04

548 46 52
                                    

Aquino se encontraba caminando por el pasillo en dirección a la tiendita para comer un poco,ya que había empezado el receso.

Llegó al local y le regaló una sonrisa a la señora.

-Hola,Marta.

-Hola,Aquino,¿lo de siempre?

-Sip.

La mujer le sonrió para luego darse la vuelta y buscar la botella de jugó y el sándwich.

Después de un rato el castaño pagó y se despidió,dirigiéndose a su lugar en el patio.

Hiba caminando tranquilo cuando una voz lo detuvo.

-¡Hey!

Aquino miró hacía su costado y allí estaba.

-¿D... Duxo?

-Así me llamo.

Mencionó el azabache,acercándose a el menor con las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta.

-¿A dónde vas,pequeño?

Aquino lo vio con el ceño fruncido anté el apodo hacía su persona,pero respondió un poco indeciso.

-Emm,no sé sí llevas mucho tiempo aquí,ya que nunca te ha... había visto,pero... me voy a mi lugar a comer tranquilo,hací que,adiós.

Dijo Diego antes de irse apresuradamente de aquél chico,el cual lo vio irse,haciendo que una pequeña sonrisa se escapará de sus labios.

-Fuck,man. Eres un ratito.

Murmuró Duxo,para empezar a caminar por donde el menor se había ido anteriormente.

Por otra parte Aquino se sentó y suspiro,dejando sus cosas en la mesita,apoyándose en el respaldo del asiento para cerrar sus ojos,aspirando la tranquilidad que había en el lugar.

-Oye.

Bueno,había.

El chico que estaba sentado pegó un brinco en su lugar,abriendo sus ojos para ver al mayor,quién lo miraba con una pequeña sonrisa por la reacción del contrario.

-Agh,sí esto es una broma,no estoy cayendo en ella. Ya vete,por favor.

-Oe,tranquilo,esto no es ninguna broma.

Duxo se quitó sus lentes de sol y los puso sobre la mesa,dejando ver ésas orbes violaceas que se posaron en el menor.

Aquino las vio,admirando las,ya que nunca había visto a alguien con ese color de ojos.

Y,sin duda,eran hermosas.

El chico tomó asiento a un lado del menor y esté lo miró entre confundido y asombrado.

-¿Por qué preguntaste sí esto erá broma?

Habló el azabache,sin mirar al castaño. Esté agachó la mirada y le respondió con un poco de timidez en su voz.

-Es que... nadie habla conmigo.

-Hablaba.

Aquino miró al chico,viendo como él ya lo estaba observando con una pequeña sonrisa,haciendo que él también sonriera.

El bakadere de la secundaria // DuxinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora