Había una vez, hace mucho tiempo. Bella se casó con la Bestia, hubo una enorme boda con miles de invitados, y Bestia pudo unir a todos los reinos, ellos decidieron elegirlo como rey de Auradon.
El hizo que atraparan a todos los villanos de los cuentos y los encerraran en una isla, alejados de todo el mundo, y colocaron una barrera mágica para que jamás se atrevieran a escapar.
La isla de los perdidos, así fue como la llamaron, donde nunca salía el sol, usado como basurero, es donde el joven príncipe Ben miraba todos los días. Y lo hacía justo ahora.
—Manga. —estaba siendo medido para su traje real, este iba a ser su decimo sexto cumpleaños
—¿Cómo es posible que serás coronado rey en un mes? ¡Eres un bebé! — su padre junto a su madre estaban caminando hacia él con sonrisas agradables en sus rostros.
—Cumplirá dieciséis, querido. — dijo su madre, Bella.
—¡Sigue siendo muy joven!, yo no tomé una buena decisión hasta que tuve cuarenta y dos.
Bella volteó a mirarlo
—Decidiste que nos casaríamos a los veintiocho
—Eras tú o una tetera, amor.— bromeó Bestia.
Ben, con una sonrisa incómoda, sintió que era el momento de decirles la noticia.
—Ya elegí mi primera proclama oficial.
Bella y Bestia se miraron con asombro y unas sonrisas de orgullo comenzaron a mostrarse en sus rostros.
—Decidí que los chicos de la isla de los perdidos ahora podrán... vivir aquí en Auradon.
Poco a poco las sonrisas de sus padres cayeron
—Cuando miro hacia la Isla siento que fueron abandonados.—comenzó a acercarse a ellos, ignorando lo que hacia el estilista.
—¿Los hijos de nuestros enemigos? ¿Entre nosotros?—Bestia cada vez se veía mas furioso.
—Solo serán algunos al principio, los que necesitan que los ayudemos.—su madre parecía estar de acuerdo.
—Ya fueron elegidos.
—¿Eso piensas?.— Bestia quería gritar pero fue detenido por la mano de su esposa
—Yo te di una oportunidad.— dijo Bella con una voz suave, luego se dirigió a Ben — ¿Quienes son sus padres?
—Jafar, La reina malvada, Garfio...—sus padres se veían cada vez más preocupados.—y Maléfica.
El estilista lanzó un pequeño grito por la última mencionada.
—¡¿Maléfica?!. —está vez su padre se puso realmente furioso mostrando su cara roja de la ira.
—Papá, escúchame creo...
—¡No quiero escucharlo!.— se quitó los anteojos.— ¡Son culpables de crímenes horribles!
—¡Papá, sus hijos son inocentes!
Mientras tanto los guardias estaban intentando escapar de esa habitación.
—¿No crees que merecen una mejor vida? ¿En serio?.— miró a su padre con decepción
Hubo silencio, su madre y su padre compartieron miradas como si pudieran hablarse por la mente. Hasta que al fin su padre decidió decir algo.
—Supongo que los hijos son inocentes.— En ese momento su madre se acercó a Ben.
—Bien hecho.— le dijo mientras arreglaba su camisa, con una sonrisa tranquilizadora. — ¿Nos vamos?
Mientras sus padres se alejaban, Ben volvió a observar la Isla, esperando haber tomado la decisión correcta.
***
—¡¿Auradon?! —gritó Harry.— ¡No iré a ese internado lleno de princesitas y cuentos de Hadas!
—¡Harry, tienes que ir! —Uma le dijo, cansada del escándalo que hacia el pirata.— Evie, Jay y Mal tambien irán, y estoy segura de que tienen un plan.
Harry ya sabía la razón por la que ella quería que fuera, Uma estuvo obsesionada con arruinarles la vida a esos chicos desde que no la dejaron entrar a su grupo y la molestaban con un apodo que prohibió a todos volver a decir.
—¿Al menos irás conmigo?.— le preguntó casi desesperado.
—No, a mi no me invitaron.— dijo con fastidio.— Pero es nuestra oportunidad de dejar este basurero.
Por supuesto que Uma tenía un plan, ella siempre tiene uno.
—¿Entonces?.—se cruzó de brazos y la miro esperando a que le diga algo— ¿Qué debo hacer?
—Quiero que averigües lo que trama Mal.— una malvada sonrisa apareció.— y quiero que lo arruines, arruina todo lo que tenga en mente, hazla fallar, yo me encargaré de lo demás aquí.
—¿Cómo quieres que haga eso?, si me ven entrometerme en sus cosas descubrirán que tienes un plan.— dijo con un tono de obviedad
—Nunca puedes hacer nada solo ¿verdad?— se burló de él y sacó un objeto de un baúl que jamás había visto antes.— Ten, esto te ayudará a comunicarte conmigo
Cuando se lo dió Harry solo quería reírse
—¿Es encerio?—Harry se estaba aguantando la risa cuando tomó el objeto que aparentaba ser una concha de mar.—¿Acaso es de tu madre?
—Harry, cállate.—dijo Uma molesta con la reacción del pirata.— Tómalo o déjalo, de todas formas estarás solo.
—De acuerdo — dijo Harry divertido por la situación.—¿Y? ¿Cuándo me voy?
Uma mostró una risa burlona.
—Hoy mismo.
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Entre coronas y garfios
RomanceEl plan de Mal es arruinado y Ben se enamora de Harry por un hechizo