~pasado~

37 5 1
                                    

13


Primavera: señal de cambio, nuevo comienzo; se define como una estación del año a la que le sigue al invierno y antecede al verano. El origen etimológico del término se refiere al "primer verdor", en referencia a que, en la época primaveral, las plantas reverdecen.

Era la primavera de 1999, en la que había una tierna y dulce joven muy entusiasmada, algo nerviosa, pero aún así tenía muchas ganas de ir, después de todo, era su primera cita, aunque no conocía de nada al sujeto al que iba a ver. Su hermana le había dicho que sería lindo que saliera con alguien y aquella persona estaba buscando a alguien con quien salir.

No se conocían de nada, pero ahí estaban, sentados uno frente al otro y tenían un café cada uno, Mina tenía un mal presentimiento sobre esa persona, sin embargo, decidió ignorarlo, después se preocuparía por eso. 

–Hola mi nombre es Lee Min Seok– se presentó con una leve sonrisa, quería aparentar ser cortés; Mina le devolvió el mismo gesto e hizo lo mismo que él –Soy Myoi Mina, un gusto– jugó con su cabello después de decir aquello, estaba coqueteando inconscientemente, pero cómo culparla, el hombre frente a él era demasiado apuesto.

Aquel hombre tenía el cabello negro y lacio, su rostro estaba adornado con algunas pecas y tenía los ojos grandes, igual de negros como su cabello, aquellos orbes reflejaban toda su curiosidad asemejándose a la de un gato. Simplemente perfecto, o eso pensó a primera vista.

Intercambiaron miradas y en sus rostros apareció un ligero sonrojo, los dos se atraían mutuamente. La tarde siguió con normalidad, aquellos estaban en su propio mundo, tenían muchas cosas en común y que compartían en pasatiempos y gustos, parecían el uno para el otro.

Después de un tiempo siguieron encontrándose en el mismo lugar que se conocieron y las cosas se fueron dando naturalmente, incluso ya conocían a los padres del otro; estaban siendo algo apresurados o eso es lo que le dijo su hermana Aiko, pero para el amor no hay que perder el tiempo ¿o si? 

Además quién era ella para hablar, su hermana ya estaba embarazada, y digamos que no se sabe del padre de la pequeña bolita en su interior. Se arrepintió de su propio pensamiento una semana después de descubrir que ella también estaba en espera, su rostro se horrorizó al tener la prueba entre sus manos marcando dos líneas, dos estúpidas líneas que definirán su futuro. 

–N-NO, esto no puede ser cierto– se puso en cuclillas y decidió que era mejor hacer otra prueba, tratando de convencerse a sí misma de que no era más que un error, Si seguro es eso.

Su llanto fue silencioso, no quería, no lo deseaba, sin embargo, no iba a hacer lo dicho por su pareja, simplemente no era así, –¡No voy a abortar!, te puedes largar o me voy yo– terminó de decir para después marcharse del apartamento del mencionado.

Tenía 100 dólares en su cartera, una mochila con pocas cosas de ella, con algunas cobijas. No dijo nada, después de ese día tomó la decisión que creyó que era correcta. No se iba a quedar a esperar de nuevo un golpe, insulto, o simplemente sus quejas por el más mínimo error, ya no soportaba al que fue el amor más grande que tuvo. Ya no podía, y cuándo supo de la existencia de su bebé no iba dejar que el otro lo dañara. 

Si hay algo de lo que se arrepiente, es de irse sin decir una palabra, dejó a su familia sin ninguna explicación; su hermana era la única que sabía un poco de aquella situación, aunque no lo suficiente como para entender el porqué de su huida.

No volvió a saber de ellos, en un principio fue así, porque lo último que supo es que su padre había fallecido y su madre ya no hablaba más con nadie, la ausencia de ambos la perjudicó bastante. Después de eso, solo se dedicó por completo a su hijo, se esforzó por seguir sus estudios, no iba a dejar a su hijo sin un lugar digno, con comida y todo lo que necesitase.

Where do we go? |skz|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora