Capítulo 03

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A la mañana siguiente se levantó más temprano solamente para asegurarse de que su suegro seguía durmiendo y prepararle un desayuno rápido que pudiera dejarle sin tener que cruzar palabra con él.

Preparó una generosa ración de frutas, un omelette, café y jugo.

Entró en completo silencio en la habitación para limpiar superficialmente, retiró el plato vacío de la noche anterior y colocó los alimentos en su lugar.

Decidió que era un bonito día, el clima era agradable y era hermoso allá afuera, por lo que se duchó y tomó las llaves de su auto para salir a pasear por el pueblo cercano.

A decir verdad le gustaba mucho.

Era un lugar pintoresco y familiar, la gente era amable y, pese a que todo alrededor era naturaleza, no podría recordar alguna vez que se hubiera cansado de admirarla.

Pasó al mercado y compró algunas verduras y carne para las sopas del señor Jung, surtió su receta en la farmacia, y se compró un helado.

Pensó que tal vez eso era lo que necesitaba el insípido de su suegro.

Un poco de azúcar.

Compró un bote de helado para él también y se sintió completamente satisfecho de anticipar la posible reacción.

¿A quién no le gustaba el helado?

Condujo rápidamente a la casa y se apresuró a guardar la despensa para correr escaleras arriba y entregarle lo que había conseguido.

Se desconoció completamente cuando el hombre tomó el recipiente y lo vació en el cubo de basura.

Ya había tenido suficiente.

- ¿Cuál es tu puto problema? - gruñó por lo bajo.

El otro lo miró incrédulo

- ¿Qué dijiste? -

- Me escuchaste - se acercó al basurero - ¿cuál es tu problema? -

- ¿Quién te crees para hablarme así? –

- ¿Quién te crees tú para tratarme así? - frunció el ceño - ¿no te agrado? Bien. Tú tampoco me agradas, y eso no me da derecho de ser un completo imbécil contigo -

- No entiendo cómo es que mi Jeno... -

- Supéralo - le interrumpió - estamos casados ¿recuerdas? - levantó su mano para mostrar su argolla - y no hubo nada que pudieras hacer para alejarlo de mí -

- Dios sabe que lo intenté -

- Pero no lo lograste -

- Habiendo tantas mujeres buenas en el mundo... -

- Bueno, tu hijo no quería a una mujer - sonrió altanero - me quería a mí - rió - debiste verlo rogando mi atención. Ni siquiera me tomó dos minutos -

- Me das asco - negó - ¿cómo es que engatusaste a mi muchacho? -

- Debería - se cruzó de brazos - si tan sólo hubieras estado ahí el día en que me vio en ese club. Estaba babeando por mí - siseó - no me costó mucho para tenerlo sobre la palma de mi mano. Ya sabes, un par de tragos, un baile sexy, y tu muchacho era mío -

Jaehyun negó decepcionado.

- Cualquiera en el mundo pudo tenerlo, pero tú sólo abriste las piernas -

- Cariño, hice más que eso - rió con descaro - a él le encanta. A él le encanto -

El mayor se tensó.

- Vete de mi casa -

- Ya dijiste eso - se encogió de hombros - pero aquí estoy, y aquí me voy a quedar, porque ¿adivina qué? somos familia -

- Te odio -

- Oh no - fingió un puchero - ¿y qué vas a hacer? ¿pedirle a Jeno que me deje? No está funcionando - apretó los labios - tal vez tienes razón, tal vez es la forma en que me muevo, o tal vez sólo mi sonrisa bonita, pero ambos sabemos que estoy aquí porque no tenía nada mejor que hacer -

- Sólo gastarte el dinero de mi hijo - resopló.

- Sólo gastarme el dinero de tu hijo - asintió de acuerdo

- ¿No te da vergüenza? - entornó los ojos - ver que se levanta cada día y se dirige a un pesado empleo solamente para cumplir tus caprichos de inútil mimado -

- No - negó - y yo no le pedí que lo hiciera. Él se ofreció. ¿Sabes por qué? Porque él hará todo lo que yo quiera cuando yo quiera -

Apenas y logró esquivar el plato que el hombre le lanzó, girándose a ver horrorizado los cristales en el suelo.

- Estás loco - dijo caminando hacia la puerta - y no creas que voy a limpiar tu mierda. Lo harás tú. Así tengas que arrastrarte para lograrlo - dijo abandonando la habitación.

Just the two of usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora