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Durante el tiempo que Leo estuvo hablando con Splinter él se dedicó a contestar varios correos sobre el incidente del jugador mientras estaba sentado en las sillas del hospital; informó al entrenador y a los dueños del equipo que este se encontraba bien pero que tenía una lesión, también preguntó si el azul podía hablar de eso en la prensa si se llegaba a mencionar, a lo que estos respondieron que si, y que le consiguiera alguna entrevista con un noticiero para informar a los fans su estado. Bien, eso era un pendiente más

Le era imposible negar que estaba estresado, tenia la cabeza por todos lados, más que nada en el hecho de que su novio actuaba un poco raro, como dijo antes, no notaba esa chispa tan característica suya, en todo lo que se conocían no recuerda verlo tan... Triste

Claro, decaído algunas veces sí, después de todo eran tortugas y como cualquier otra criatura tenían sentimientos, pero a pesar de que algunos días Leo no tuviese su ánimo actual, siempre conservaba ese algo en su personalidad, en su forma de sonreírle, en su mirada y esta vez, ese algo no estaba

No sabe que tan buena idea fue decirle aquello de Splinter la noche antes del partido, o bueno, la madrugada antes, gracias a lo poco que había podido observar y a lo que la rata le había contado, Leo nunca era del tipo que no sabía en donde estaba el disco, y mucho menos de resbalarse cundo entraba al hielo; de alguna manera siente que tiene algo de responsabilidad en el accidente

— ¿Que haces?- dió un pequeño salto en su lugar, pues el rostro de su novio estaba extremadamente cerca del suyo, con su sonrisa animada típica, se veía considerablemente más animado

Inmediatamente rió del pequeño susto — ¡Leo!- reclamó dándole un empujoncito — Deja de hacer eso,  por Dios-

— Perdón - el azul siguió sus risas — Es que te veías muy pensativo, así que, ¿que tienes en mente?- una vez hecha esa pregunta, el jugador recargó la cabeza en su hombro, mirándolo desde ahí con aquella sonrisita que lo volvía loco

— Que no tengo en mente ahora - suspiró bastante cansado a punto de explicarle mas deteniéndose así mismo para preguntar igualmente — bueno, no se si debería de hablarte de esto porque tiene que ver con tu caída-

— Adelante - Leo le hizo un pequeño ademán con la cabeza, cerrando sus ojos unos segundos mientras hacía el gesto

— Bueno, todo el mundo está vuelto loco con lo de tu accidente, creo que nunca había tenido tantos correos en mi vida- relató, presionando el botón para ir hacia abajo, mostrando miles de mails sin responder

sesh - expresó el azul haciendo una pequeña mueca— ¿y de que son exactamente?-

— Ya sabes, talk shows, revistas, promotores, Leí uno de un local de artículos médicos que quería patrocinarte muletas, muñequeras o lo que sea que necesitarás - ambos volvieron a reír ligeramente — ¿Estas mejor?-

— mh- la otra tortuga ladeó la cabeza — he visto dias mejores, pero definitivamente sí, mejor, also ¿podemos hablar de algo?-

— Claro-

[...]

Nunca había visto la casa de leonardo y la única palabra que podía pronunciar su mente al verla fue un "wow"

¡Era enorme!, por dios, se esperaba que viviera en una casa grande pero esto era exagerado, sentía que de la casa de sus vecinos iba a salir paris hilton en algún momento

Escuchó como su novio se reía de su expresión

— En mi defensa, era mi cumpleaños 21 y tenía algo de dinero ahorrado- este alzó su hombro sano, adentrándose a esa enorme morada que fácilmente le faltaban unos pocos centímetro de terreno para ser considerada una mansión

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