— ¡Rinka! — la pelinegra había logrado alcanzar a la chica de cabellos salmón, deteniéndose al escuchar su nombre.
— Buenos días — saludó la de coletas cuando su amiga llegó a su lado — ¿Dormiste bien?
— Claro — respondió mientras tomaba aire por la pequeña carrera que había hecho.
— Tus ojeras no dicen lo mismo — mencionó con gracia mientras la pelinegra tocaba las bolsas que se habían hecho debajo de sus ojos — Un buen sueño las eliminará.
Ambas caminaron entre pláticas hasta la secundaria, donde suspiraron al ver la colina que debían subir, nuevamente.
— Deberían acostumbrarse — Un estudiante de otra clase se interpuso en el camino de ambas, mirándolas con altanería — dudo que logren salir de la clase E, una vez que caes tan bajo, es improbable que se alcen — junto a otros dos chicos empezaron a reírse, como si lo dicho hubiese sido lo más gracioso del mundo.
Rinka apretó los puños con impotencia, y Reiko al notarlo frunció el ceño.
— ¿Podrían callarse? Parecen retrasados riendo así — Reiko miraba enfadada al trío de idiotas que estaba al frente.
— ¿Qué has dicho? — Sus risas pararon abruptamente — Repítelo si tienes agallas — tomó fuertemente del hombro a la pelinegra.
— Ahora que lo veo mejor, no parecen retrasados — apartó la mano del contrario, retrocediendo un poco — Lo son — exclamó con firmeza.
Rinka tomó la muñeca de la pelinegra, ya que esta parecía querer abalanzarse sobre los chicos frente a ella, y repartir unos cuantos puñetazos como si estos fueran pan caliente.
— Vamos, llegaremos tarde a clase — suplicó la chica de cabellos naranjas, la pelinegra al verla, suspiró y dejó que la llevara hasta el aula, sosteniendo firme su muñeca.
— Rinka... — la chica respondió con un "mm?" — ¿Estás enojada conmigo?
La de cabello naranja la miró de reojo, notándola cabizbaja, se detuvo a pocos metros del edificio semi-deteriorado y le sonrió.
— No estoy enfadada contigo, es más, me habría gustado que les golpearas, pero no pienso dejar que vayas a dirección por culpa de ellos, no vale la pena. — finalizó mientras colocaba una mano en la cabeza de la pelinegra, aprovechando que era unos pocos centímetros más baja que ella. — Vamos a clases, Koro-sensei no tarda en venir.
══════ ✧🌙✧ ══════
Reiko tomaba apuntes sobre lo que Koro-sensei estaba escribiendo en la pizarra, mirando orgullosa como su caligrafía había mejorado, pero su atención se desvió a como uno de los tentáculos del objetivo tomaba rápidamente un cuaderno.
— ¡Sugaya! — llamó mientras miraba con los ojos brillantes como estrellas el cuaderno en sus manos — ¡Has estado cerca! Pero mis rasgos son más finos — Giró el cuaderno, mostrando el dibujo con unas... pequeñas correcciones.
Luego de ello las clases continuaron como normalmente, lo usual bajo criterios de que el destructor de la luna esté dándote clases de lenguaje.
— Bueno, clase — ya todos se encontraban guardando las cosas en sus mochilas, pero detuvieron sus acciones para escuchar a su profesor — tengo unos asuntillos que atender hoy, así que si me disculpan...
— ¿Asuntillos?
— Sí, tengo que ver un partido en Nueva York. — luego de decir esto, se marchó, dejando una nube de polvo detrás de sí.
ESTÁS LEYENDO
𝐿𝑜𝓈𝓉 𝑜𝓃 𝓎𝑜𝓊
FanfictionTodos saben que la curiosidad mató al gato, pero este murió sabiendo. ¿Qué pasaría si, por mera curiosidad, el pelirrojo del que trata este fanfic quisiera indagar sobre el pasado de una pelinegra que se integró a la clase E? ¿Qué pasaría si dicha...