IV

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Mirando su portafolio de documentos, respiró hondo y a ojos cerrados para darse valor con entrar hacia aquella estación de policía donde lo habían transferido para comenzar su nueva vida después de haber egresado de la institución.

—Tienes la misma edad que mi hijo, incluso hasta te graduaste con honores y que buen porte físico tienes, muchacho. Así me veía en tu juventud —soltando un par de carcajadas fue como lo recibió su nuevo jefe en la estación—. ¡Bienvenido, Park Chan Yeol!

Varios aplausos comenzaron a sonar en cuanto salieron fuera de la oficina principal para presentarlo hacia cierta mayoría de policías en el enorme edificio. Por supuesto, otro policía haría de guía por todo el lugar para que esté al tanto de cada salón y de las personas con las que trabajaría a partir de ese día y los que siguieran. Además, tenía una persona de confianza con él para ayudarlo en lo que pudiera: el padre de la familia, de la amiga de su madre, donde se estaba quedando a vivir por el momento. Aunque no quería darle más molestias cuando sentía que ya era suficiente con vivir bajo su techo.

—Y este es tu cubículo, justo al lado mío —anunció el policía que le había dado el tour.

—Gracias, Kim —agradeció su ayuda para poder dejar la caja de cartón que traía contra su nuevo escritorio y estar por poco con tomar asiento, pues notó que la otra persona tenía más por hablar.

—Por cierto, creo que tenemos la misma edad. Puedes hablar informal conmigo. Llámame, Jong Dae —volvió a presentarse causando asentir a Chan Yeol para llamarlo por su nombre y tomar por fin asiento para dar un hondo respiro.

—Sí que eres alto, ¿cuánto mides?

Sin embargo, parecía que no iba a poder estar unos minutos a solas, ya que otros compañeros se acercaron a hacerle la conversación para conocer un poco más de su persona.

—¡Hey, nuevo! —avisó un muchacho moreno de brazos fornidos debajo de ese uniforme de verano que traía—. Iremos a comprar bocadillos, ¿vienes?

Chan Yeol estaba revisando su computadora y no se percató de lo rápido que habían pasado las horas y era tiempo de tener una merienda. No sabía hasta qué horas iba a tener que laborar. De modo que, acompañó a ese grupo de tres por las calles para saber dónde se encontraban las tiendas de convivencias más cercanas.

—Sí que no eres de hablar mucho, nuevo —mencionó aquel mismo muchacho moreno que se llamaba Jong In y llevaba dos meses en la estación. Compartían la misma edad y casi alturas, solo que Chan Yeol seguía siendo unos centímetros más alto.

—Llámalo por su nombre, Kai —pidió Jong Dae revoloteando sus cabellos y provocando que el otro le mirara mal mientras se volvía a arreglar.

—Kim puede hacer eso con él, no te preocupes —mencionó Ga Ram al notar cierta sorpresa por parte de Chan Yeol ante esas actitudes en ambos—. Aunque Kim sea mayor, vivieron en el mismo vecindario y, por ende, fueron a la misma escuela. Tienen demasiada confianza.

Jung Ga Ram era el menor en el grupo, pero parecía el mayor por su actitud muy tranquila y educada con respecto a los demás miembros. Todavía llamaba por su apellido a Jong Dae y Jong In. Ya que, no era de romper las normas para llamarlos por su nombre cuando llevaba casi el mismo tiempo que ellos en la estación.

—Con razón, parecen hermanos —comentó Chan Yeol mirando a ese par que parecían perro y gato discutiendo—. ¿No tienes hermanos, Ga Ram?

—Oh, sí, sí, tengo —contestó—. Tengo dos hermanas que todavía van en la secundaria. ¿Usted tiene hermanos?

Chan Yeol apenas y sonrió por ser tratado como una persona muy mayor con ese «usted», pero Ga Ram no cambiaría de parecer si le pidiera tutearse.

¡No conspires contra mí! (PAUSADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora