Capítulo 6. Misión huida

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Shuji y Atsushi volvían a casa, la verdad es que Atsushi tenía algo de trabajo, pero Akutagawa le dijo que Chuuya pasaría por él, en la casa, el agente acompañaba a Atsushi, pero la verdad es que el joven agente necesitaba irse, así que llamo a Akutagawa – Ryu, amor, en verdad me están esperando es una urgencia

― Lo sé, entiendo, deja a Shuji, Chuuya pasara por el en 1 hora, estoy en medio del océano, no puedo ir yo

― No puedo dejarlo solo

― Sabes que no le pasara nada, es fuerte y listo

Al colgar, Shuji salía con ropa casual, el albino se agacho – Shuji, ¿te quedarías solo?

― Odio quedarme solo

― Lo se...

Atsushi suspiro profundo. – prometes no contarle a tu papi

― De acuerdo

― Entonces, ven conmigo, te explico en el camino

― ¡si aventura!

Atsushi se llevó a Shuji a su misión, era una emergencia donde la policía estaba involucrada, Shuji estaba interesado en todo ello, sobre todo en Ranpo. A la hora Akutagawa le llamo molesto por que Chuuya no encontró a Shuji

"perdóname, tuve que traerlo, no pude dejarlo solo"

"Esta con policías maldita sea, Jinko"

"lo estoy cuidando, lo juro es que no podía dejarlo"

"maldición, llévalo a casa en cuanto terminen"

Sabía que su novio estaba furioso y tenía razón, Ryunosuke no quería que Shuji pasara tiempo o viese policías, por seguridad. Pero tenía que esperar a Ranpo y Shuji no se le despegaba.

Al finalizar. Llevo al detective y al niño por helados, fue a llevar a Ranpo a la agencia donde todos saludaron alegres a Shuji, al final del día solo era un niño.

Relleno algunos papeles mientras Shuji recibió algunos regalos de la agencia, como juguetes de máquinas cercanas y dulces, también hablaba con Dazai.

― Entonces ¿Qué sabes de tu vida?

― Que soy hijo de mi papi, y que quiero que Atsu sea mi mami

― ¿apoco tu mami?

― Si por que papi dijo que no podía tener mami, pero yo le dije que quiero mami, dijo que sería papa, pero yo quiero mami

― Ok, entiendo, quieres una mami y quieres que sea Atsushi-kun

― Si, mi mami

Dazai comenzó a reír - ¿sabes quién soy yo?

― Noupi

― Que milagro

― ¿sipi??

― Sip – le sonrió Dazai

― ¿quieres que te ayude a que tu papi se quede con Atsushi-kun?

― Si, pero ellos ya se dan besitos

― ¿apoco?

― Siiii, se dan besitos bien bonitos y me encanta verlos

Dazai comenzó a reír y sonrió. – Ya, entonces, ¿jugamos más?

― Si Dazai-san

Dazai y Shuji siguieron jugando un largo rato en lo que Atsushi terminaba el papeleo, era casi el atardecer cuando se acercó a los castaños – Shuji, es hora de ir a casa

La Port Mafia en PañalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora