capitulo 4.

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Narra cedric.

Escuchar cosas que ya se era muy aburrido, Seamos sinceros ¿De que sirve saber el pasado? Si acaso solo para recordar que no hacer, y para darse cuenta que Dios es un poco desnaturalizado con su creación.

Bufé mientras veía a la señora de enfrente, aunque nunca había salido de la casa de Jack mientras iba a clases, sabía que ella era una maestra, lo sabía aunque nunca había visto a una.

Me era familiar toda esta aura, y los sonidos, la pizarra y el olor.

Era en cierta forma inquietantes, porque sentía que debía recordar algo.

Ese sonido molesto de nuevo, la campana sonó y la maestra salió del salón y todos comenzaron a ponerse de pie, de nuevo las chicas se apresuraron a acercarse.

- ¿Quieren almorzar con nosotras?- le preguntaron a Miguel quien sonreía amablemente.

- Parece buena idea, así podríamos integrarnos - de nuevo Miguel arrastrandome a sus idioteces, yo quería estar junto a Jack, ese era el propósito de venir aquí como humano.

Mis ojos se posaron en Jack y la chica rubia quienes estaban muy sonrientes ¿Sería buena idea acercarme y conversar? Hoy era su cumpleaños, hoy hace años fue la primera vez que lo ví y que me había enamorado completamente de el.

Me aleje un poco de Miguel y me acerque a el, no sabía cómo lo estaba mirando, pero el sonrió mi mirada viéndome de reojo algo nervioso.

Estaba dispuesto a hablarle, pero Miguel tomo mi brazo jalandome al grupo de chicas dónde estaba conversando antes.

- iba a hablar con el- me queje en voz baja cuando comenzamos a caminar detrás de la chicas.

- aún no estás listo, tu mente está muy alborotada por querer tocarlo, si lo haces morirás - dijo el en tono serio.

No sabía que le parecía tan malo, si moría sería más fácil para el después de todo.

Que más daba si moría hoy o mañana, si podía ver la sonrisa de Jack provocada por mi solo una vez, eso bastaría.

Entre que caminábamos detrás de las chicas, llegamos a una cafetería, un pequeño dolor invadió mi frente, sabía que había algo raro en todo esto ¿Mi vida humana fue en este lugar?  No me interesaba, ese no era mi problema, o al menos ya no, esa ya no era mi vida.

Nos sentamos en una mesa siendo invadidos por unas cuantas chicas que le hacían preguntas a Miguel, preguntas que sinceramente no sabría cómo responder.

- ¿Estás molesto o algo así?- me preguntó una de ellas, para mí todas eran iguales, las diferenciaba el color de su cabello.
En este caso el color de esta chica era rojizo, aunque parecía falso, aunque a mí parecer no se veía mal.

- no realmente- conteste sintiendo la mirada de Miguel, era verdad que no me interesaba en lo absoluto la vida humana, pero tampoco quería parecer un bicho raro frente a Jack - solo que nunca había asistido a una escuela, no se que hacer realmente.

- ¿Nunca haz ido a una escuela?- pregunto otra chica quien había escuchado.

- siempre estuvimos en escuela en casa - Interfirio Miguel.

- Ya veo ¿Juntos? ¿Son amigos de la infancia o algo? - pregunto de nuevo, esto me daba gracia, un ángel mintiendo y muy mal.

- Somos hermanastros - dije yo salvando a Miguel quien ya no sabía que responder - por eso no nos parecemos y tampoco compartimos apellidos.

- oh, aunque ambos son muy apuestos - respondió ella cambiando de tema mientras sonreía.

Me debes una, le sonreí y el solo desvío la vista para comenzar a charlar con otra chica.

Si fuera un humano, y no estuviera enamorado de Jack, posiblemente está sería mi vida deseada.

Aunque, ser un humano y vivir junto a Jack hasta morir no estaría mal.

- ¿Que comeran chicos ?-  preguntó una chica cuyo nombre había dicho era Hannia, pelinegra y alta, quien buscaba en la mesa nuestro plato.

Miguel no sabía que responder, que mal preparado está, no era un buen guía en el mundo humano.

Amplíe las cejas y comencé a reír captando la atención de las chicas.

- está mañana despertó con diarrea- dije divertido, a lo que Miguel me fulminó con la mirada.

Ser un humano no es tan aburrido.

Narra Jack

Había algo en ese chico que me intrigaba, pero era más que obvio que yo no le agradaba, cada que cruzabanos miradas el la desviaba. ¿Acaso nos conocemos de algún lado?

¿Que hice para no agradarle?¿Es mi apariencia? ¿Porque le gusta mi amiga?

Suspiré una vez que salimos del aula para ir. Comer, nunca había Sido bueno haciendo amigos, pero tampoco me molestaba, no es como que estuviera solo todo el tiempo.

- ¿Que almorzarás hoy? - pregunto Cristina, buscando algo en su bolso.

- no se, tal vez solo un jugo de naranja- respondí recordando que está tarde mamá quería ir a cenar, volví a suspirar, no quería festejar nada.

- Toma- Cristina me tendió una bolsita con un moño, sonreí apenado.

- ¿Porque? Sabes que no me gustan los regalos - menti, odiaba tener expectativas porque me desepcionaba, pero Amaba las sorpresas y los regalos.

- vamos, solo se cumple la mayoría de edad una vez - sonrió juguetona mientras me abrazaba, entramos a la cafetería y ella aún estaba aferrada a mi brazo.

La mirada penetrante del chico nuevo me calo de inmediato en mi frente, era un echo que estaba celoso.

- Iré a comprar la comida, espérame en la mesa - le pedí a lo que ella hizo un puchero.

- no, te acompaño- insistió dandome un beso fugaz en la mejilla y pasando delante de mi.

Definitivamente me odiaba, apareció una vena en su frente, su mirada fue desviada por su hermano Miguel, quien le dió un sape en la cabeza.

Tragué saliva y alcance a Cristina escogiendo un jugo de naranja y un trozo de pastel.

- 5 dólares - pague lo que había tomado y tome mi charola dando media vuelta, encontrándome con los ojos del chico nuevo justo frente a mi y con una cercanía muy intimidante.

- Feliz cumpleaños- dijo casi inaudible dejando algo envuelto en periódico, y sin decir nada más dió media vuelta siendo esperado por Miguel, tragué saliva y mire el pequeño envoltorio, ¿Un dedo humano?.

No sabía quién era el, pero parecía que tendríamos más encuentros.

El demonio que se enamoró [Yaoi\ Gay ] ( EMISIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora