𝐎𝐍𝐄-𝐒𝐇𝐎𝐓'𝐒 [ 𝑷𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒋𝒆×𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂 ].

𝐄𝐥 𝐂𝐨𝐥𝐞𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐢𝐬𝐭𝐚. ■ ░░░ 𝙏𝙝𝙚 𝙊𝙡𝙬 𝙃𝙤𝙪𝙨𝙚 ░░░ ■

𝐃𝐔𝐌𝐁, 𝐃𝐔𝐌𝐁, ¡D̶U̶M̶B̶!

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Constantes risas hacen eco por todo le lugar, mis manos tiemblan, mientras busco apoyo en las paredes rocosas, inmediatamente me separó ante el tacto, suelto un quejido puesto que me vuelvo a caer en cuenta de que la sensibilidad en mis extremidades es demasiada, no encuentro conforte en recostarme, pues fácilmente el dolor regresa por lo que no me queda opción más que seguir en pie como una pieza de ajedrez rígida.

Las risas infantiles resuenan en mis oídos, es un eco que emana la travesura del provocador de su pequeña diversión. La cálida sangre coree por mi frente como una línea delgada y lenta, tortura, eso es lo que experimentan mis rodillas, caigo. Porque al fin de cuentas, mis brazos pueden sostenerme aún, más mis piernas ya no cuentan con la misma ventana. No logró aguantar más, suelto las lágrimas que se fusionan entre la capa de tierra y polvo en la suciedad de mis mejillas, notó un raspón en mi codo, apartando la mirada de inmediato fingo que no hay moretones o rasguños ahí.

- Tres....Dos....Dos y Medio.... Dos un cuarto...Dos y lo que sea.....¡Uno! ¡Lista o no, aquí voy!

Abro los ojos, el llanto continúa, sin embargo, a rastras trato de alejarme.

No me puede encontrar, no puede....

El conteo finaliza, al igual que mis fuerzas por seguirme moviendo, el sudor recorre mi piel, los nervios comen mi estómago, tengo miedo, mucho. Quisiera expresarlo de otra manera, inclusive gritar sería más liberador que simplemente apretar resignada mis dientes, guardó silencio al escuchar las risas juguetonas acercándose.

Varias estrellas se pintan, son violetas y púrpuras, están brillan en cuanto la oscuridad se hace presente, la luz desapareció con el sonido de un chasquido inofensivo. Mi única forma de visión son las estrellas, enloquecí con el terror de verme en desventaja.

- ¡Hagámoslo divertido! - niego, luchando contra la mismísima debilidad.

No soy la única que le ha brindado un maravilloso tiempo de juegos para entretener a gusto al Coleccionista. Ese ser temido y de poder incomparable, muchos hemos caído en su telaraña de engaños, el mismo chantaje se repetía. Engaña prometiendo el regalo de vivir bajo sus pies, con las sencillas condiciones que aseguraban una infantil forma de ganarse el triunfo del trato. Lastimosamente, considero esto una mentira porque, jamás, te verás en ventaja y que menos serás el afortunado en su propio juego. En su mundo donde salir lastimado es el castigo tormentoso por perder.

Es entonces, que la competividad por ganar aquí sirve de algo. Es cuestión de habilidad y astucia, la inteligencia no es suficiente, puede jugar contigo, probarte un tiempo. Pero así como un dulce aperitivo, cuando se aburra buscará terminar con todo.

Lo escucho reír cada vez en la que cree encontrar su cometido. Falla, y mientras más lo hace, mayor enfasis podemos hacer en su desesperación que aumenta sin piedad. Gateó entre los acelerados latidos que chocan contra mis explosivos pulmones, no creo ni siquiera soportar seguir respirando. Llevo días ahnelando que acabe, desde que él apareció es una pesadilla continuar.

Ya no puedo....

No puedo jugar más por mi vida...

Caigo al suelo, el dolor es demasiado, me veo traicionada por cualquier fuerza de voluntad nula. Me da igual que me encuentre, mi cuerpo no se ve capaz ni de permitirme cerrar los ojos a gusto.

El exclamaba su pronta victoria, a pesar de que está rueda viciosa llena de tortura iniciará hace días, y que lleváramos media hora, ¡O quizás más tiempo así! Solo me hacía pensar que intentaba autoconvencerse de no haberse tardado a como lo tenía en sus planes. Escuchó su risa, se convierten en carcajadas alegras, apalude contento. El suelo tiembla, a lo que yo olvido parte de mi dolor y eleve la cabeza para encontrarme frente a mi unos peculiares zapatos, los cuales eran calzados por el único presente en ese lugar a parte de mí.