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Sólo eran tres chicos divirtiéndose en su último día de vacaciones, entonces, ¿por qué se veían tan apenados? Algo así como tres cachorritos siendo regañados, parecía que no tenían salida, aunque el mayor de los tres era quien había cometido el error. Mientras que el afectado los miraba con ganas de asesinarlos ahí mismo - ¿Es que acaso no piensas hablar? - Dijo con una sonrisa, pero era más que evidente que estaba molesto -¡Toma!- dijo él, ya se había hartado de esperar una respuesta, así que solo le entregó su suéter todo pegajoso y mojado por la bebida.
Mientras tanto el mayor no paraba de mirar sus ojos y su sonrisa, que, por cierto, acaba de catalogar como la más hermosa. -HYUNJIN! – escuchó a su lado, sin embargo, parecía todavía atontado - ¿Qué sucede? – preguntó después de que le jalaron del brazo repetidas veces - ¿en serio todavía preguntas? – dijo el más bajito de los tres con cara de obviedad, iba a decirle algo, pero la persona a su lado lo interrumpió- ¿Y....sabes cómo quitar esa mancha? - preguntó su otro amigo. – ¡No, te lo encargo! – le aventó el suéter para después salir de ahí corriendo y tratando de seguir a aquel chico con bonita sonrisa.
Ambos se quedaron con la palabra en la boca, aunque el bajito se quedó viendo al suelo por unos minutos, era más que obvio que aquel chico con pecas le había atraído a su hyung
– Oye, ¿te encuentras bien, Changbin? – dijo Seungmin cuando lo notó algo deprimido, éste subió la cabeza y le mostró su mejor sonrisa para después avanzar e ir en busca de su tonto amigo. Este solo lo observó algo triste, y le siguió para hacer lo mismo.Logro escuchar a lo lejos a sus amigos que seguro le maldecían, no importaba, igual ya había perdido de vista al rubio. - ¡me lleva la que me trajo! – se maldijo, para cuando se dio cuenta, ya estaba perdido, - ¿Quién vergas se pierde en una plaza? - además de él claro está; después llamó a sus amigos y se fueron a casa, con éstos regañándole por abandonarlos.
Bien, ¿cómo es que llegamos a esta situación?, pues permítanme contarles lo antes sucedido, porque parece que estamos en una película romántica barata y además ¿por qué a él le tenían que pasar estas cosas? Justo cuando no se siente bien.
(...)
Salí de mi casa, estaba demasiado nervioso, me encontraba así porque mañana empezamos un nuevo semestre y no me gusta ver rostros nuevos, díganme, ¿a quién se le ocurre cambiar a todos de taller?, por eso es por lo que me encontraba dando vueltas alrededor de la sala y la cocina, y al parecer tampoco había algo que comer allí. Mi teléfono empezó a sonar – Lix, ¿te puedo encargar que compres la despensa? – dijo mi madre del otro lado de la línea, - sí, hola a ti también mamá- dije sin mucho interés. – No me contestes así mocoso – después me colgó, esa mujer es tan fría, pero se le pasa cuando se embriaga con sus amigas.
Estaba caminando, ya en la plaza, iba ir directo al supermercado, pero antes creí que era buena idea comprarme una malteada del Starbucks, esas cosas saben tan bien, y a mí me encanta la bebida más odiada, -Matcha, por ti respiro- dijo con una sonrisa, ni siquiera pudo darle un sorbo, cuando un idiota con bonito cabello le empujó para después tener toda su bebida esparcida en su suéter favorito.
En definitiva, no era su día, levantó la vista con el ceño fruncido, pero antes de gritarle se detuvo a ver sus ojos, casi se le olvida el porque estaba enojado; el frío que empezó a sentir en su brazo y pecho le hicieron reaccionar. - ¡Oye!, ¿Qué no ves por donde caminas?, ¿Acaso no te alcanzas a ver los pies? – no dijo nada el más alto enfrente de él, este wey, pensó.
-Lo lindo no te quita lo pendejo, solo entrégamelo cuando esté listo ¿Quieres? – dijo para después retirarse, no sin antes darle su número para que le llamase cuando su ropa estuviera limpia, no por otra cosa claro; con la ira casi consumiéndole, si no fuera porque se sabe controlar, ya le habría aventado el suéter a la cara, pero él no es así, sólo respiró profundo y se fue de ahí con una sonrisa amarga.
Cuando ya estaba cerca de su casa, se sentía un poco mal, el frío le estaba calando los huesos, estúpido chico con linda sonrisa y cabello perfecto, pensó tratando de abrazarse a sí mismo, sino fuese por la bolsa de compras, no se le complicaría. Se detuvo en la puerta de su casa, cuando oyó a su madre riéndose, okay, eso era raro, jamás se reía después de regresar de trabajar. Seguro le dio por acabarse la botella de vino que tenemos desde el año pasado, se puso a pensar que tal vez se había embriagado. Esa mujer era demasiado rara, pero de alguna forma aún un poco cariñosa con su único hijo.
Después de todo, quién no lo sería después de que su padre los abandonó, es comprensible.
Mina era una mujer muy hermosa y no entendía porque dejarían a su madre sola con un hijo recién nacido. Abrió la puerta imaginando de todo, pero lo que vio lo dejó confundido, con un puchero preguntó - ¿Quién eres? – le preguntó a la chica que estaba a su lado y que por cierto estaba tan cerca de su madre, que solo se limitó a quedarse muda. -Esto....debes ser el hijo de Mina- le dijo la chica alejándose un poco. – Mi nombre es Chae Young- dijo ella con una linda sonrisa. El simplemente saludó y pasó de largo, ya no le importaba en lo más mínimo lo que estaba haciendo su madre, ni con quien.
Su último día de descanso se convirtió en el más raro. Estaba casi seguro de que el día de mañana ya ni siquiera le parecería tan abrumador como lo estaba pasando hoy. O eso creía, sin duda no tenía idea de lo que le esperaba.
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si, lo publiqué de nuevo :)
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Where do we go? |skz|
FanficOtra historia cliché, ¿por qué no? de straykids por cierto. *escolar* •Cambio de edades y estaturas -Contiene fluff&drama, no hay smut ni nada parecido. -Aparición de otros idols -Leve mención de tca y suicidio. --Inicio: 09/11/2022 --Final: (? "I'...