Una fotografía con una historia

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- Y eso fue lo que ocurrió. 

 Caitlyn había ido a visitar a Vi al hospital, al ver que su estado mejoraba se sintio aun mas aliviada por el estado de Vi. En pocos días le darían el alta. Ahora le estaba contando el encuentro que tuvo con su hermana, confirmando lo que Jinx le había dicho antes de marcharse por su ventana.

- Vaya - dijo Vi -realmente lo hizo. Pensaba que no me escucharía y iría a buscar al bastardo por su cuenta.

- Aunque, tengo una duda - dijo Caitlyn.

- ¿Qué seria?  - pregunto Vi. 

- Como es que tu hermana entro a la habitación, normalmente todo esta vigilado - Vi soltó una ligera risa por el comentario de la sheriff.

- No conoces a Powder - dijo -  puede escabullirse por donde quiera sin ser vista, además ayudo el echo de que dejaran la ventana abierta. 

- Ya veo - dijo Caitlyn. 

-  Y ya tienes todo listo para encontrar al idiota - dijo Vi con algo de enojo en lo ultimo.

- Si, mañana por la noche iniciara la misión, todo esta listo, nada se me escapara. Solo espero que todo salga bien y que lo atrapemos lo mas pronto.

- Si, para que después me lo des a mi y le de una paliza.

 Caitlyn rio por el comentario de la peli roza y se acerco a ella para revolverle el cabello, cosa que Vi respondió con una divertida risa por el acto - Será mejor que me valla - dijo Caitlyn - tengo que preparar todo para la misión.

- Bien - dijo Vi - ve, atrapa al mal nacido - Caitlyn le dedico una ultima sonrisa a su peli roza y se dispuso de salir del hospital.              

 La sheriff caminaba por las calles, era temprano pero Caitlyn a diferencia de otros días, no se dirigía a la comisaria para organizar todo, si no que primero quería para a su casa primero. A pesar de su postura firme y su rostro tranquilo, Caitlyn realmente estaba estresada por todo, algo en su cabeza la hacia desconfiar de la misión, y ella no entendía porque. ¿Si todo el plan lo había hecho ella, porque desconfiar?. 

 Era lo que se repetía en su mente. ¿Quizás un te o dos la ayudarían a relajarse?. Su casa era el lugar mas tranquilo en el que podía estar ahora. Mas tarde daria una excusa en la comisaria por su retraso, y comenzaría los preparativos para la misión de mañana.

 Tras unos minutos caminando por las calles. Caitlyn llego a su casa, por el camino paso por una tienda pastelera y compro unos pastelillos de frambuesa(eran sus favoritos) y al momento de entrar en su sala se lanzo a uno de los sofás. La sheriff dio un largo suspiro y procedió a comerse uno de los pastelillos que trajo de la tienda. 

 Se dirijo a la cocina y preparo su tetera para hacerse un te para relajarse, al momento de hacer aquello ya iba a en su tercer pastelillo pero había comprado de sobra para acompañar su te. El pitido de la tetera le avisaba que el agua estaba lista, tomo su tasa y se preparo su te de lo mas tranquila. El aroma le encantaba y el sabor a un mas. 

 Observaba la ciudad de Piltover por su ventana una de las mejores vistas de la ciudad del progreso, su mente parecía mas tranquila ahora y podía tomarse la libertad de aclarar mas sus ideas. Sin embargo el sonido de su teléfono la saco de sus pensamientos en un gran sobresalto. 

 La sheriff se acerco a su teléfono en la sala para contestar al llamado - Diga - dijo. 

"Caitlyn Kiraman??" una voz grave se escucho por el teléfono. 

- ¿Quién habla? - Caitlyn al momento de escuchar la voz comenzó a desconfiar de la llamada.

"Un desconocido. Nadie, la verdad" dijo aquella voz misteriosa.

Caso PiltoverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora