese mes que pasarían varados juntos y en completa soledad. Se aseguraría de que sufriera tanto como él. Ninguno de lo...