Capitulo 5

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Narra Miguel.

En mi larga vida como angel, había visto muchas cosas raras, pero nunca a un ángel avergonzado hasta la punta de los pies.

- Me ví muy patético - lloriqueo cedric golpeando su cabeza en el árbol, habíamos salido porque necesitaba aire, aún no se acostumbraba a los sentimientos humanos.

- Solo parecias un psicópata, nada grave - me recargue en el mismo árbol dándole la espalda.

- Que vergüenza - murmuró - e vivido más de 100 años y nunca había tenido una humillación cómo está - se quejo sobando su frente ya roja de tanto golpearce.

- Cendric solo deja de tener miedo de interactúar con el - dije serio, el me miro a los ojos tratando de entender - sigues teniendo miedo de que se asusté de ti, pero ya no eres un demonio - Cendric miro al sueño pensativo. - aún piensas como uno, pero estás avanzando y eso es por lo mucho que lo amas, así que no te preocupes si te equivocas o pareces un idiota, solo piensa en todo lo que Jack merece que hagas por el - Cedric cambio de semblante al oir eso.

Había estado viviendo con Cédric mucho tiempo y sabía que no era más que un alma en desgracia.

El iba a morir con tal de estar con Jack, y era admirable, porque el en el fondo lo sabía.

- Vamos, aún quedan varias horas para que puedas conversar con el.- dije sacándolo de su trance y dándole empujóncitos para que entrara en la escuela.

- Intentaré sentarme junto a el ¿Podrías ayudarme?

Me límite a no responder, el solo bufo y metió la mano en su bolsillo, y comenzó a practicar su sonrisa sin darse cuenta de que lo estaba mirando.

El amor a veces te vuelve un poco extraño.

Narra Jack.

La verdad es que me daba un poco de miedo abrir el regalo, así que esperaria en casa para evitar ver algo vergonzoso aquí.

En esta clase no tenía a alguien conocido así que me senté en la parte de atrás para no sentirme observado.

Unos minutos más tarde entro el chico rubio y el chico pelinegro de hace rato, trague saliva, aún no había nadie más en clase.

El rubio me miro y me sonrió y se sentó delante de mi, y el pelinegro solo me miro de reojo sentándose a un lado de mi, rápidamente ambos sacaron sus libretas y conversaron entre ellos.

Estaba demasiado nervioso para hablar, tal vez sería el momento para romper la tensión entre nosotros.

-¿Saben que maestra nos dará la clase?- pregunté al aire para que alguno de los dos me contestaran.

Después de unos segundos ambos me miraron, pero la mirada que más me intimidaba era la del chico pelinegro.

- Creo que es un hombre llamado Pears, es un interno - respondió el de forma sería, pero luego me dedico media sonrisa.

- oh, ya veo - titubee, el acababa de ¿Ser amable? Tal vez lo había juzgado mal.

- Tienes mantequilla en el cabello - le dijo el rubio y este le fulminó con la mirada.

- cierra la boca - le dijo de forma grosera, después reviso su cabello para ver si era verdad.

Era muy agresivo sin duda, aún así no debía confiarme, yo suelo ser imprudente y no quería recibir un puñetazo por esa razón.

- ¿Y como te festejaras el día de hoy?- me preguntó Miguel, sabía su nombre porque todo el día hablaron sobre el.

- Yo, no lo sé, mamá me invitó a cenar.

Cedric me miro de reojo y luego a su libreta.

Mire sus manos por inercia, y tenía las uñas pintadas de negro y algunas cicatrices en los dedos.

- seguro será muy divertido, hace mucho no voy a cenar con mis padres - dijo con una sonrisa, Cédric lo miro con cara de asco y luego volvió a mirar su libreta.

Algo pasaba entre ellos, parecía que se odiaban pero no sé separaban.

- si no es mucha indiscreción¿Cómo supieron que cumplia años?- Miguel se limito a sonreír y luego miro a Cedric, quien lentamente levanto su vista y me miro a los ojos.

Abrió la boca para decir algo y luego la cerro desviando su vista.

- Internet - se limito a decir bajando la vista.

¿Era por Cristina no es así? Trataba de llegar a ella conmigo.
Bueno tampoco me molestaba tener compañía, aunque me daba miedo que pensará que ella me gustaba, tal vez el regalo es algo para amenazarme.

Trague saliva, y mire a Miguel el cual sonreía de forma divertida.

Debía tratar de ganarme su confianza, ¿Mama no se molestaría si yo hiciera una pequeña reunión o si?

- está noche - hable muy bajito y ambos me miraron - haré una pequeña reunión en mi casa ¿Les gustaría venir?.

Cedric entrecerró los ojos tratando de descifrar lo que decía ¿Me veía muy falso?

- claro, ¿A qué hora? - preguntó Miguel.

-A las ocho, habrá pizza - respondió con una pequeña sonrisa.

Cedric no respondió, en respuesta se tapo la cara con sus brazos.

- está bien, ahí estaré - respondió desde debajo de sus brazos.

Rasque mi cabeza pero no borre mi sonrisa, la gente comenzó a llegar, saque mi celular y le envié un mensaje a Cristina para avisarle de esta noche.

Yo esperaba que ella no se tomará literal lo de una reunión.

También le envié un mensaje a mamá, la cual me envió muchos emojis de emoción, dejándome en claro que estaba de acuerdo.

Después de eso me centre en poner atención a la clase, sin quitarme de la mente cuánto se me quedaba viendo Cédric, cómo si quisiera decir algo, pero al mirarlo solo desviaba su vista.

Solo esperaba que después de esta noche todo mejorará.

El demonio que se enamoró [Yaoi\ Gay ] ( EMISIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora