𝐿𝑜𝓈𝓉 𝑜𝓃 𝓎𝑜𝓊

#1 El ser que destruyó la luna

El sonido del reloj hacía que su desesperación aumentara, miró a su derecha, notando el uniforme de la preparatoria a la que tendría que ir, para matar a una amenaza de la humanidad.

— La existencia de los humanos está sobrevalorada — Murmuró con fastidio.

Tomó el uniforme para luego dirigirse al baño, a prepararse para su martirio.

Su tutor legal se había ido temprano, dejándole un mensaje en el teléfono que la noche anterior le había entregado. Observó mejor el lugar donde de ahora en adelante viviría, tomó la mochila, el dinero y el celular para luego ponerse los zapatos y salir de ahí.

Observó bien la casa, no queriendo equivocarse, emprendiendo su camino hacia el Instituto de Secundaria Kunugigaoka.

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— Encantado, soy quien destruyó su luna — Mencionó, luego de hacer su entrada, junto a Karasuma y dos subordinados se encontraban a su lado. — Y haré lo mismo con la Tierra el año que viene, pero ahora soy su profesor, encantado de conocerlos.

Reiko intentó no reírse al ver las expresiones de los que serían ahora sus compañeros, su cabello tan oscuro como la noche le ayudó a cubrir su rostro y evitar que la tomaran por loca.

— Soy Karasuma, del Ministerio de Defensa. — Su ahora padre empezó a hablar — En primer lugar, quiero que entiendan que esto es información clasificada. — Tomó aire, pensó bien las palabras a usar, para luego continuar. — Iré directo al grano, quiero que maten a este monstruo.

— Eh... — Un chico con el pelo marrón claro con un corte de tazón fue el primero en hablar — ¿Qué pasa aquí? ¿La cosa es un extraterrestre o algo así?

— ¡Qué grosero! ¡Para que lo sepas, yo nací y me crié en la Tierra! — Sus tentáculos se movían rápidamente de arriba a abajo, haciendo parecer gracioso su pequeño reclamo.

— Me temo que no puedo darles detalles, pero lo que dice es verdad, y como acaba de decir, no se conformará solo con la Luna. El año que viene destruirá la Tierra.

La pelinegra reposó su cabeza en una mano. Durante su hermosa y relajante estadía en aquel edificio, había escuchado eso tantas veces que ya estaba cansada.

— Solo los líderes mundiales saben esto, si la existencia de este ser se hiciera pública, se extendería el pánico por todo el mundo. Por eso tenemos que matarlo en secreto antes de que cumpla su promesa. En otras palabras:

Acercó su mano a su ropa, sacando rápidamente un cuchillo, intentando atravesar al ser de 3 metros a su lado, quien rápidamente lo esquivó.

— Asesinarlo. — Volteó a mirarle — Pero aquí está el problema — Intentó volver a atacarlo, pero volvió a esquivarlo. — Su velocidad es impresionante, intento matarlo — atacó nuevamente, siendo esquivado, pero ahora posándose detrás de él. — Y por mientras, él me arregla las cejas. ¡Encima están impecables!

Al haber terminado su trabajo, su cara tomó un color rosado, orgulloso de su trabajo realizado.

— Él es un ser superior, capaz de reducir la Luna llena a Luna creciente, alcanza una velocidad de Mach 20. En resumen, si quisiera huir, no podríamos hacer nada para detenerlo.

— Pero, ¿qué tendría eso de divertido? — Habló mientras terminaba de guardar sus herramientas — Le he hecho una oferta a su gobierno. Ellos no atentarán contra mi vida y a cambio, yo seré profesor de la clase 3-E del Instituto de Secundaria Kunugigaoka.

— No sabemos lo que pretende, pero no hemos tenido más remedio que aceptar, con la condición de que no los dañe a ustedes, los estudiantes. — Miró atentamente a la clase — Tenemos dos razones para ello, la primera y más importante, si viene todos los días a clase, podremos tenerlo vigilado, y la segunda, esto le da a treinta personas la oportunidad de tenerlo cerca para intentar matarlo.