𝐿𝑜𝓈𝓉 𝑜𝓃 𝓎𝑜𝓊

Prólogo

Hace unos momentos el 70% de la luna fue destruida, el causante de dicha destrucción había informado a los líderes del mundo que va a destruir la Tierra, pero iba a darles una oportunidad para asesinarle, llegando a un acuerdo, solicitando ser profesor en Kunugigaoka, específicamente de la clase 3-E. Ellos aceptaron añadiendo otra condición: que no perjudicaría a los estudiantes.

Eso era lo que Karasuma Tadaomi sabía hasta el momento, por lo que no entendía el porqué le habían pedido específicamente a él que se encargara de un asunto externo, de igual gravedad que "El Ser Destructivo Supremo".

El hombre que le guiaba se detuvo frente a una habitación, él imitó la acción y espero a que se abriera la puerta.

Ahí se encontraba una joven, sentada en una esquina de la habitación, apoyando su cabeza en sus rodillas mientras abrazaba sus piernas, escuchó el chirrido de la puerta abriéndose pero no volteó. Usó su cabello para ocultar su rostro aún más.

Karasuma miraba intrigado al hombre que le había guiado hasta ese lugar.

- Los altos mandos quieren que cuides de esta niña. - Informó - El monstruo lo pidió como condición extra, ella iba agarrada de su ropaje.

- No es un monstruo - Murmuró levemente, haciendo que Karasuma dirigiera su mirada hacia ella nuevamente. El acompañante cerró la puerta nuevamente, esperando alguna respuesta del hombre de cabello puntiagudo.

- ¿Algo que deba saber sobre ella?

- Sus padres están muertos, por lo que en los documentos aparecerá que eres su padre adoptivo, no se sabe qué relación hay entre el monstruo y ella, así que debes vigilarla de cerca e informar si encuentras alguna anomalía.

Karasuma asintió, era una orden directa de los altos mandos.

Pasados unos días, ya habiendo leído toda la información que tenía sobre ella, la visitó nuevamente.

Abrió la puerta y observó cómo la joven seguía en la misma posición que hace unos días, con la diferencia que una charola de comida sin tocar se hallaba cerca de ella.

Se acercó lentamente, analizando ciertas cosas que antes no había notado, vestía una bata blanca algo desgastada, en sus brazos habían algunas cicatrices, algunas más recientes que otras.

La chica, al ver que él se encontraba cerca de ella, abrazó aún más sus piernas.

- Reiko - Llamó, ella alzó la mirada, haciendo notar que su mirada no poseía brillo alguno.

- ¿Ya decidieron que harán conmigo? - Su voz se escuchaba ronca, fue tan débil como un susurro.

- Te convertirás en una estudiante de la clase 3-E, yo seré tu tutor legal de ahora en adelante - Su mirada evaluó la habitación, solamente había una cama en mal estado, las paredes estaban llenas de moho y había poca iluminación.

- ¿Clase 3-E? - Pareció pensarlo unos momentos, apretó los puños con frustración. - ¿Harán que unos alumnos aprendan a asesinar? - Preguntó irónica

- Tú también lo harás - Informó el hombre que había guiado a Karasuma días antes.

- ¿Por qué crees qué les ayudaré? - Le miró desafiante, notándose el odio que le tenía.

Se acercó y con brusquedad la tomó del brazo e hizo que se levantara, le susurró algo que Karasuma no logró escuchar, para luego quitarle las esposas.

Karasuma la sostuvo luego de la brusquedad con la que el agente la había apartado. Ella le miró con rabia, apretando la mandíbula, intentando no decir algo que la ponga en una peor situación.

Recobró su estabilidad y esperó las indicaciones de su ahora "tutor legal". Cerró fuertemente los ojos cuando salió del edificio, miró el cielo y una pequeña sonrisa de alivio apareció, que rápidamente fue borrada al recordar la posición en la que se encontraba.

Siguió a Karasuma hasta el auto de este, sentándose en los asientos traseros, y dirigir la mirada hacia la ventana.

Luego de unos minutos el carro se detuvo frente a una casa de dos pisos, Karasuma bajó y abrió la puerta donde ella iba, Reiko suspiró para luego bajar del auto, yendo siempre detrás de él, esperando indicaciones.