I

60 1 0
                                    

Los planes familiares

Su cumpleaños número quince se encontraba celebrando en compañía de sus padres y su hermano mayor. En la mesa se apreciaban diversos bocadillos hechos por su madre, bebidas azucaradas compradas por su padre en el supermercado y un gran pastel hecho de queque inglés con masa elástica azul como decorativo en los costados que su hermano mayor recogió a tiempo de su pastelería favorita. Los efusivos aplausos y cánticos al cumpleañero no se hicieron esperar para que sople con fuerza la vela puesta en medio después de haber pedido su deseo.

—¡Felicidades, Baek Hyun! ¡Felicidades!

Expresaban animadamente los miembros de su familia para felicitarlo con un acogedor abrazo y tener que escuchar las palabras que su padre siempre solía recalcar en esta fecha: «Mi hijo cada día se está haciendo un hombre. Estoy esperando ansioso el día que te vea luciendo igual que yo, con este uniforme de policía». Eran los planes familiares que debía tener presente en la cabeza.

Hasta los trece, esas palabras no le causaban incomodidad en lo absoluto y se encontraba ansioso con lucir ese uniforme de policía que su padre tanto admiraba y mostraba respeto. Una larga generación de su familia fue parte de la institución. Siendo como un legado. La herencia de la familia Byun. Ser policía corría por sus venas señalando que su destino estaba escrito desde la concepción.

A las mujeres se les daba el permiso de no aceptar la carrera, pero, su futura pareja, debía ser un policía, quieran o no. Era la condición. Una decisión injusta que su tatarabuelo impuso después de que su hija huyera con un vendedor de pescados que terminó por dejarla en bancarrota al ser un bebedor compulsivo. Y para asegurar su bienestar, tuvo que casarse con el hijo de su mejor amigo, un policía con honores, convirtiéndose en los abuelos del señor Byun.

Sin embargo, a esta edad, con quince años recién cumplidos, esas palabras lo ponían en una encrucijada, dudaba sobre si ser realmente un policía como él y su hermano mayor que, justamente, mañana era su graduación en la futura institución donde también iba a postular: La Universidad Nacional de Policía de Corea.

—¡Mañana es el día, Baek Beom! ¡Bien hecho, campeón!

Baek Hyun observaba a su padre estar orgulloso de que Baek Beom culminará sus cuatro años con éxito. Él estaba en la lista de los mejores de su promoción.

—No lo hubiera hecho sin tus sabios consejos, padre.

Ellos se abrazaron y se dieron mutuos halagos que para Baek Hyun comenzaba a ser sumamente incómodo. Por eso, se levantó de la mesa, dejando su plato casi lleno y con la excusa de que no tenía apetito e iría a dormir temprano. Su padre esta vez no le regañó por ser un acto descortés contra su madre a motivo de ser su cumpleaños y por tener la cabeza centrada en la graduación de su hijo mayor.

Echado en su cama, se dio la tarea de imaginar que su familia era normal, en el sentido de que no estaban con esta obsesión de ser policías y estar todo el día pendiente en ello. En las cenas su padre no dejaba de contar sus anécdotas en la estación de policía y ver series policíacas en sus días libres. Hasta veía documentales y leía tantos libros referentes al tema. Escuchaba de su parte que su sueño siempre fue ser policía, aunque ese pensamiento era muy obvio que se le fue influenciada por su abuelo que también lo fue. Baek Hyun no quería contradecirlo o herirlo, pero esa idea de ser policía empezaba a ser un plan muy lejano para él. Y estaba más de acuerdo cada día.

La ceremonia se llevó a cabo en el gran auditorio, donde se podía apreciar una exhaustiva decoración que maravillaba a los huéspedes y a los futuros graduados.

La señora Byun le daba los últimos retoques a la corbata de su hijo mayor para qué quedará tan impecable y guapo en ese uniforme azul a su medida. Verlo lucir esas prendas le provocaba sollozar por darse cuenta de que su hijo creció en un cerrar de ojos para convertirse en un hombre de bien.

¡No conspires contra mí! (PAUSADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora