Diecinueve.

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Airy y Thiago charlaron un buen rato sobre algo, suponía que era sobre mí, pero tampoco le hice mucho caso

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Airy y Thiago charlaron un buen rato sobre algo, suponía que era sobre mí, pero tampoco le hice mucho caso. Estaba sentado delante de la puerta de la casa de Thiago, aún llorando mientras los esperaba.

Al parecer, terminaron de hablar y Airy se acercó a mí.

—Oye, Ben, sé que ya te lo he dicho, pero eres muy valiente, ¿vale? No te eches para atrás. —Me dio un golpecito en el brazo—. Lo harás bien y, si algún día necesitas ayuda, ya sabes en dónde trabajo y bueno, le he dado a Thiago tus teléfonos y mi número.

—¿Teléfonos? —pregunté, confundido.

—Sí, los encontré en las estanterías mientras reponía y recogía, supongo que los habrás dejado ahí sin darte cuenta. No había tenido oportunidad de dártelos. —Acarició mi cabeza—. Bueno, nos vemos. Lo estás haciendo genial.

Se despidió con una sonrisa, apenas tuve tiempo de agradecerle antes de que se subiera al coche y se fuera.

Tragué saliva cuando me di cuenta de que estaba a solas con Thiago, ¿qué le iba a decir?

Este se acercó a mí en silencio y se sentó a mi lado.

—Yo... —Comencé a hablar.

—Vayamos al hospital, Ben —me interrumpió.

—¿Qué? —Comencé a entrar en pánico—. ¿Por qué querría ir al hospital?

—Para que te hagan un parte médico —suspiró—, y por fin puedas denunciar a ese hijo de puta.

—No, no, no, yo no dije nada de denunciar. —Me levanté, asustado.

—¿Por qué no lo harías? —Se acercó a mí y puso sus manos sobre mis hombros—. Él te ha hecho tanto daño, Benjamín y ni siquiera te das cuenta de la magnitud de la situación.

—¡Ya sé que me ha hecho daño! P-pero, no es para tanto —balbuceé.

—Ben, mírame. —Me tomó del mentón—. Sabes que no hablo solo del aspecto físico, ¿verdad?

Asentí lentamente mientras aguantaba mis lágrimas.

—Pero estaré bien, me curaré.

—No Ben, sabes que eso no pasará. Necesitas cortar todo desde la raíz, y esa raíz es Sam.

—No, denunciar es muy tedioso y... tampoco le quiero arruinar la vida a Sam, él, a veces, es buenas persona y...

—Ben —volvió a interrumpirme—. ¿Destacan más las cosas buenas o malas?

—Malas... —musité.

—No te das cuenta, Ben, pero él te ha arruinado la vida. —Su voz tembló—. ¿Siquiera podrás volver a ser el mismo? ¿Podrás amar a alguien sin miedo?

—No lo sé —admití.

—Ya te lo han dicho, pero eres muy valiente, ¿sabes? El primer paso es pedir ayuda y tú ya lo has hecho, ahora solo queda el resto.

—No sé si pueda solo —confesé entre lágrimas.

—No estás solo, Ben. Me tienes a mí, a Hassel, a Zack, a Tyler, a Elián, a Kyle, a todos, ¿vale? Y estaremos todos contigo hasta el final. —Acarició mi mejilla.

—Pero ¿y si se venga? ¿Y si acabamos nosotros mal?

—¿Cómo lo haría?

—¡Tiene fotos de la pelea que tuvimos contra el equipo contrario! S-si él presenta eso, nos echarán de las Estatales, y, y no podría soportar ver a todo el equipo descalificado por mi culpa —lloré.

—Ben, no me digas que todo esto es por las Estatales —siseó.

—¿Y por qué más volvería con Sam? Sabía desde hacía tiempo que me hacía daño y tampoco quería volver con él —sollocé—. Él me obligó.

Thiago pareció consternado.

—¿Y por qué no nos dijiste nada?

—¡Porque sabía lo importante que eran las Estatales para vosotros! —espeté.

—¡¿Y en qué momento son las Estatales más importante que nuestro mejor amigo?!

—Y-yo, no podía dejaros sin eso —titubeé.

—¿Por qué siempre haces lo mismo? —cuestionó, dolido.

—¿Hacer el qué?

—Poner al resto por encima de ti —exhaló—, ¿en algún momento pensaste en ti? ¿En lo que esto te afectaba?

—Y-yo iba a romper con Sam después de las Estatales, así que, así que estaba bien para mí.

—¿Estaba bien después de que él te destrozara completamente? —Tomó el cierre de mi chaqueta y comenzó a bajar la cremallera lentamente—. Todas estas heridas, Ben, jamás han merecido la pena, y mucho menos por un evento tan estúpido como las Estatales.

—¿Cómo iba a ser tan egoísta? —lloriqueé.

—¡¿Cómo iba a ser eso egoísta?! Ben, se trata de que pienses en ti mismo, por Dios. —Se echó el pelo hacia atrás, aguantando la rabia—. Es cierto que quiero que vayas al hospital, que denuncies a ese imbécil, que se lo digas a tus padres, que vayas al psicólogo, pero no por mí, ¡quisiera que lo hicieras por ti!

—¿Por mí?

—Sí, por ti. Quiero que pienses en ti. Quiero que lo hagas porque te quieres. Por tu felicidad y no por la del resto. Y, si eso significa ser egoísta, quiero que lo seas, que seas todo lo egoísta que quieras porque no es justo que tú tengas que vivir un infierno para la felicidad del resto, ¿entiendes?

Mi corazón se estrujó y un nudo se instaló en mi garganta. ¿Qué debía decirle? No podía hacerlo, no si estaba solo. Pero él me había dicho que estaría conmigo, si lo estaba, quizá podría.

—Entonces, Ben, dime, ¿qué es lo que quieres?

Me quedé paralizado mientras las lágrimas brotaban de mis ojos. Hipé varias veces mientras intentaba hablar.

Ya no quería estar solo, ya no quería tener miedo, ya no quería soportar los golpes, los insultos y los abusos. Yo quería estar con mis mejores amigos, quería decirle a Thiago que lo quería, quería disculparme y pedirle otra oportunidad. Quería tener la posibilidad de amar a alguien sin que doliera. Quería amarme a mí mismo. Quería ser feliz.

—Quiero ir al hospital a que me hagan un parte médico y denunciarlo.

---

ola, Ben, te amo, tú puedes.

Alguien que me apoye como Thiago apoya a Ben, porfa. Lo amamos, yo lo sé.

Y ahh, por favor, Ben, piensa en ti, no en el resto.

Hoy lloro, pero de la felicidad porque Ben es muy valiente TuT.

Besitos de media mañana otra vez porque trasnoché escribiendo y terminando un trabajo de Historia, no seáis yo, gracias.

Besitos de media mañana otra vez porque trasnoché escribiendo y terminando un trabajo de Historia, no seáis yo, gracias

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Honestamente, estás loco © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora