Capítulo 3

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Tu sabor es el más exquisito manjar, nunca me cansaría de probarlo.

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[Angel]

Salir a moverme es algo que adoro con locura, cada que estoy en el escenario todos me miran, todos me desean, y todos me admiran. Me encanta sentir sus miradas y volverlos locos, aunque también me gusta volverme loco por algunos, y son tan pocos los que tienen la suerte de estar conmigo que me volví algo famoso por el lugar, atrayendo a la vez a personas un poco peligrosas. Aunque hoy pasó algo que viene pasando ya desde hace unos días, y es que un hombre de buen porte y con un atractivo que me hace temblar pero solo viene cuando yo estoy en el escenario, pero nunca se acercó a mi, siempre es para verme y antes de que termine se va, es algo extraño ya que nunca me habían tocado personas de ese tipo, aunque al menos deja una buena propina así que no tengo mucho de que quejarme.

Después de terminar mi trabajo decidí que ya era hora de una copa y un buen descanso, fui a la barra y pedí un pink poodle, ya necesitaba algo rosa en mi, después de probarlo y volver a sentir ese gran sabor en mi boca voltee a ver quien sería el afortunado de poder estar en mis brazos, y cuando vi la mesa de aquel sujeto me sorprendió ver qie seguía ahí, pero no miraba a la chica que estaba bailando, me estaba mirando a mi, fue algo extraño, y no pude evitar sentirme muy nervioso y terminé mi amado alcohol de golpe, le pague a Husk y salí a tomar un respiro, saqué un cigarrillo de mi cartera y estaba apunto de encenderlo cuando enfrente de mi se paro un coche negro que se veia muy sospechoso, quizás era algún cliente que quería mis servicios, y ciertamente ahora mismo no me importaba quien era, necesitaba urgentemente bajar toda mi frustración así que me acerque a la ventana y estaba apunto de decirle que era alguien con la suerte de poder pasar un rato conmigo, cuando vi que eran dos chicas que estaban demasiado serias, fue algo incomodo y para romper eso les dije que solo me acostaba con hombres, y si insistían seria un precio extra, pero una de ellas me dijo muy sonrojada que quería proponerme algo, y ciertamente se notaba que no era algo sexual entonces decidí entrar a su coche.

- después de que te contemos todo ya no hay vuelta atrás, aceptas eso?

-acepto.



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